jueves, 9 de agosto de 2012

El antisemitismo de Irán es la amenaza más grande para los judíos

AJN.- Por Colbert I. King. Bajo ninguna medida soy judío. No nací de una madre judía. No fui criado ni educado como judío. Por lo tanto, no veo el mundo a través de los ojos de un judío. Pero tengo el poder de recordar, y lo hago como no judío, y de reconocer el vicioso antisemitismo cuando lo veo. El gobierno iraní es tan antisemita como el Tercer Reich.


 Échenle la culpa a mi crianza, o a lo que aprendí en el colegio, o lo que vi cuando visité el campo de concentración de Dachau en 1968. El Holocausto fue el evento más cruel del siglo XX.
Entonces es aborrecible para mí que un gobierno hoy en día pida la repetición de tal horror. Es increíble que el resto del mundo escuche tal atropello y mire para otro lado.
Me refiero, por supuesto, a los líderes actuales de Irán y a la respuesta global a la forma más virulenta de un antisemitismo apoyado por un estado desde la Alemania nazi.
Digo esto como bis nieto de esclavos, como hijo de padres cuyo potencial fue satisfecho por un racismo imparable, como hombre cuya juventud fue frustrada por Jim Crow y el prejuicio racial, como padre que sufre con enojo y pesar que ha fallado en darle a sus hijos y nietos una América que no piense que el color de piel es una mancha a su humanidad.
Y todavía sé en mi corazón que no somos los únicos que llevan la cruz de la intolerancia y el odio. Irán es más que una amenaza a una pieza de la geografía llamada Israel. La República Islámica es la mayor amenaza para los judíos que emergió en los últimos 70 años.
Bajo ninguna medida soy judío. No nací de una madre judía. No fui criado ni educado como judío. Por lo tanto, no veo el mundo a través de los ojos de un judío, como Adam Garfinkle podría argumentar, evidenciando sensibilidades morales judías o exhibiendo cualquier signo de memoria histórica judía.
Pero tengo el poder de recordar, y lo hago como no judío, y de reconocer el vicioso antisemitismo cuando lo veo. El gobierno iraní es tan antisemita como el Tercer Reich.
Escuchen al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y escucharán cepas de Adolf Hitler. Lean, por ejemplo, esto del último discurso del líder en Teherán a embajadores de los países islámicos:
“Ya son ahora 400 años desde que el horrendo clan sionista ha estado gobernando los asuntos más importantes del mundo. Y detrás de la escena de los principales círculos de poder, en organizaciones políticas, mediáticas, financieras y bancarias, han sido quienes toman las decisiones al punto de que un gran poder con una gran economía y una población de 300 millones de personas, con su candidato presidencial electoral, le besa el pies a los sionistas para asegurar su victoria”.
Y esto: “El régimen sionista es el símbolo de la hegemonía del sionismo en el mundo. Esto significa que es la mano de los poderes del opresor para la expansión de su hegemonía en la región y en el mundo”.
El pedido de aniquilación de Israel de Ahmadinejad hace eco del pedido de la exterminación judía del Fuehrer: “Cualquier amante de la libertad y buscador de la justicia en el mundo debe hacer su mejor esfuerzo por aniquilar al régimen sionista para pavimentar el camino del establecimiento de la justicia y la libertad en el mundo”.
Ahmadinejad estaba poniéndose al día con su vicepresidente, Mohammad Reza Rahimi, quien este año puso los estándares para el odio de los judíos. Hablando en una conferencia apoyada por las Naciones Unidas sobre el tráfico de drogas en junio, Rahimi dijo, según el periódico The New York Tiimes, que el Talmud enseña a “destruir a todos los que se opongan a los judíos”.
Los “sionistas”, dijo, están en control del tráfico de drogas. Rahimi contó sobre supuestas historias de ginecólogos asesinando a bebés negros por orden de los sionistas y dijo que la RevoluciónBolchevique de 1917 fue iniciada por judíos.
El foco internacional de hoy está en la adquisición de armas nucleares de Irán y la amenaza que presentaría un Teherán armado con dispositivos atómicos para Israel. Esa es una visión muy angosta. Ignora la mayora amenaza de un antisemitismo apoyado por Irán a los judíos de todo el mundo. La intolerancia de Irán tiene una dimensión global y eso es un desafío moral para todo el mundo.

JC