miércoles, 15 de octubre de 2014

 **La Primera**De mis años de mozo suelo recordar una mujer, cuyo rostro olvidé y su nombrenunca lo supe. Ella fue la que me  tomó de la mano y me guío por los caminosque el sexo despierta en el joven y se adueña de lo que cree que es el amor.¿ Mi primer amor, mi primer deseo ? ¡ Mi primer cuerpo que tuve a mi lado !De ella aprendí lecciones que nunca olvidaré; aprendí la fuerza del deseo, enla juventud, aprendí que eso no es amor, aprendí responder a mi juventud sinsaber que los años aplacarían mis ansias, transformándolas en cariño, respeto ycomprensión, junto a la mujer amada.De ella aprendí que sus manos inquietas y curiosas abría un fuego en mi interior,elevándome por las nubes en un mundo de fantasía y placer, que dejaría cenizasque el viento del olvido las arrastraría hasta el mar y en mi mente nada quedaría.¡ Pero en mi mente quedó !No recuerdo su rostro, nunca supe su nombre, pero recuerdo su risa, el calor desu piel, la agilidad de sus manos, sus besos ardientes que mordían mis labios yyo sin sentir el dolor.¿Qué hacer con mis manos? Temblaban sin pausa, cobardes que fueron, sin saberque hacer con ellas.Mujer de rostro olvidado quiero ponerte un nombre para llamarte en mis sueños

¡¡Gracias: así te llamaré!Mario Beer-Shev

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