Sin embargo, tras las negociaciones entre el Comité Olímpico Internacional (COI), la IJF y la delegación saudí, la joven yudoca de 16 años, que recibió una invitación especial para participar en Londres 2012, pudo salir a luchar con un hiyab especial que respeta la "sensibilidad cultural musulmana".
Cuando por la megafonía se la presentó como la primera mujer saudí en debutar en unos Juegos Olímpicos, el público del Excel Arena la recibió con un caluroso aplauso. Aunque en este caso el rendimiento deportivo quedaba en un segundo plano, Shaherkani, que solo tiene cinturón azul -dos niveles por debajo del negro- y hace dos años que practica este deporte, no fue rival para la experimentada yudoca puertorriqueña, que se deshizo de ella en el primer ataque que hizo al minuto de combate. Su experiencia olímpica duró unos 90 segundos.
La federación internacional de yudo le había prohibido competir con hiyab
En un país donde las mujeres deben pedir permiso a un hombre para viajar, trabajar, casarse, divorciarse e incluso tratarse en un hospital, la participación de la yudoca en estos Juegos ha levantado polémica. El hecho de competir ante la presencia de hombres en las gradas o de vestir ropa ajustada ha levantado las críticas de algunos sectores de la sociedad saudí contra Shaherkani que, aún así, hizo historia a lo largo de los pocos segundos que duró el combate.
El próximo 8 de agosto llegará el turno de su compañera, la atleta Attar, que participará en las rondas preliminares de los 800 metros.
Arabia Saudí, Catar y Brunei eran los tres únicos países que nunca habían incluido mujeres en sus equipos olímpicos.
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