domingo, 18 de julio de 2010
EL ROL DE LAS MUJERES EN EL HOLOCAUSTO PUEDE EXCEDER VIEJAS NOCIONES
ISABEL KERSHNER
Published: July 17, 2010
JERUSALEM — En medio de los horrores del Holocausto, las atrocidades perpetradas por unas pocas brutales mujeres siempre han sobresalido como aberraciones de la naturaleza.
Hubo famosas guardias de campo como Ilse Koch e Irma Grese. Y asesinas menos conocidas como Erna Petri, la esposa de un oficial SS y madre que fue condenada por ejecutar a seis chicos judios en la Polonia ocupada por los nazis; o Johanna
Altvater Zelle, una secretaria alemana acusada de asesinato de chicos en el ghetto de Volodymyr-Volynskyy en la Ucrania ocupada por los nazis.
La maquinaria asesina nazi fue indudablemente un tema dominado por hombres. Pero de acuerdo a una nueva investigacion, la participacion de mujeres alemanas en el genocidio, como perpetradoras, complices o testigos pasivas, fue mucho mayor que lo que previamente se penso.
La investigadora Wendy Lower, historiadora americana ahora viviendo en Munich, ha atraido la atencion a la cantidad de mujeres alemanas aparentemente comunes que voluntariamente salieron a los territorios orientales ocupados por los nazis como parte de la campaña de guerra, a areas donde el genocidio estaba ocurriendo abiertamente.
“Miles seria un estimado conservador,” dijo la Sra. Lower en una entrevista en Jerusalem la semana pasada.
Aunque la mayoria no tuvo sangre en sus propias manos, los actos de aquellas que lo hicieron parecieron mas perversos debido a que operaban fuera del sistema del campo de concentracion, por su propia iniciativa.
Los hallazgos de la Sra. Lower echaron nueva luz sobre el Holocausto desde una perspectiva de genero, de acuerdo a los expertos, y han subrayado mas la importancia del rol de los escalones mas bajos en el aparato asesino nazi.
“En la literatura dominante sobre los perpetradores, tu no encuentras mujeres mencionadas", dijo Dan Michman, el jefe historiador en Yad Vashem, la Autoridad de Recordacion de los Martires y Heroes del Holocausto en Jerusalem.
La Sra. Lower, de 45 años, presento su trabajo por primera vez en este taller de verano en el Instituto Internacional para Investigacion del Holocausto en Yad Vashem. Ella ha estado intentando descifrar lo que motivo a estas mujeres a cometer tales crimenes. “Ellas desafian tan profundamente nuestra nocion” de lo que constituye el comportamiento normal femenino, dijo ella. Pero el sistema nazi, agrego, "puso todo de cabeza."
La Sra. Lower dijo que ella trabajo por muchos años en el Museo Recordatorio del Holocausto en Washington y esta ahora enseñando e investigando en la Universidad Ludwig-Maximilians en Munich.
Ella comenzo viajando a Ucrania a principios de los años 1990s, cuando los archivos sovieticos fueron abiertos. Ella comenzo en Zhytomyr, a unas 75 millas al oeste de Kiev, donde el lider SS Heinrich Himmler tenia su cuartel general ucraniano, y donde ella encontro archivos alemanes originales, algunos quemados en los bordes, en el archivo local. Ella advirtio la frecuencia con la cual las mujeres eran mencionadas en las escenas del genocidio. Las mujeres tambien seguian surgiendo como testigos en investigaciones alemanas de Occidente y Oriente despues de la guerra.
En un giro anomalo en el innovador libro de 1992 de Christopher R. Browning, “Hombres Comunes,” aparece que miles de mujeres alemanas fueron a los territorios orientales para ayudar a germanizarlos, y para prestar servicios a las poblaciones etnicas germanas locales alli.
Estas incluian enfermeras, maestras y trabajadoras sociales. Las mujeres manejaban los almacenes de pertenencias quitadas a los judios. Los alemanes locales eran reclutados para trabajar como interpretes. Luego estaban las esposas de los funcionarios regionales, y sus secretarias, algunas de sus equipos en casa.
Para mujeres de familias de clase obrera o granjeras en Alemania, las zonas ocupadas ofrecian una atractiva oportunidad para progresar, dijo la Sra. Lower.
Hubo unas 5000 guardias femeninas en los campos de concentracion, conformando un 10% del personal. La Sra. Grese fue colgada a los 21 años por crimenes de guerra cometidos en Auschwitz y Bergen-Belsen; la Sra. Koch fue condenada por participar en asesinatos en Buchenwald.
El libro del Sr. Browning relato el rol del Batallon 101 de Policia de Reserva aleman, que ayudo a proveer la fuerza de trabajo para la eliminacion de la mayoria de la juderia polaca en el termino de un año. El libro menciona a una mujer, la joven, novia embarazada de uno de los capitanes del batallon policial. Ella habia ido a Polonia para una especie de luna de miel y continuo junto a su esposo para observar el despeje de un ghetto.
Solo el 1 o 2% de los perpetradores eran mujeres, de acuerdo a la Sra. Lower. Pero en muchos casos donde el genocidio estaba teniendo lugar, las mujeres alemanas estaban muy cerca. Muchos testigos han descripto banquetes festivos cerca de lugares de ejecuciones en masa en los bosques ucranianos, con mujeres alemanas proveyendo refrescos para los escuadrones de fusilamiento cuyo trabajo a menudo duraba por dias.
La Sra. Petri estaba casada con un oficial SS que manejaba una finca agricola, completa con una casa mansion estilo colonial y trabajadores esclavos, en Galitzia, en la Polonia ocupada. Ella luego confeso haber asesinado a seis chicos judios, de edades entre 6 y 12 años. Paso a traves de ellos mientras estaba manejando su carruaje. Ella era madre de dos niños pequeños, y tenia 25 años en esa epoca. Casi desnudos, los chicos judios habian aparentemente escapado de un carro ferroviario con destino al campo de Sobibor. Ella los llevo a su casa, los alimento, luego los llevo a los bosques y les disparo uno por uno.
Ella dijo a sus interrogadores que habia hecho eso, en parte, porque queria probarse ante los hombres.
Ella fue juzgada en Alemania oriental y cumplio una condena de por vida.
La Srta. Altvater Zelle fue a Ucrania cuando era una mujer soltera de 22 años y se volvio la secretaria de un comisario de distrito, Wilhelm Westerheide. Los sobrevivientes la recordaron como la famosa Fräulein Hanna, y la acusaron, entre otras cosas, de golpear la cabeza de un bebe contra un muro del ghetto y de arrojar chicos a sus muertes desde la ventana de un hospital improvisado.
De regreso en Alemania, la Srta. Altvater Zelle se caso, se convirtio en trabajadora social de casos de juventud en su ciudad, Minden, y adopto un hijo.
En la region del Comisario Westerheide, unos 20000 judios fueron aniquilados. El y su leal secretaria fueron juzgados dos veces en Alemania Oriental, a fines de los años 1970s y principios de los años 1980s. Ellos fueron absueltos ambas veces debido a contradicciones que surgieron en los testimonios de testigos reunidos en mas de 20 años, le conto el ex jefe fiscal del caso a la Srta. Lower.
Un sobreviviente, Moses Messer, dijo que el vio a la mujer que el conocia como Fräulein Hanna golpear al bebe hasta matarlo contra el muro. El conto a los abogados en Haifa, Israel, a principios de los años 1960s: “Tal sadismo de una mujer yo nunca he visto. Yo nunca olvidare esta escena.”
Fuente: The New York Times
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