Una pareja de ciudadanos británicos se dedicaba a la fabricación casera de explosivos y estaba considerando objetivos judíos
El tribunal de Mánchester, en Gran Bretaña, culpó ayer (jueves) a Shasta Khan, ciudadana británica de origen musulmán de 38 años de edad de dicha ciudad, de planear un atentado contra la comunidad judía en la zona junto con su marido, Mohammed Sajid Khan. La conspiración de ambos resultó frustrada en forma casual hace un año, porque surgió entre ellos una pelea en su casa, durante la cual vinieron algunos familiares a su domicilio, iniciándose una trifulca en el lugar, llamando uno de los complicados en el hecho a la policía.
Con el objeto de lograr la inmediata detención de Mohammed, el hermano de Khan dijo a los agentes policiales que él es un "terrorista nato" – y ellos decidieron llevar a cabo un registro en su domicilio. En el lugar se encontró abundante equipamiento para la preparación de bombas de fabricación casera, en base a materiales de limpieza cuya combinación entre sí puede provocar poderosas explosiones. Asimismo, los policías encontraron en el lugar videos de Al Qaeda donde pueden verse ceremonias de decapitación de víctimas de secuestros, material de propaganda de la red terrorista mundial e instrumentos para el montaje de las cargas explosivas caseras ya mencionadas.
En la historia de la navegación de la computadora de la casa se encontraron direcciones de sitios que explican cómo preparar bombas a partir de materiales de limpieza y búsqueda de direcciones de centros de la comunidad judía en Mánchester. En el GPS del vehículo de Shasta se encontró que estuvo recorriendo varias veces en las cercanías de las zonas de población judía en la ciudad.
Shasta Khan, que niega toda culpabilidad, rompió a llorar en el tribunal al ser acusada de tres cargos.
Su esposo confesó precisamente su culpabilidad en la audiencia anterior. El veredicto respecto a ambos se emitirá hoy, al parecer.
Una organización de la comunidad judía local informó, a propósito de la resolución que los miembros del jurado escucharon diversos testimonios respecto de actividad antisemita y mencionó que la pareja "estuvo investigando barrios judíos para poder estar bien enterados de dónde perpetrar actos hostiles." En una declaración de la organización "Community Service Trust" se informó también que el tribunal dejó al descubierto "la realidad del terrorismo contra los británicos de origen judío en la Gran Bretaña de nuestros días".