viernes, 2 de julio de 2010

Mensaje XII - Rab Isaac Ruben Yacar‏

B´´H.

20 de Tamuz de 5770

2 de Julio de 2010

Las comunidades Alepinas solemos leer las Perashiot Koraj y Jukat el mismo Shabat. Al siguiente Shabat proseguimos con la Perasha Balak, y luego Pinejas, Es por eso que esta semana leemos Perasha Matot.

Perasha Matot


Nos encontramos en estas tres semanas que conmemoramos las tragedias ocurridas en el pueblo de Israel, principalmente la destrucción del 1er y 2do Bet Hamikdash y demás catástrofes a lo largo de la historia. En este mensaje me referiré al 4to de los 5 episodios que ocurrieron el 17 de Tamuz.

Tragedias acontecidas el 17 de Tamuz:

1) La Ruptura de las Tablas.

2) Se Dejó de Ofrecer el Sacrificio Diario.

3) El Enemigo Entró a Jerusalem.

4) Los Rollos de la Torá Fueron Quemados.

5) Un Ídolo Fue Colocado en el Templo.

La cuarta tragedia fue que el malvado Apóstomo quemó los rollos de la Torá.
En ese momento las fuerzas militares romanas estaban en contra de los judíos y de todo lo que para ellos era sagrado, causando una gran cantidad de disturbios.

Pregunta al Rab Ovadia Iosef Shelita sobre un incendio de 6 Sifré Torá:

Pregunta: “lamentablemente por un cortocircuito se incendio un Bet Hakneset con 6 Sifré Tora que se encontraban en el lugar. Esto pasó hoy al mediodía, 15 de Iyar 5723, 9 de mayo de 1963 y todavía la ceniza no se juntó. Agradezco una inmediata respuesta, Rabino Zelig Diskin Pardes Jana”.

Respuesta del Rab HaRashí de Jerusalem Rab Ovadia Iosef Shelita: “recibí su carta ayer, y me acongojo sobre la mala noticia de la quema de los 6 Sifré Tora, el Aharón Hakodesh y el Bet Hakneset.
Un Sefer Torá que fue quemado, Baavonotenu Harabim, por causa de un cortocircuito en el Bet Hakneset requiere que cada uno reflexione seriamente sobre lo acontecido.
De acuerdo a la Halajá, si se ha quemado totalmente, no es necesario enterrar las cenizas al lado de un Talmid Jajam que estudia Halajot. Pero es bueno y mejor enterrarlas a su lado.
Si el caso es que quedaron restos de pergamino del Sefer Tora, se deberán enterrar dichos restos al lado de un Jajam, acompañado por un cortejo público (Levaiá), reflexionando en Teshubá y Maasim Tobim.
No es necesario decretar ayuno para todo el público, solamente aquel que pueda, que lo haga y será bendecido. No se debe rasgar sus ropas por el Sefer, ya que esto fue un caso fortuito, y la Halajá establece que únicamente se deberá rasgar las ropas cuando el hecho fue adrede, o se podía haber evitado y no se evitó.”

La importancia de los libros:

En la Torá están escritas las 613 Mitzvot. Una de ellas, es la de escribir un Sefer Tora para uno mismo. Hoy en día que tenemos la imprenta, nuestros Sabios explican que comprando libros de Torá y Halajá, uno cumple con esta Mitzvá.
La persona debe comprar la mayor cantidad de libros de Tora de acuerdo a su posibilidad. Así el amor por Hashem se va agrandando.



Instrucciones de cómo cuidar los libros:

• Quitarles el polvo, y sacudirlos.

• Tratarlos con respeto.

• Tomarlos con reverencia.

• Regresarlos a su lugar.

• No conducirse ante ellos de manera despectiva, porque el que los desprecia seria como despreciar la palabra de Hashem .

No se debe escribir tonterías en sus páginas, ni apoyar nada sobre ellos, ni ponerlos sobre el piso, etc.
La regla es que todo aquel que cuida la santidad de los libros, está cuidando el honor de D’s, aumentando así su propia distinción.

Qué bueno y agradable seria que la persona dijese todas las Tefilot y Berajot leídas del libro, porque esto le ayuda a conectarse en lo que dice. Nuestros Jajamim sugieren que leamos del Libro directamente, ya que así se eliminan los pensamientos negativos.

Con la era de la tecnología y la imprenta, Baruj Hashem, tenemos acceso a una cantidad de ejemplares de Sidurim, Jumashim, Libros de Mishnaiot, Guemará, Halajot, etc. Por algo será que Israel se considera uno de los países que mayor cantidad de libros edita, a escala mundial. El Pueblo de Israel es llamado “el Pueblo del Libro.”
No hace muchos años cada uno que acudía al Bet Hakneset usaba su propio Sidur, sus propios Majzorim para las Fiestas. Esta costumbre con la avanzada y el acceso a tantos ejemplares, los Bate Knesiot comenzaron a ofrecer Sidurim para cada participante.
Por un lado, se le brinda a la gente un servicio próspero, sin embargo de esta manera se potencia la falta de amor y cariño por el Sidur propio.

Cuentan que en una oportunidad, le trajeron al Jafetz Jaim, el Tehilim de su madre. El Rab lo tomó con mucho cariño, y a su sorpresa, notó que se encontraba muy grueso, como si fuera que había estado bajo una tormenta. La causa verdadera de su estado era que la madre había derramado una cantidad ilimitada de lágrimas en ese Tehilim, para que su hijo fuera un Talmid Jajam.
Si todos nosotros hiciéramos Tefilá con nuestros libros, estaríamos dándole la Kedushá que cada uno de ellos merece.

Historia de la quema de libros:

El “Maguén Abraham” (comentario del Shulján Aruj Oraj Jaím 580) cita la “costumbre de individuos de ayunar” el día viernes previo a la lectura de Perashat Jukat. Por lo general, no se acostumbra ayunar los días viernes, lo cual convierte esta práctica en un enigma. Aun más significativo, es el hecho de que los ayunos tienen una fecha específica en el calendario (y no un día determinado de la semana).
¿Cuál es el significado de este día? Conmemora la quema de la carga de 20 (o 24, según otras versiones) carros de libros de Talmud y otros Sefarim en Paris en la época medieval. Este suceso, que no fue el único de su naturaleza, pues más tarde al existir ya la imprenta, la Iglesia ordenó censurar todos los libros editados por judíos. Significó una enorme pérdida de posibilidad de estudio, al margen del sacrilegio que este hecho involucró.
El Imrei Shammai nos proporciona el trasfondo de este incidente. En el sitio exacto en el cual fue quemado el Talmud y otros textos, previamente se habían quemado públicamente el Moré Nevujim del Ramba”m. ¿Cómo ocurrió eso?
El libro Moré Nevujim era un escrito controvertido en aquella época. Algunas de las autoridades Rabínicas más importantes, discreparon con el Ramba”m. Ellos se opusieron enérgicamente al estudio de la filosofía por temor a que perjudicara la firme confianza en D’s. Le reclamaban cuál había sido el motivo de omitir las fuentes de donde extrajo las decisiones en su Mishné Torá. Si bien no acordaron con las ideas del Ramba”m, jamás dejaron de respetar a la grandeza Rabínica del Sabio.
A pesar de que el Ramba”m pidiera en vida a sus seguidores que moderen la polémica, ciertos individuos enardecidos denunciaron estos escritos a la Iglesia, que se ocupó de confiscarlas y terminó incinerándolas en una plaza pública de Paris.
Más tarde, entonces, fue en aquel mismo lugar que ocurrió el nefasto acontecimiento de la quema de los carros de libros del Talmud. Cuando la comunidad judía presenció lo sucedido, tomó conciencia de la gravedad y responsabilidad de la quema de los libros del Ramba”m, se arrepintió y estableció un día de ayuno.
Dato a saber: El 10 de mayo de 1933, durante el régimen nazi en la Alemania de Hitler, fue famosa la quema de libros acaecida en Bebelplatz, en Berlín.

Lamentablemente, estos hechos con nuestros Sifré Torá y nuestros Libros, han ocurrido. Está en nuestras manos cuidar su santidad y respetarlos como tales Joyas de nuestra Sagrada Torá. De esta manera, revertiremos todos aquellos malos momentos que hemos pasado, para que estos sucesos no se vuelvan a repetir a lo largo de la historia de la Humanidad.


Velas: 17:42 hs.

SHABAT SHALOM!

Rab Isaac Ruben Yacar.

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