lunes, 26 de julio de 2010

OTRA PUNTADA: ES SOLO UNA LUNA DE PAPEL



By SARAH HONIG
07/16/2010

Sólo tienes que sentirlo por el pobre Barack Obama, tan mal entendido, tan mal citado, tan sacado de contexto. Y así sigue sucediendo. Una y otra vez. Casi suena a un plan malicioso por malinterpretar. Tomemos el ejemplo más reciente, por ejemplo.
Hubo un administrador de la NASA (primer afro-americano) elegido a dedo por el propio Obama, Charles Bolden, diciendo a Al Jazeera que el propio Obama le explico que en adelante los principales objetivos de la NASA son animar a los niños a aprender matemáticas y ciencias, ampliar las relaciones internacionales y "principalmente, él quería que yo encontrara una manera de llegar al mundo musulmán y participar mucho más con las naciones predominantemente musulmanas para que se sientan bien acerca de su contribución histórica a la ciencia ...y matemáticas e ingeniería. "
Aquí debemos recordarnos que NASA es la sigla de la Administración Nacional Aeronáutica y Espacial, agobiada con aburridas tareas mundanas tales como la exploración espacial, el descubrimiento científico y la investigación aeronáutica. Obama esta, evidentemente, para alterar los énfasis. Pero cuando Bolden lo explicó, los portavoces de la Casa Blanca y la NASA se apresuraron a explicar que nada es exactamente lo que parece. Mejorar las relaciones con los países musulmanes, afirmaron, es la misión de la NASA, aunque no tiene que ser contada como su "principal responsabilidad". Las apariencias claramente sustituyen la esencia. Ninguna falta es encontrada en el hecho que "alcanzar a los musulmanes" figure en la lista de tareas de la NASA, en tanto no sea percibida como el primer elemento de esa lista.
A menudo, como en este caso, Obama se sale con la suya distorsionando la agenda de la única superpotencia del mundo. Sus fans fervientes elogian cualquier iniciativa estrafalaria como sofisticado pluralismo y mente amplia relativista-moral. Para la gente normal, la ridiculez que Obama promueve es tan extraordinaria, que no pueden imaginar que nada de eso sea real.
La inclinación razonable es sacudir de un plumazo una variedad de absurdos del gobierno de Obama como charlataneria sin sentido, sinsentido exagerado o información tendenciosa. El alcance de la NASA a los musulmanes es rapidamente descartado como un poco un unico halago trivial destinado a hacer las paces y calmar al salvaje fingiendo que este es en realidad un sabio.
Excepto que Bolden no se equivoco y su expresión no fue unica. El 16 de febrero, el mismo dijo a los estudiantes de ingeniería en Orlando, Florida, que Obama específicamente le dio instrucciones de "encontrar la manera de llegar a los paises predominantemente musulmanes".
LA CONSISTENCIA es inquietante. Pero esto no termina aquí. Tal vez el aspecto más notable es la sincronizacion.
La entrevista de Al Jazeera se llevó a cabo durante la visita a Medio Oriente de Bolden para conmemorar el primer aniversario del discurso de Obama a las naciones musulmanas en El Cairo.
Obviamente no sólo Obama no esta avergonzado retroactivamente por su servil desempeño en Egipto, lo considera un hito cultural/diplomático, un acontecimiento histórico, cuyo aniversario es digno de exagerar chupando aun mas las medias, esta vez a traves de un representante adulador.
En pocas palabras: el balbuceo de Bolden no fue un inadvertido desliz, sino la reafirmación deliberada de una prioridad política basica. Sin embargo, como las predilecciones pro-musulmanas de Obama podrían no ser popular entre el electorado, sirve a sus propósitos arrullar a los no musulmanes en la complacencia. Por lo tanto los portavoces de Obama se rieron de la entrevista de Bolden como mucho ruido y pocas nueces, la cual no debe ser tomada en serio por su valor nominal. En palabras del viejo clasico de Yip Harburg de 1933 de Broadway:
"... Es sólo una luna de papel
Navegando sobre un mar de cartón
Pero no sería fantasia
Si tú creyeras en mí."
Obama de hecho exige la confianza de carta blanca. Los consumidores de noticias en las democracias del mundo no se supone que se apeguen a las cosas que claramente no son lo que parecen para las mentes menores de los escépticos políticos, especialmente aquellos regresivos pasados de moda que no suscriben o se someten a la cosmovision obamesca.
Por lo tanto, con cínica premeditación, el patrón invariable de complacer a los musulmanes debe ocasionalmente ser borroneado, menospreciado y/o negado expeditivamente. Lo mismo se aplica al reverso de la moneda claramente pro-musulman - la antipatía inequívoca hacia Israel. A veces es descaradamente blandida, especialmente cuando Obama trata de asombrar al mundo musulmán - como lo hizo con que el discurso de El Cairo, inclinándose servilmente ante el potentado saudita o con el envío de Bolden para celebrar y amplificar los halagos originales.
En consecuencia, la aversión de Obama a Israel fue inequivoca en el uso indebido de protocolo sin piedad exagerado sobre Binyamin Netanyahu durante su anterior visita a la Casa Blanca en marzo pasado. El protocolo, después de todo, es por definicion la etiqueta ceremoniosamente en exhibicion para transmitir una impresión. La falta del mismo es igual de reveladora.
Pero mientras que la humillación al mas alto ejecutivo de Israel puede haber complacido al mundo árabe, podría haber sido un tanto excesiva antes de las cruciales elecciones de medio término en Estados Unidos.
Por lo tanto, en la peor tradición Obama, la afrenta descarada fue seguida por la deshonesta ofuscacion, afirmando - nuevamente -que las cosas no son lo que parecen. Todos, sin excepción, incluidos los israelíes, no están obligados a confiar en su propio conocimiento, porque después de todo: "... es sólo un cielo de tela canvas colgando sobre un arbol de muselina. Pero no seria fantasia si tu creyeras en mi."
Para prevenir el contragolpe electoral, la puesta en escena se actualizó calculadamente para la visita posterior de Netanyahu en julio. Él fue conducido incluso a través de la puerta principal esta vez y se le ofrecio un refrigerio ligero. Esta vez Obama no desairo a Netanyahu saliendo a cenar con la familia. A modo de control de daños hubo fotos, una conferencia de prensa conjunta, las posturas de mejor amigo, una charla de chicas entre Sara y Michelle y azucaradas declaraciones de apoyo al pequeño asediado Israel, tanto como la charlataneria esperada para nuestro derecho a defendernos. A quien le importa?
Indudablemente las imagenes edulcoradas seran retransmitidas hasta la nausea ante publicos judios en el periodo hasta el dia de las elecciones para mitigar los posibles daños anteriores a las relaciones públicas y recuperar el apoyo de algunos (presuntamente no doctrinarios) liberales judíos que, quizás, podrían ya no estar tan ciegamente hipnotizados por el radicalismo mesiánico de Obama. Teniendo en cuenta la obligada cooperación de Bibi, la estratagema de Barack puede rendir frutos.
El casi desprecio demostrado por Obama la última vez hacia Netanyahu no fue un lapso insignificante de las buenas costumbres. Y no fue sustituido milagrosamente durante la noche por un magnífico encuentro de las mentes. Todo sigue como estaba, pero el objetivo de Obama es hacer creer que nunca existió la ruptura o, alternativamente, que se curó fenomenalmente.
El verbo clave es "parece." Ningún cambio real tuvo que haber tenido lugar, sólo para parecer que lo tuvo.
Los judios de América (los que todavía se preocupan) tienen que preguntarse si no se dejan conquistar por una fachada falsa una vez más. Los israelíes tienen que centrarse en lo que nuestro Primer Ministro se comprometió a pagar por los escaparates. ¿Qué concesiones que arriesgan nuestras vidas y arriesgan el futuro de nuestros hijos se hicieron para ganar la hospitalidad aparente de Obama?
No debemos subestimar la importancia de estas cuestiones. Es imperativo sospechar de la sinceridad de un presidente para quien la NASA es una agencia encargada de acariciar los egos musulmanes. Confiamos nosotros nuestro destino a un maestro de ceremonias que trata esto como "...un mundo de Barnum y Bailey asi de falso como puede ser?"
¿Depositamos nuestra fe sin reservas en alguien que empalagosamente nos asegura que "... No sería fantasía
Si tú creyeras en mí? "
¿Realmente nosotros queremos creer en él?
Fuente: The Jerusalem Post

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