miércoles, 14 de enero de 2009
Gaza, según Amos Oz
Imagen de impacto de un misil lanzado desde la Franja de Gaza
Por Amos Oz (*)
El bombardeo sistemático de la población civil en ciudades y pueblos de Israel es un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad. Israel tiene la obligación de defender a sus ciudadanos. Para todos está claro que el gobierno israelí no tiene ningún deseo de invadir la Franja de Gaza, sino que preferiría continuar la tregua, que Hamas primero ha roto y después ha cancelado. Sin embargo, el sufrimiento de los civiles de la región fronteriza con Gaza no puede continuar.
La reticencia a invadir la Franja de Gaza no se debe a indecisión sino a que está claro que el deseo vehemente de Hamas es inducir a Israel a que emprenda una operación militar. Si en esa operación mueren decenas o centenares de civiles palestinos, inclusive mujeres y niños, el extremismo se reforzará en Gaza y quizá caiga de paso el gobierno de Mahmoud Abbas en Cisjordania, para ser sustitutido por los extremistas de Hamas.
El mundo árabe se solidarizaría con Gaza ante las imágenes de las víctimas transmitidas de allí por la televisión de Al-Jazeera y la opinión pública mundial se apresuraría a condenar a Israel, acusándolo de crímenes de guerra, esa misma opinión pública mundial a la que no le importa que se bombardee sistemáticamente a la población civil israelí.
Se ejercerá una presión masiva sobre Israel para que se refrene. No así sobre Hamas, porque no hay quien presione a Hamas y ya no queda casi nada donde presionar más a Hamas. Israel es un Estado, mientras que Hamas no es sino una pandilla de bellacos.
¿Qué podemos hacer, pues? El camino mejor para Israel es llegar a una tregua completa a cambio de un alivio del bloqueo impuesto a Gaza. Si Hamas sigue rehusándose a llegar a una tregua y prosigue el bombardeo de los civiles israelíes, hay que tener cuidado que una operación militar no le haga el juego a Hamas. El cálculo de éste es sencillo, cínico y malévolo. Si mueren israelíes inocentes, tanto mejor, y si mueren muchos palestinos inocentes, tantísimo mejor. Ante semejante actitud, Israel debe obrar con sensatez y no en un arrebato de ira.
(*) Intelectual y escritor israelí, de izquierda. Premio Príncipe de Asturias de Literatura 2007
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