viernes, 31 de agosto de 2012

Mensaje previo a Rosh Hashaná

13 de Elul de 5772 31 de Agosto de 2012 Encendido de las Nerot de Shabat: 18:23hs. Shabat Finaliza: 19:14hs. Perashá Ki Tesé. Mensaje previo a Rosh Hashaná II: Estamos a tiempo… Editado por Maor Hashabat, de la comunidad Ahabat Ajim, Lanus, Argentina. Editor responsable: Eliahu Saiegh Nuevamente, los días de Teshubá están a nuestro alcance… y junto a ellos, todos nuestros buenos deseos, nuestros sinceros anhelos de volver a los brazos de nuestro Padre del Cielo. Cada uno de nosotros sabe, en su interior, que D-os es un padre misericordioso y nos extiende sus brazos para que volvamos a Él, de todo corazón. Pero hay una fuerza que nos impide dar el primer paso, en camino a laTeshubá. El Ietzer Hará (el instinto negativo) sabe donde atacar, y hacia allí se dirige una y otra vez. Él intuye el despertar de nuestros corazones; también sabe que todos recuerdan los sufrimientos padecidos durante el año transcurrido y que cada uno intentará fortalecerse, una vez más, y volver en Teshubá. Y esto tratará de evitarlo a toda costa. La forma correcta es ir hacia D-os, tal cual somos, en la situación en la que estamos… y arrojarnos en sus brazos, gritando con fuerza: ¡Queremos volver en Teshubá! ¡Por favor, ayúdanos a lograrlo! Cuenta el Rab Eliezer Shuartzborg, que en la Ieshibá de Nobardok, en la cual él estudió en su juventud, cuando llegaban los días de Teshubá, se podía ver a los jóvenes internándose en el bosque cercano, donde, protegidos por los gruesos troncos de los árboles, lloraban y suplicaban a Hashem: ¡Ribonó Shel Olam! ¡Señor del Mundo! ¡Tu amado Abreimale sabe que pecó y te confiesa que este año no estuvo en el buen camino! ¡Pero ahora deseo volver a ti! ¡Tú sabes que mi intención es pura! Si tú no me ayudas ¿qué será de mí? ¡Papá ayúdame a volver en Teshubá! ¡Que no salga de este mes de Elul, de la misma forma en la que entré…! Así hacían los jóvenes de Nobardok, y así debemos hacer nosotros. No es necesario que vayamos a los bosques, pero si que le roguemos a Hashem, comprometiéndonos a hacer, de nuestra parte, los esfuerzos necesarios para corregir los errores cometidos durante el año, pero necesitamos Su ayuda, sin ella no podemos hacer nada. Aquí llega el turno de la "confusión". Ciertamente, todo depende de la Teshubá, pero, ¿cómo se hace Teshubá? ¿Acaso tenemos el poder de corregir nuestros errores? ¿Cuántas veces nos propusimos metas grandiosas, y se nos olvidaron? Entonces ¡¿qué valor tiene la Teshubá?! Justamente en este punto, es conveniente detenerse un instante, para demostrarle, a todo aquel que todavía no sabe que, también esa Teshubá es válida a los ojos de Hashem. Así escuchamos de uno de los grandes rabinos de nuestra época: Quien piensa en lo que hará después de Elul y Rosh Hashaná, se quedará sólo en la intención, y no le quedará nada de todo Elul… Pero si el Iehudí tiene voluntad verdadera de volver a su Creador, que no piense en qué hará después, que se ocupe principalmente que Elul sea Elul, hasta donde se pueda, y que se fortalezca en "cosas sencillas". Y si, de todas formas, esa persona responde: "Yo sé que, después de Elul, cambiará el contexto y yo, volveré a la rutina; entonces, ¿cómo me piden que transcurra el mes de Elul, en una actitud de Teshubá y fortaleza, cuando la verdad, todos la sabemos…? La respuesta es que, ¡también este es un reconocimiento del Reinado Celestial! Y la prueba está en que, esta persona, elige "actuar", justamente, en relación al Temor Celestial y no en otras cosas… y ya esto es algo… ¡Cuánto más en nuestra generación! Como un niño que pide disfrazarse en Purim, y lo hace disfrazándose según lo que tiene en su corazón, y elige lo más cercano a él. Es más, nadie sabe que ocurrirá después de un "pequeño acto"… ¡y es posible que éste lo influencie en su interior! Hay una segunda respuesta a la pregunta ¿qué valor tiene esa Teshubá? Si después de todo, volveré a la rutina. La dificultad principal que se le presenta a la persona, en su vida espiritual, son "sus propios permisos". La realidad es que regresa a sus pecados, hasta que los acepta como "permitidos" y los sentimientos que había desarrollado hacia ellos comienzan a diluirse y a desaparecer del mundo, sintiendo que pierde la fuerza para cambiar el delgado hilo, que se convirtió en una soga resistente. Una de las razones por las cuales Hashem nos entregó el mes de Elul, tiempo de juicio y retorno, fue para darnos la posibilidad de desconectarnos de nuestros "permisos", para que soltemos la gruesa soga de pecados y le devolvamos a nuestro corazón, el verdadero sentimiento. Por esto, si la persona adquiere este comportamiento, sólo en el mes de Elul, aunque después vuelva a la rutina, ya rompió la muralla que había entre él y el Creador. ¡Y cuando ésta se rompe, no se puede saber qué florecerá de esto! Quizás, cuando compruebe que puede cambiar, y no sólo por un mes, le encuentre el gusto y las ganas a la Teshubá, y reafirme los sentimientos del mes de Elul y de los días del juicio, porque aún saborea el gusto en su boca y - principalmente - al comprobar que tiene fuerzas y que la chispa que hay en su corazón no se apagó completamente. Una de las señales indicadoras de que un niño perdió la motivación para estudiar, es cuando dice "esto no es para mí", "esto no es para mi nivel", "no puedo hacerlo", etc. Los expertos en educación, saben que la forma más eficaz de regresarlo a su banco de estudio, es un gran premio que lo ligue al libro, y una vez allí, en su estudio, comprobará que sí lo puede hacer, y no dudará en meterse de lleno. Por eso, si la fuerza será por un corto tiempo, será suficiente para demostrarle a la persona que puede desprenderse de las esposas y desatar las sogas que ciñen sus manos. Esta será la mayor victoria, en el mes de Elul: salir de la "prisión de las costumbres" y comprobar que aún está en nuestras manos la posibilidad de acercarnos y tocar el retorno con la punta de los dedos. Un prisionero en su calabozo, para quien todo es oscuridad y tristeza, perdió toda esperanza de llegar alguna vez a la luz de la vida en libertad. Pero cuando lo llevan de paseo, sólo por un corto tiempo, aunque rodeado de policías, al salir del ámbito que lo envolvía, volverá a creer que existe la vida después de la cárcel y que alguna vez saldrá de allí, para comenzar una vida nueva. La claridad que se asomaba por los pequeños barrotes de su transporte, le mostró que todavía hay luz en el mundo, aunque él esté aún en la oscuridad y aunque lo lleven una y otra vez al calabozo, ya sabe que hay una inmensa luz, tras las murallas de la cárcel… SHABAT SHALOM!! Rab Isaac Ruben Yacar.