Assange, de 41 años, salió al balcón de la sede diplomática vistiendo una camisa azul claro, corbata roja y pelo corto. Durante 19 minutos, agradeció al pueblo y al presidente de Ecuador, Rafael Correa, la concesión de asilo diplomático y saludó y dio las gracias a sus seguidores de todo el mundo.
En su breve mensaje ha podido leerse entre líneas algo de lo que el fundador de Wikileaks pretende hacer en los próximos días y semanas. Como punto de partida, se propone ejercer la mayor presión diplomática posible, con ayuda de su abogado, el ex juez Baltasar Garzón, y del gobierno ecuatoriano.
De momento ha conseguido mantener diplomáticamente ocupados a cinco países: Ecuador, Estados Unidos, Suecia, Reino Unido y su Australia natal. Este domingo, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) realizará en Guayaquil (Ecuador) una reunión de cancilleres para analizar el tema, que también será abordado en Washington por los Ministros de Exteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA) el próximo viernes.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ya se ha manifestado abiertamente a favor del apoyo brindado a Assange por Ecuador. Y Argentina y Colombia también respaldan a Correa sin embargo, Reino Unido insiste en que no reconoce esta protección y están dispuestos, incluso, a entrar en el territorio de la legación ecuatoriana para detener a Assange y extraditarlo a Suecia. Así, el caso del australiano ha pasado de ser judicial a político.
Los pasos de Suecia
En realidad, Suecia tiene en su mano los próximos pasos. Desde hace semanas, Assange intenta conseguir un acuerdo con los escandinavos para que se presten a interrogarle en Londres o le garanticen que no será entregado a Estados Unidos, su mayor temor, según ha explicado sus abogados. Pero Estocolmo no se ha movido ni un milímetro de sus posiciones.
Baltasar Garzón ha comparecido un par de horas antes que Assange y ha reivindicado "la exigencia de salvoconducto" para su representado. Además, el ex magistrado de la Audiencia Nacional ha señalado que ni él ni sus otros abogados van a quedarse pasivos y que "tiene instrucciones para iniciar acciones legales para reclamar los derechos que están siendo violentados de Wikileaks y de Assange". Y ha insistido en que el australiano "nunca ha rehuido contestar a las autoridades suecas y sólo solicita unas garantías mínimas", que, según él, aún "no han sido otorgadas".
La forma en que se realizaron las acusaciones contra Asssange en 2010 arroja algunas preguntas. Hasta ahora ni siquiera hay una demanda judicial. Pero por otro lado, le correspondería a Assange aclarar las preguntas planteadas. El australiano niega el abuso de dos jóvenes suecas, pero colabora poco para esclarecerlo.
¿Cuánto tiempo se prolongará el "thriller" en torno a Assange? Por ahora nadie puede predecirlo. Hace casi dos meses que está refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres y las puertas del balcón han vuelto a cerrarse.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/19/internacional/1345400126.html