lunes, 19 de julio de 2010
DESCANSEN EN PEDAZOS
By DANIEL GORDIS
07/16/2010
Khaled ha sido nuestro muchacho "arregla-todo" durante una década. Cuando él había terminado hace poco, me encontré con él en la sala de estar cuando estaba tomando un descanso de su trabajo. Él estaba mirando una serie de fotografías en la pared, una de las cuales se llama "Descansa en Pedazos".
"¿Qué es esto?", preguntó.
"Es un cementerio judío en Argentina", le dije. "Ves las letras hebreas en las lápidas?
"¿Pero por qué las lápidas estan destrozadas?" "La gente los rompió", le expliqué.
"¿Pero por qué iba alguien a hacer eso?" "Porque odian a los judios, supongo", le dije.
"¿Por qué?" Y un momento después, "Pero estos judios estaban muertos", me dijo. "Odian a los judios muertos, también?" Ahora las cosas se habían puesto surrealistas. Estabaa un árabe israelí realmente preguntandome por qué alguien puede odiar a los judios? Khaled no estaba bromeando. Parecía finalmente perplejo, y continuó estudiando la fotografía.
Yo realmente no sabía por dónde empezar. Le dije que en algunos lugares de Europa, la gente todavía destruye cementerios judíos. Él se quedó asombrado. Por un momento, considere decirle lo que habían hecho los jordanos a los cementerios judíos entre 1948 y 1967, pero por alguna razón, decidí no hacerlo. Tal vez yo sólo quería disfrutar, aunque fuera por unos pocos momentos, el esperanzador momento de un hombre árabe que no podía entender por qué alguien odiaria a los judios. Fue el tipo de momento que te da una cierta esperanza, aunque débil, aun si es un debil destello.
Pero los destellos desaparecen, especialmente en esta región. Unos días más tarde, mi esposa y yo estábamos en Tel Aviv para un programa excepcional sobre "La Ley del Retorno: Justa o Discriminatoria?", auspiciado por el Centro Metzilah, fundado por la Prof. Ruth Gavison, una de las juristas más eminentes del país y una pensadora sionista de gran profundidad. El Dr. Raif Zreik, de la Universidad de Tel Aviv, a quien nunca había escuchado antes, fue el primer orador.
Zreik, fue inmediatamente obvio, es un intelectual a tener en cuenta. Educado en la Universidad Hebrea, Columbia y Harvard, es extraordinariamente elocuente, habla un hebreo melifluo y no tira golpes. Tampoco perdió el tiempo.
Zreik comenzó explicando por qué él sabía que el no iba a cambiar nuestras mentes. La diferencia entre un intelectual y un ideólogo, dijo, es que un intelectual puede sorprenderse. Los intelectuales son suficientemente abiertos y racionales que ellos ocasionalmente se encuentran adoptando posiciones diferentes de las que habían pensado originalmente. Un ideólogo nunca puede hacer eso, dijo.
Pero nosotros los inmigrantes, afirmo Zreik, "no tenemos el lujo de ser intelectuales .... Todos ustedes son los intelectuales de mente estrecha, no porque ustedes no sean inteligentes, sino porque sus cuerpos no los dejarán ser honestos. Si lo fuesen, tendrian que admitir que ustedes no tienen derecho a estar aquí ".
A partir de ahí, Zreik se lanzo en lo que llamó una macro-visión de la historia sionista. Los palestinos estaban en Palestina, dijo, y los judios en Europa. Los Judios en Europa se encontraron con serios problemas, pero hubo entonces un error de coincidencia entre el lugar del problema (Europa) y el lugar de la solución (Palestina).
Todo lo que siguió, insistió, es el resultado de esa falta de coincidencia original.
Lo que fue sorprendente fue todo lo que Zreik no mencionó. Que los judios también tenían una conexión con este lugar y habían sido desterrados de el. Que antes de que Israel fue creado, los judios no tenían adónde ir. Que el mundo entendio eso y en última instancia, con Balfour, Peel y el plan de partición, decidieron colectivamente que los judios deben tener un estado, y que debe ser aquí. Que, irónicamente, fue el éxito del sionismo lo que encendió el nacionalismo palestino. No, nada de eso encajaría en su teoría, por lo que no fue mencionado. Zreik, brillante como el claramente es, se habia convertido en el mismo ideologo que recien habia definido.
Finalmente, Zreik era una versión culta de Helen Thomas. "Diles que salgan de Palestina" - palabras de Thomas, pero la posición de Zreik, también. Y con el mundo en casi todas partes volviendose contra los judios, una vez más, diciendo "Salgan de Palestina" equivale a decir "Descansen en pedazos." Zreik puede no tener esa intencion, pero ahí es donde su teoría debe conducir inexorablemente.
COMO PODEMOS conseguir más Khaleds, me pregunté. Gente decente, entendiblemente no siempre feliz con su suerte de árabes israelíes, pero gente que sólo quieren vivir juntos, no dar marcha atrás al reloj a un lugar que nunca puede ir.
Me encontré extrañando el desconcierto de Khaled por el odio. Por supuesto, la mayoría de la gente no utiliza la palabra "odio". Ellos hablan en términos de Palestina perteneciendo sólo a los palestinos, o la inmoralidad de la Ley del Retorno. O la intolerancia del embargo. Pero en última instancia, sus posiciones se reducen a esto - ustedes, a diferencia de todos los demás, no necesitan, o no merecen, un hogar. Vayanse. Y descansen en pedazos.
Lo que nos lleva a esta semana. Hay judios que se preguntan si el 9 de Av sigue teniendo sentido. Después de todo, nadie nos está masacrando. Israel está prosperando. Y Jerusalén esta reconstruida. ¿Por qué todo el duelo? Para mí, momentos como una noche con el Dr. Zreik, articulado y brillante como el es, justifica este período de luto. No se trata sólo del pasado, sino también del futuro, acerca de lo que aún podría suceder, y lo que ya puede estar empezando. "El Señor ha convocado reunido contra Jacob a los enemigos a su alrededor", dice Lamentaciones (1:17). "Jerusalén se ha convertido entre ellos una cosa inmunda."
Los Khaleds del mundo son muy pocos y muy espaciados. Hoy en día, en su mayor parte, estamos rodeados de un mundo que se ha cansado de nosotros, una vez más. Se ha cansado de su culpa, y se ha cansado del estado que recreo cuando ese sentido de responsabilidad estaba en su apogeo. Se acabó la época en que el mundo entendio, aunque solo por un momento, que nosotros, no menos que nadie, merecemos un lugar para estar. Lo tuvimos, brevemente, pero se ha ido.
Lo cual es el motivo por el cual, yo supongo, aún concluiremos la lectura de las Lamentaciones, no con su último verso, sino repitiendo la penúltima frase: "Regresanos, Señor ... renueva nuestros días como antaño. "
El autor es vicepresidente senior del Centro Shalem en Jerusalén. Él es el autor, más recientemente, de SALVAR A ISRAEL: COMO EL PUEBLO JUDIO PUEDE GANAR UNA GUERRA QUE PUEDE NUNCA TERMINAR, que recientemente recibió un premio del Libro Nacional Judio 2009
Fuente: http://danielgordis.org
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