domingo, 26 de agosto de 2012

Tambores de preguerra


Tambores de preguerra

Lo que no se desea
Lo que no se desea
Existe una preguerra, una guerra y una postguerra. En la primera estamos ahora. Pre, antes. No es fácil fijar el comienzo de la pre guerra. En el particular caso de Israel, la cuestión es mucho mas clara. La preguerra comenzó en un momento que se pierde en la niebla de los tiempos.
Nadie puede fijar en que momento un grupo o un individuo judío fue atacado por el solo hecho de ser tal. Se pasó abruptamente de la preguerra a la guerra. En la concepción hebrea un ataque a un componente del conjunto equivale a atacar al conjunto como un todo. Israel siempre ha estado en guerra. En guerras defensivas y singularmente en ofensivas como defensa anticipada.
Preguerra constante con periodos de guerra propiamente dicha, y vuelta a la preguerra. Siempre la motivación del accionar ha sido y es preservar su supervivencia. En eso estamos ahora. Esa es la explicación del porque de la conducta que detenta la población. No sorprende a nadie que esta preguerra esté por pasar a la siguiente etapa de contienda caliente. Son dos etapas de un mismo proceso.
Sujeto de una amenaza desembozada brutal y payasesca (cuando consiga la bomba desaparecerás) reiterada mas de una vez, aunque proferida por alienados, llama a la reflexión y a la acción preventiva. Eso está claro. Es la continuación de la Guerra de la Independencia, para marcar un hito mas visible. Es solo un hito para manejarse con hechos fijables en el devenir de los tiempos.
La cuestión arranca, como dijimos, mucho antes. Lo dicho puede resultar redundante para quien conoce el tema de cerca. No por repetido es menos cierto. En este macabro juego Israel siempre estuvo llamado a jugarse el todo por el todo. Esta vez puede parecer diferente por la proximidad y la intensidad que asume la preguerra ante la alternativa de pasar a la etapa siguiente.
Es como siempre. Ya hemos pasado pruebas parecidas. Siempre nos preguntamos si habrá o no habrá una post guerra. Así es cada encrucijada que Israel debe atravesar. Lo sabemos. Y estamos seguros de que nos veremos después. Shalom.
Emilio Baby, agosto 2012 ©
Haifa