viernes, 18 de julio de 2014

Los ataques aéreos en Gaza son una necesaria demostración de fuerza para Israel


Un avión de Israel se aleja de Gaza luego de dejar caer sus bombas en los lugares previstosUn avión de Israel se aleja de Gaza luego de dejar caer sus bombas en los lugares previstos
Puede sonar como el estribillo de una triste canción familiar. Pero, enfrentado a Hamas y a otros grupos armados de Gaza que disparan cientos de cohetes contra él, Israel no tenía otra opción que lanzar una operación militar. El detonante inmediato fue el secuestro de tres adolescentes israelíes en la Margen Occidental, por la cual Israel culpa a Hamas, cuyos líderes habían llamado a efectuar secuestros. Israel respondió presionando la infraestructura de Hamas en la Margen Occidental. Hamas retrocedió, permitiendo un lanzamiento masivo de cohetes desde Gaza. Sin embargo, como tantas veces en Medio Oriente, las causas fundamentales hay que buscarlas debajo de la superficie.
Hamas se enfrenta a una crisis económica y política sin precedentes. El gobierno egipcio lo considera un enemigo, ha tomado medidas drásticas contra la actividad de contrabando, y mantiene el paso fronterizo de Rafah mayormente cerrado. Ha perdido su base siria y el apoyo iraní como resultado de la guerra civil siria. Ahora su autoridad dentro de Gaza se debilita: está en el punto de bancarrota y ha sido desafiada por grupos jihadistas animados por el éxito de ISIS.
El liderazgo político de Hamas esperaba que la reconciliación con la Autoridad Palestina en la Margen Occidental fuera su salvación. Pretendía pasarle la carga de la gobernabilidad cotidiana de Gaza, manteniendo el control general y fuerzas armadas independientes. Pero la AP se negó a pagar la cuenta de 40.000 “empleados” de Hamas y Egipto ha mantenido su presión.
Parece que el ala militar de Hamas decidió, por lo tanto, escalar el conflicto con Israel para mejorar la posición del movimiento.
Apostando por la renuencia de Israel a invadir Gaza, Hamas quiere demostrar “resistencia” a la presión israelí y presumir de sus capacidades, incluyendo cohetes de largo alcance y operaciones ofensivas utilizando comandos navales y túneles. Sin embargo estos intentos, hasta ahora, no sólo han sido frustrados, sino que Hamas parece haber calculado mal una vez más. Israel no tolera este tipo de bombardeo por mucho tiempo.
El objetivo de Israel es volver a restablecer un alto el fuego que sea tan estable y prolongado como sea posible, sin premiar a Hamas por la violencia. Para ello su fuerza aérea tiene como blanco a lanzadores ​​subterráneos, cohetes pesados, túneles ofensivos y estructuras de mando y control, incluidos los propios comandantes. Al degradar la capacidad y motivación de Hamas y otros grupos armados, espera forzar a Hamas a aceptar un alto el fuego y hacerlo cumplir.
Para algunos en Israel esto es demasiado suave, ya que sólo puede asegurar un alto el fuego temporal. Sin embargo, la alternativa parece aún menos deseable. Una conquista de Gaza, seguida de una larga operación para limpiar la infraestructura terrorista, resultaría costosa en vidas humanas en ambos bandos, y desviaría la atención de otras amenazas regionales, incluidos los jihadistas sunitas y el programa nuclear de Irán. También podría resultar en el colapso del gobierno de Hamas y el caos total – una perspectiva aún peor.
Lamentablemente, hay víctimas palestinas inocentes. Pero los que culpan por las bajas a las “desproporcionadas” acciones israelíes, deben sugerir cuál sería una respuesta “proporcionada” a los cientos de cohetes lanzados deliberada y continuamente contra civiles israelíes. ¿El que los grupos que disparan estos cohetes utilicen a civiles palestinos como escudos humanos les proporciona impunidad? ¿El que Israel tenga excepcionales defensas en el frente interno debe dictar autocomplacencia, incluso cuando millones corren diariamente a los refugios? Israel toma amplias medidas para evitar víctimas civiles, advirtiendo a los ocupantes de los edificios objetivos del ataque con llamadas telefónicas y panfletos. Mientras tanto, los líderes palestinos no condenan los ataques contra civiles israelíes.
Así que ¿Cómo terminará esto? La debilidad de Hamas y la falta de un mecanismo de mediación eficaz entre las partes pueden prolongar la confrontación. Aunque una operación terrestre en Gaza no es el deseo de Israel, finalmente podría sentirse obligado a lanzarla si los ataques aéreos no funcionan o si Hamas logra infligir bajas dolorosas. En tal escenario, el objetivo de Israel sería probablemente destruir las más pesadas capacidades militares de Hamas. Dada la profunda crisis que enfrenta a Hamas y la presión de Egipto en la frontera, a Hamas podría resultarle muy difícil reconstruirse después.
La AP está marginada por el actual conflicto, su acuerdo de reconciliación con Hamas parece cada vez más irrelevante. Como resultado, en última instancia no hay otra conclusión: sólo un verdadero acuerdo de unidad – que permita a los palestinos moderados asumir el control real sobre Gaza – puede poner fin a esta triste canción que se interpreta una y otra vez.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

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