domingo, 26 de agosto de 2012

Mosul (Irak), la ciudad más peligrosa para los cristianos


Mosul (Irak), la ciudad más peligrosa para los cristianos

La cruel y despiadada persecución a los cristianos y a otras minorías religiosas que viven en numerosos países islámicos es de larga data y está ampliamente acreditada, al igual que la desidia e indolencia de las autoridades eclesiásticas y gran parte de los medios del orbe por no denunciar esos hechos aberrantes.

Los ataques de los que son objeto los feligreses cristianos y de otras confesiones se llevan a cabo rutinariamente y de distinta manera en casi todos los estados en los que el Islam es la religión predominante, siendo sólo pequeños matices y grado de virulencia lo único que los distingue.
Mosul se constituyó en la actualidad para los cristianos y otras minorías, en una de las ciudades más violentas y peligrosas de Irak. En virtud de ello, miles de personas huyen aterradas de la atribulada nación. La agencia de noticias cristiana BosNewsLife en un despacho emitido el jueves 16 de agosto informó que Carl Moeller, presidente de Open Doors USA, la rama americana del grupo internacional que lleva el mismo nombre, advirtió que la ofensiva en Mosul y todo Irak contra los cristianos es extremadamente grave. “Los cristianos en ciudades como Bagdad y Mosul están asidos por el terrorismo. “Ellos están huyendo en tropel”. Hoy se informó que al menos 20 personas murieron en explosiones y tiroteos en todo el país, agregó.
Antes de 2003, Mosul -situada en la parte noroeste del país, en la orilla oeste del río Tigris- fue el hogar de 75.000 cristianos de los cuales un 70 % pertenecía a la Iglesia caldea, mientras que el resto eran de la Iglesia siríaca ortodoxa y de la Iglesia católica. “Ahora, unos 25.000 cristianos viven en Mosul, que tiene una población de 2 millones de habitantes. Muchos más cristianos viven en la circundante provincia de Nínive, ha añadido la organización en un comunicado.
Los cristianos han abandonado gradualmente la ciudad iraquí desde 2003, cuando las fuerzas de EE.UU. depusieron al dictador Saddam Hussein. La guerra provocó una ola de violencia continua en la segunda ciudad más grande de Irak.
“Con el foco actualmente en Siria, Nigeria y Afganistán y la retirada de las tropas estadounidenses de Irak en diciembre pasado, se ha colocado a Irak en un segundo plano”, dijo Moeller. “Pero nosotros, como cristianos de Occidente debemos seguir rezando por nuestros hermanos y hermanas en Irak, que se enfrentan a la extinción si no oramos y abogamos por ellos”.
El presidente de la filial americana de Open Doors, dijo que casi no pasa un día sin que alguien muera por las bombas o las balas en lo que es la capital de la provincia de Nínive. Además de los cristianos, policías, soldados o funcionarios que trabajan para el gobierno han sido asesinados. “En medio de todo esto, no es difícil encontrar ejemplos de la creciente hostilidad hacia los cristianos”, incluyendo lo acontecido en mayo último, cuando 20 familias en Mosul recibieron “cartas de amenaza”, en las cuales los intimaban a salir de Mosul o enfrentarse a una posible violencia o rapto. Un cristiano de Mosul fue citado diciendo que “los terroristas en Mosul visitaron a cuatro agentes de bienes raíces, preguntando los nombres de los cristianos que recientemente vendieron sus casas”. Con esta información, Open Door, dijo, “ellos saben que tienen dinero y pueden ser posibles objetivos de secuestros”. Uno de los agentes, que se negaron a dar información a los terroristas, fue asesinado.
También en Mosul, la casa de un cristiano fue incendiada, y la policía desmanteló una bomba colocada en el coche de otro cristiano. El General Ahmed M. Aljaboury, Director General de la Policía de Mosul, dijo en declaraciones publicadas, que entre 2005 y 2011 sus fuerzas ” han registrado el asesinato de cerca de 69 cristianos, incluyendo a estudiantes universitarios, sacerdotes, empleadas femeninos y amas de casa.” Dos oleadas de asesinatos y actos de intimidación denunciados en 2008 y 2010 originaron que los cristianos huyesen de Mosul con tanta prisa que las Naciones Unidas tenían que brindarles asistencia de emergencia. Miles de cristianos han huido a Turquía, Jordania, Europa y Estados Unidos.
El paradigma de persecución religiosa tiene su modelo en Arabia Saudí, país en el que está prohibida otra confesión que no sea la musulmana. Se impide la manifestación pública de la fe cristiana y otros hábitos, como celebrar misas o llevar un escapulario al cuello. Mientras en Pakistán continúa la violencia de musulmanes sunníes contra otros creyentes, en especial cristianos, la ley contra la blasfemia decretada por el régimen de Karachi ha originado sentencias de muerte contra misioneros y sacerdotes por proclamar su fe. Casos análogos se suceden por doquier donde rige la Sharia.
En la República Islámica de Irán, fue condenado el año pasado a muerte por apostasía, Yousef Nadarkhani, aunque nunca fue musulmán practicante.
Ante la indignación de Occidente, a Nadarkhani -que no se ha resignado a renunciar a su fe cristiana y es pastor evangelista- las autoridades persas le inventaron nuevos cargos y dicen que en realidad la pena capital le será aplicada por violación y extorsión, y no como algunos dicen, por convertir a otros al cristianismo.
Con la asunción como presidente de Egipto del representante de la Hermandad Musulmana, Mohamed Morsi, la situación de los cristianos que ya era calamitosa, empeoró.
La web británica de cristianos egipcios UK Copt ha comunicado que de acuerdo con la edición del martes 14 de agosto de El Fegr, “elementos de las organizaciones terroristas jihadistas, han distribuido volantes incitando a la matanza de cristianos coptos en Suez, Ismailia, y el Alto Egipto, prometiéndoles a los cristianos coptos un final trágico si no vuelven a la verdad.”
Bajo el título “Un aviso urgente e importante”, comienza haciendo un llamamiento a “todos los hermanos y hermanas” a “matar o agredir físicamente a los enemigos de la religión de Alá, los cristianos en todas las provincias de Egipto, los esclavos de la Cruz, la maldición de Alá sobre ellos”.
Antes de la Guerra del Golfo en 1991 había alrededor de 1 millón de cristianos en Irak, país clasificado con el número nueve en 2012 por World Watch List (Lista Mundial de Vigilancia) entre los “peores perseguidores de cristianos”. Sin embargo, ese guarismo se redujo a cerca de 750.000-850,000 en 2003, de acuerdo a varias fuentes cristianas. Desde entonces los números han caído vertiginosamente, afirmó Open Doors, que estima que el número de cristianos que permanecen en Irak llega a 345.000. “Sin embargo, la cifra disminuye cada mes”.
Rubén Kaplan