En hebreo, árabe, inglés y ruso, los mensajes instantáneos de alerta enviados a los móviles avisarán de la caída de misiles. Según las previsiones, Irán -y quizá sus aliados Hamas (Gaza) y Hizbulá (Líbano)- responderá a la ofensiva con una lluvia de misiles contra las ciudades de Israel.
El 37% de los israelíes considera que si Irán posee armas nucleares es posible un segundo Holocausto. El 41% cree que sólo un ataque -ya sea de Israel o internacional liderado por Estados Unidos- evitará que complete su plan nuclear mientras el 22% aún confía en la diplomacia y sanciones.
Estos datos recogidos en una encuesta del diario Maariv refuerzan a nivel interno el mensaje del primer ministro, Benjamín Netanyahu y el titular de Defensa, Ehud Barak, sobre la necesidad de atacar las centrales nucleares iraníes "antes de que sea demasiado tarde y sean invulnerables".
'Amenaza existencial'
Las referencias de Netanyahu sobre "la amenaza existencial" que supone un Irán nuclear y las palabras del presidente iraní, MahmudAhmadineyad, sobre su deseo de "acabar con el proyecto sionista" o "la desaparición del ente sionista" han calado en la sociedad israelí.
Ante los nuevos informes de Inteligencia -el diario Haaretz informa este domingo sobre "avances significativos" de Irán en la composición de ojivas nucleares- Netanyahu y Barak intensifican la ofensiva mediática y psicológica para preparar el terreno.
En realidad, no hay nada nuevo en las posturas de unos y otros. Los dos dirigentes siguen apoyando un ataque y los jefes de los organismos de seguridad siguen oponiéndose argumentando que "aún hay tiempo" y que un ataque sin permiso y cooperación de EEUU "puede ser más dañino que efectivo".
Tampoco hay nada nuevo en las portadas dedicadas diariamente al tema o la opinión de importantes columnistas que por un lado señalan que "Israel no puede permitirse vivir bajo la amenaza nuclear iraní" y por otro estiman que un ataque individual en estos momentos sería un grave error. Tampoco hay nuevo en la postura del presidente Barack Obama en contra de un ataque israelí.
El único cambio, según los informes citados, es que Irán ha realizado un "significativo avance en el programa nuclear militar" teniendo ya 11.000 centrifugadoras activas con mejoras en el proceso de enriquecimiento de uranio en la planta subterránea de Fordo.
'Área de inmunidad'
El diario YediotAjaronot escribe, citando fuentes norteamericanas con acceso al material de los servicios secretos de EEUU e Israel, que "el régimen de los ayatolás está cerca de alcanzar el área de inmunidad". Tras llegar a esta fase, un ataque no sería efectivo ante la protección y avances en las instalaciones nucleares.
Estas declaraciones sumadas a la creencia israelí de que Obama no lanzará una ofensiva y la cita electoral norteamericana (6 de noviembre) multiplican la rumorología sobre un ataque en los próximos tres meses. Incluso se afirma que Netanyahu y Barak ya han tomado la decisión ¿Farol o amenaza real? Como buena partida de póker, nadie lo sabe.
"Cada vez queda menos tiempo. El alto precio que debamos pagar por atacar las centrales nucleares es menor al que pagaremos si Irán tiene la bomba", dice a ELMUNDO.es una fuente del Gobierno. Escudado en el anonimato bajo la fórmula "alguien que toma decisiones", un dirigente avisa en Haaretz: "La espada iraní en nuestro cuello es más fuerte que la puesta antes de la guerra del 1967".
Según él, "si Irán tiene armas nucleares, todas las fuerzas moderadas de la región se debilitarán y nadie podrá frenarla cuando provoque a vecinos y rivales. Existe también la posibilidad de que armas nucleares acaben en grupos terroristas. Si no actuamos, es casi seguro que Irán tendrá armas nucleares. Si actuamos hay una posibilidad para que Irán no sea nuclear en los próximos años o nunca".
Sometida a fuertes sanciones internacionales, Irán reitera que su programa es para uso civil de la energía nuclear desmintiendo que tenga una vertiente militar y acusando a Israel de querer provocar una guerra.
Netanyahu y Barak no se creen las intenciones del liderazgo persa por lo que todas las filtraciones y amenazas que salen de Jerusalén tienen otro destinatario: Obama. Éste responde también con filtraciones sobre supuestos planes militares norteamericanos o la posibilidad que Arabia Saudí (enemigo de Irán) dispare contra los cazas israelíes si violan su espacio aéreo camino de Natanz o Fordo.
Netanyahu y Barak no deberían obviar otro dato del sondeo: el 42% de los israelíes no considera legítimo un ataque si los organismos de seguridad se oponen.
Al inicio de la reunión semanal del Gobierno, Netanyahu no ha desperdiciado la oportunidad: "Las amenazas sobre la retaguardia se empequeñecen ante otra amenaza, muy diferente en esencia y tamaño. Por eso reitero que no se puede permitir a Irán tener armas nucleares".
El Gobierno ha aprobado dar más poder al primer ministro que ahora podrá cambiar el orden de voto en una reunión del Ejecutivo o acelerar el proceso de votación telefónica de los ministros.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/12/internacional/1344751843.html