martes, 14 de octubre de 2014


Brillante discurso de Yair Lapides el actual Ministro de Finanzas de Israel



Asunto: discurso de Yair Lapiden en el Memorial al  Holocausto, en  Berlín -20 de agosto 2014



Yair Lapides el actual Ministro de Finanzas de Israel y el presidente del partido Yesh Atid.



El Holocausto hace que nos preguntemos todos a nosotros mismos, la misma pregunta: ¿Qué habría hecho yo?

¿Qué habría hecho yo-judío – si estuviese en Berlín en 1933, cuando Hitler llegó al poder?¿Habría escapado ?  Habría vendido mi casa, habría vendido mi negocio? habría sacado a mis hijos de la escuela en el medio del año lectivo ? O me habría dicho a mí mismo: esto pasará, es simplemente una locura momentánea, Hitler dice todas estas cosas porque es un político que desee ser electo. Sí, él es antisemita, pero ¿quién no lo es? Hemos pasado por cosas peores. Es mejor esperar, agachar  la cabeza. Esto también pasará.

¿Qué hubiera hecho yo, si yo fuese un alemán en Berlín el 18 de octubre de 1941, cuando el primer tren salió de esta plataforma, en dirección al Este, llevando 1.013 Judios-niños, mujeres, ancianos -todos destinados ala muerte?
Yo no pregunto que habría hecho si yo  hubiese  sido un nazi, pero ¿qué habría hecho yo si hubiese sido un simple alemán, honesto, a la espera de su tren diario aquí en esta estación? Un ciudadano alemán de la misma edad que yo tengo ahora, con tres hijos como los míos; un hombre que hubiese educado  a sus hijos con  los valores de la decencia humana básica y del derecho a la vida, y al respeto. ¿Habría permanecido en silencio? ¿Habría protestado? ¿Habría sido uno de los pocos berlineses en unirse a la clandestinidad antinazi, o hubiese sido  uno de los muchos berlines  que siguieron adelante con su vida fingiendo que no pasaba nada?

¿Y si yo hubiese sido   uno de los 1.013Judios en ese tren? ¿Me habría subido al tren? Habría tratado de ayudar a escabullirse  a mi hija de  18 años de edad a los bosques del norte? Le habría sugerido a  mis dos hijos  luchar hasta el final? ¿Habría dejado caer mi maleta y empezado  a correr? O habría atacado a los guardias de uniformes negros y  deseado una muerte rápida y  honorable en lugar de morir lentamente de hambre y bajo  tortura?

Creo que sé la respuesta. Creo que tú también la sabes.

Ninguno de los1.013 Judios que  partieron hacia  sus muertes luchó contra los guardias. Ni ellos ni las decenas de miles que los siguieron desde este lugar. Tampoco lo hizo mi abuelo, Bela Lampel, cuando un soldado alemán lo llevó de su casa a altas horas de la noche el 18 de marzo de 1944. ”Bitte" (por favor), dijo su madre -mi bisabuela Hermine- al soldado alemán. Poco a poco se puso de rodillas y se abrazó a las botas del soldado.”Bitte", no se olvide que usted también tiene una madre.  El soldado no dijo una palabra. No sabía que desde la cama, escondiéndose bajo el diván, mi padre lo estaba  mirando. Un niño judío de 13 años que en esa noche se convirtió en un hombre.

¿Por qué no pelearon? Esa es la pregunta que me persigue. Esa es la pregunta con la que el pueblo judío ha estado luchando desde que partió el  último tren  hacia Auschwitz. Y la respuesta -la única respuesta-  es que no creían en la totalidad del MAL . Sabían, por supuesto, de que había gente mala en el mundo, pero ellos no creían  en la existencia de un mal  total,  un MAL organizado, sin piedad ni titubeos, un MAL  frío que los miraba, pero no los miraba ni por un instante, como humanos.

Para sus asesinos, ellos  no eran personas. No eran madres o padres. No eran hijos de alguien. Para sus asesinos, ellos  nunca celebraban  el nacimiento de un niño, nunca se enamoraban, nunca sacaban  a su viejo perro a pasear a las dos de la mañana, o reían hasta llorar con  la última comedia de Max Ehrlich.

Eso es lo que necesitas para matar a otro hombre. Para  estar convencido de que aquel  no es  en absoluto  un hombre. Cuando los asesinos miraban a las personas que partían de esta plataforma en su viaje final, no veían a padres judíos, sólo a judios. No eran poetas judíos o músicos judíos, sólo judíos. No eran Sres Braun o Sras Schwartz, sólo Judios.

Destrucción comienza con la destrucción de la identidad. No es de extrañar que lo primero que les hacían ,al llegar  a Auschwitz,  era tatuarles un número en su brazo. Es difícil matar a Rebecca Grunwald, una hermosa joven con cabellos rubios de 18 años de edad, pero al Judio número 7762A es muy fácil asesinarlo. Aun asi se trataba  de  la misma persona.

Setenta y cinco años después, sabemos más?¿Comprendemos más?

El Holocausto puso delante de Israel un doble desafío: por un lado se nos enseñó que tenemos que sobrevivir a cualquier precio, y ser capaces de defendernos a cualquier precio. Trenes  de   carga con Judios nunca más  volverán a salir desde  ninguna  plataforma del mundo. La seguridad del Estado de Israel y sus ciudadanos deberá  estar, por siempre, en nuestras manos únicamente. Tenemos amigos, y estoy aquí parado  justamente entre amigos. La nueva Alemania ha demostrado su amistad para con Israel una y otra vez, pero no debemos, y no podemos, entregarnos  a nadie más que a nosotros mismos.

Por otra parte, el Holocausto nos enseñó que no importa bajo que circunstancias, debemos permanecer siempre personas morales. La moralidad humana no se juzga cuando todo esta OK , se juzga por nuestra capacidad de poder  ver el sufrimiento del otro, aun en los casos  cuando tenemos todas las razones para ver sólo el  nuestro.

El Holocausto no se puede comparar –y no debe ser comparado- a ningún otro evento en la historia humana. Fue    - en palabras del autor K.Zetnik, sobreviviente de Auschwitz - "otro planeta". No hay que comparar, pero si debemos siempre recordar lo que aprendimos.

Una guerra como la que luchamos hoy, que parece probable que continue ,y que el mundo civilizado –lo  quiera o no–estará   involucrado , hace que las dos lecciones que aprendimos del Holocausto estén enfrentadas.

La necesidad de sobrevivir nos enseña a golpear  fuerte para defendernos. La necesidad de permanecer morales, aun cuando las circunstancias sean inmorales, nos enseña a minimizar el sufrimiento humano tanto como sea posible.

Nuestra prueba moral no se lleva a cabo en un laboratorio esterilizado ,  ni sobre una página de algún filósofo. En las últimas semanas, nos hemos visto frente  a  la prueba moral bajo  intensos combates. Miles de cohetes fueron disparados contra nuestros ciudadanos y terroristas armados cavaron túneles próximos a nuestros  jardines de infantes con el objetivo de matar o secuestrar a nuestros hijos.

Cualquier persona que nos critique debería preguntarse  :"¿Qué harías si viniera alguien  a la escuela de  tu hijo  con una pistola en la mano y comenzara   a disparar?"

Jamas, a diferencia de nosotros, quiere matar Judios. Hombres , mujeres , jóvenes o viejos, soldados o civiles. No ven ninguna diferencia, porque para ellos no somos personas. Somos Judios y eso es razón suficiente para asesinarnos.

Nuestra prueba moral, incluso en estas circunstancias, es continuar pero  distinguiendo  entre enemigos e inocentes. Cada vez que un niño muere en Gaza, me rompe el corazón. Ellos no son Jamas,  no son el enemigo, son sólo niños.
Por  eso , Israel es el primer país en la historia militar que informa a su enemigo de antemano dónde y cuándo va a atacar, a fin de evitar víctimas civiles. Israel es el único país que transfiere alimentos y medicamentos a su enemigo, mientras que la lucha continúa. Israeles el único país donde los pilotos abortan  su misión porque ven civiles sobre el terreno. Y a pesar de todo,  niños mueren, y los niños no deberían  morir.

Aquí en Europa, y en otras partes del mundo, las personas están cómodamente sentadas en sus  hogares, viendo el noticiero de la noche, y nos dicen que estamos fallando en la prueba. ¿Por qué? Debido a que en Gaza la gente sufre más. Ellos no entienden-o no quieren entender, que el sufrimiento de Gaza es la principal herramienta del MAL .Cuando les explicamos, una y otra vez, que Jamas utiliza a los niños de Gaza como escudos humanos, que Jamas los coloca intencionalmente en la línea de fuego, para asegurarse de que mueran, que Jamas sacrifica la vida de los jóvenes para ganar su guerra de propaganda, la gente se niega a creerlo.

¿Por qué? Porque no pueden creer que seres humanos -seres humanos que se ven como ellos y suenan como ellos-sean capaces  de comportarse de esa manera. Debido a que las buenas personas siempre se niegan a reconocer la totalidad del MAL , hasta que ya es  demasiado tarde.

Una y otra vez nos preguntamos por qué la gente en el mundo prefieren culparnos, cuando los hechos indican claramente lo contrario. A lo largo y ancho  del mundo,   musulmanes fanáticos masacran a otros musulmanes.
En Siria, en Iraq, en Libia, en Nigeria, más niños son asesinados en una semana que los que mueren en Gaza en una década. Cada semana,  mujeres son violadas, homosexuales son colgados  y   cristianos son decapitados. El mundo observa, manifiesta su cortés condena, y vuelve obsesivamente a condenar a Israel por luchar por nuestras vidas.

Algunas de las críticas provienen  del antisemitismo. Ha erguido su fea cabeza una vez más. A estas  personas les  decimos: les vamos a dar  lucha donde estén  .Los tiempos  en que los Judios se escapaban de ti se han acabado. No vamos a callar frente al  antisemitismo y esperamos que cada  vez más los gobierno, en cada  país ,que estén  hombro con hombro con nosotros y luchen  contra este mal con nosotros.

Otros críticos, tal vez más iluminados a su entender ,prefieren culpar sólo a nosotros de lo que sucede en Gaza, porque saben que somos los únicos que los  escuchamos. Ellos prefieren centrar su ira sobre  nosotros y porque saben que estamos comprometidos con sus mismos valores humanos, los cuales Jamas rechaza : compasión por los débiles,  racionalidad, protección de las personas homosexuales, de los derechos de la mujer, de la libertad de religión y la libertad de expresión.

No nos engañemos. El mal está aquí. Esta a nuestro alrededor. Pretende hacernos daño. El fundamentalismo islámico es un MAL  último, y al igual que el MAL  que  ya  estuvo  antes , ha aprendido a usar todas nuestras herramientas contra nosotros: Nuestras cámaras de televisión, los organismos internacionales, nuestros comités  de investigaciones y nuestro sistema legal. Así como el terror utiliza cohetes y  terroristas suicidas, utiliza nuestra incapacidad para aceptar que alguien iría a sacrificar los hijos de su propio  pueblo sólo para conseguir un titular de apoyo o una fotografía llamativa.

De pie aquí, en este lugar, quiero decir claramente que los líderes de Jamas, una organización terrorista anti-occidental, anti-semita, no pueden estar á salvo  mientras siguen atacando a civiles inocentes. Tal  como cada líder europeo haría, así como Estados Unidos hizo con Osama Bin Laden, asi vamos a perseguir a cada  líder de Jamas.

Este es el MAL al  que todos nos enfrentamos y al cual  Israel se encuentra enfrentado en primera fila. Europa debe saber, si nosotros fallamos en detenerlos, ellos vendrán por ustedes  .Debemos hacer todo lo posible para evitar el sufrimiento y la muerte de inocentes, pero estamos en el lugar correcto para decirle  a todo el mundo: No vamos a subirnos  al tren nuevamente. Nos vamos a  proteger  del MAL total.

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