martes, 16 de junio de 2009

RETIRAR LA NARRATIVA‏


By GERALD M. STEINBERG

Si la ley propuesta para prohibir las conmemoraciones de la "Nakba" palestina o catastrofe en Yom Ha'atzmaut es adoptada por la Kneset, la Suprema Corte es probable que la descarte como una violacion de la libertad de expresion. Pero el punto de este ejercisio es mucho mas importantes que el mecanismo especifico- muchos israelies judios ahora se dan cuenta que la guerra narrativa amenaza la supervivencia nacional. En respuesta, un contra-ataque a gran escala es necesario para reclamar nuestra historia y derechos a la igualdad soberana entre las naciones.
La guerra narrativa es tan vieja como los ataques por parte de los ejercitos arabes y los ataques terroristas. Siguiendo al fracaso de la invasion de 1948 para destruir al naciente Estado judio, los lideres arabes comenzaron una campaña masiva para reescribir estos eventos. El proceso fue repetido en 1967, cuando el movimiento del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser para borrar a Israel del mapa se convirtio en una "guerra de ocupacion". Repitiendo los mitos y slogans suficientes veces, y ayudados por el uso de la riqueza del petroleo, la intimidacion y el terror, esta estrategia ha tenido gradualmente exito. La guerra narrativa, la cual ha conquistado Europa y esta trasladandose a Norteamerica, comienza con la falsa historia cubriendo el periodo del Mandato, desde la Declaracion Balfour ha traves del plan de particion de la ONU de 1947. Esta version retrata a Israel como un "proyecto de colonizacion" judio forzado sobre los arabes por el antisemitismo europeo y culpable luego del Holocausto, tanto como al poder y manipulacion judios (como se reflejo en Los Protocolos de los Sabios de Sion). El violento rechazo arabe de la propuesta original de "dos estados para dos pueblos", y el continuo rechazo a aceptar un estado judio, sin importar las fronteras, ha sido quitado de estas historias. En la narrativa, los palestinos son siempre victimas inocentes- por definicion- e Israel es pintado como el agresor poderoso y manipulador. Los refugiados de guerra iniciados por los arabes se convirtieron en el objeto de la simpatia internacional, provistos por un sistema de apoyo internacional con presupuestos masivos que refuerzan la narrativa. La Agencia de Alivio y Trabajo de Naciones Unidas (UNRWA), la cual esta "conmemorando 60 años" de existencia, asegura que el odio sea perpetuado.
En contraste, el casi igual numero de refugiados judios que huyeron de ataques arabes ha desaparecido de los libros de historia- los refugiados judios no son consistentes con la narrativa.

Esta dicotomia de pensamiento simple- victimas palestinas y agresores judios- funciona bien con los academicos, intelectuales, periodistas, diplomaticos, colaboradores de campaña de las ONG de derechos humanos y lideres politicos de occidente (particularmente pero no solo europeos)- particularmente desde el limite liberal del espectro. Y los gobiernos europeos, incluyendo los cuidadosamente escondidos mecanismos de la Comision Europea, financian las guerras narrativas a traves de ONGs anti-Israel que reciben dinero bajo los engañosos titulares de "derechos humanos" y "compañeros de la paz". Sobre la base de estas imagenes, cada vez que Israel responde a ataques, el flujo de condenas surge- incluyendo falsas afirmaciones de "crimenes de guerra", "castigo colectivo" y "crisis humanitaria."
En Jerusalem, la guerra narrativa ha adoptado la version arabe, la cual elimina 3000 años de historia judia tanto como la ocupacion y sistematica profanacion del periodo 1948-1967. La Union Europea da grandes sumas a organizaciones como Ir Amim y B'Tselem que producen sus informes tendenciosos los cuales son copiados y publicados por la Comision Europea a fin de luego demonizar a Israel. Este es el equivalente politico de un esquema Ponzi- el dinero es provisto para generar informes anti-Israel que justifican dar mas dinero, sin ningun chequeo externo o contabilidad.

La guerra narrativa esta tambien detras de las campañas de boicot dirigidas a las universidades israelies, la inmoral campaña de Amnesty International para evitar que Israel obtenga armas para defensa propia y los casos de "lawfare" que explota los sistemas legales de España, Gran Bretaña y otras partes para reforzar las imagenes de la victimizacion palestina y los crimenes de guerra israelies.

Los lideres arabes israelies (o palestinos israelies, como algunos prefieren ser llamados) son una parte esencial de las guerras narrativas dirigidas a destruir la legitimidad de la soberania nacional judia. En este frente, las armas principales incluyen la retorica de derechos humanos e imagenes de afro-americanos, tanto como sudafricanos negros, que fueron sometidos a las crueldades del apartheid. Pero las analogias para estas situaciones son completamente retrasadas- en realidad, son los palestinos quienes niegan y buscan destruir la auto-determinacion judia. Las ONGs financiadas por Europa tanto como los bienintencionados pero pobremente informados donantes para el New Israel Fund son particularmente activos en este frente de demonizacion contra Israel.

Despues de años de ignorar o menospreciar el impacto de los ataques en la guerra narrativa, la mayoria judia finalmente ha reconocido los peligros. Mientras los israelies estan tambien concientes de los errores cometidos por nuestro lado, la demonizacin tambien ha reducido la voluntad de simpatizar con las victimas arabes.

La propuesta ley de "Nakba" es un aspecto del contraataque, y probablemente sea seguida por legislacion adicional, tanto como confrontaciones con los gobiernos europeos financistas, y los funcionarios de Naciones Unidas y otras que lideran el ataque. Esta sera una larga lucha, y sera necesaria una estrategia realista y cuidadosamente construida. Como las batallas con los ejercitos arabes y los terroristas palestinos, la victoria en la guerra narrativa es asi de importante para la supervivencia de la igualdad soberana judia.

El autor preside el Departamento de Ciencia Politica en la Bar-Ilan University y es director ejecutivo de NGO Monitor.
Fuente: The Jerusalem Post

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