Después de ser herido es fácil guardar rencor, psicológicamente para mantener la espina, señalamos con el dedo acusador a quienes creemos que son culpables. Además una persona también puede culpar “al sistema” o la “sociedad”. Lo que he aprendido es que guardar rencor contra alguien necesita energía, como si estuviera sosteniendo un objeto pesado contra una pared, ya que tendrá que hacer un esfuerzo para mantener el objeto allí. Si en ese momento de rencor alguien quería darme un abrazo, o si quería pintar o cocinar, yo no sería capaz de hacerlo porque mis manos estarían ocupadas sosteniendo el “pesado objeto”. Así también, cuando estoy sosteniendo un rencor contra alguien, tengo que quemar calorías psicológicas para mantener ese rencor allí. Esa es la energía que podría estar usando para otra cosa, para ser más amoroso en una relación, para participar en los actos de la creatividad o la amabilidad. El perdón quita la espina del corazón, lo que permite que la herida sane y abra nuestras manos.
Hay un Midrash que dice que antes de que D-os creara el mundo, D-os creó la Teshuvá. Teshuvá tiene muchos significados: En el nivel más primordial significa “volver”, en un nivel más práctico, significa que lamentar nuestros errores y volverse hacia D-os. La gente comete errores. A veces incluso hacemos cosas que sabemos que no son las mejores para nosotros mismos. Para qué estar atrapado por algo que sucedió en el pasado. Teshuvá en su nivel más alto significa volver a la Fuente Infinita de donde todos venimos. La Teshuvá se hizo ante el mundo, y por lo tanto nos permite empezar de nuevo y dejar así de ser esclavos de lo sucedido en el pasado. La primacía de nuestra capacidad para volver, para arreglar nuestras acciones, se creó incluso antes de nuestra capacidad de actuar.
Yom Kipur es el día de la “expiación”. Cuando perdonamos, nosotros también estamos haciendo Teshuvá y somos capaces de permanecer espiritualmente en ese lugar antes de la creación. Somos capaces de estar en el momento presente infinito en el que Dios vuelve a crear el mundo – haciendo “algo de la nada” – cada segundo. Cuando perdonamos, estamos volviendo a Dios, estamos volviendo al Amor y estamos estableciendo libertades.
Que Hashem nos bendiga y que este Yom Kipur hayamos sido perdonados por Dios, con nosotros mismos y con los demás y seamos escritos y sellados para un año bueno y dulce en el Libro de la Vida.
Por Eitan Press, Redactor de United with Israel
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