Por Lior Haiat
La Universidad Complutense de Madrid ha suspendido y lo ha hecho en dos ocasiones y en dos sentidos muy distintos.
Ayer, 29 de marzo, iba a tener lugar, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, una mesa redonda que llevaba por título “25 aniversario de las relaciones hispano-israelíes”. Iban a participar como ponentes cuatro personas: el Embajador del Estado de Israel, Sr. Raphael Schutz, el Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Sr. Jacobo Israel, el periodista e investigador Sr. José Antonio Lisbona y el Profesor Alex Baer.
Podría haber sido uno de los miles de actos que se organizan todas las semanas en dicha universidad o en cualquier otra institución universitaria de España, sin embargo, un día antes de la fecha, por decisión del decanato y, sin ninguna explicación, se procedió a suspender la mesa redonda.
Esto me lleva al segundo suspenso de la Complutense: en materia de libertad de expresión, libertad académica y pluralismo, no ha aprobado. Una vez más vemos como este espacio universitario deja poco espacio o apenas nada para otros pensamientos que no encajan con su pensamiento único. Han censurado unas voces y una actividad cuyo único objetivo era el de tratar el tema de las relaciones entre España e Israel que cumplieron su 25 aniversario este mismo año.
El escritor estadounidense Robert M. Pirsig en su famoso libro “El zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta” (1974) habló del “templo de la razón” para referirse a la universidad como espacio público que tiene que servir para ampliar los horizontes de los alumnos.
Lamentablemente, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología ha demostrado, como lo hicieran otros “templos” en el pasado, que su papel es someter a su alumnado al oscurantismo.
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel
P.D. Escribiendo estas líneas nos ha llegado una carta de respuesta del Decano de dicha Facultad, respuesta que viene a sumar un tercer suspenso para la Complutense. La carta del Decano responde a otra del Embajador de Israel en la que le preguntaba por las razones de la cancelación de la mesa redonda. El decano alega que el acto “no ha sido cancelado, sino que no se había solicitado su autorización”. Lamento indicarle que debido a la mala experiencia que acumulamos con la Universidad Complutense, pedimos un documento que mostrase la autorización de la Universidad y así lo recibimos hace una semana.
Fuente: Off the record
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