jueves, 28 de abril de 2011

PIENSA NUEVAMENTE: LA IRRELEVANCIA DE LOS ASENTAMIENTOS PARA LA PAZ (

By J. ROSENBLUM ROSENBLUM
04/22/2011 17:22 04/22/2011 17:22


El tema de los asentamientos dió al presidente norteamericano Barack Obama un camino para señalar al mundo musulman que tiene un amigo en la Casa Blanca. Y permite a los judios norteamericanos satisfacer su culpa judía por no lograr la paz, culpa misma que refleja una forma particularmente judía de arrogancia - la creencia que todo depende de nosotros y que si sólo fuéramos mejores, más magnánimos, la paz estaría al alcance de la mano.
Pero una cosa con la que los asentamientos no tienen nada que ver es con las posibilidades de lograr un acuerdo con los palestinos. Israel no podría volver a sus fronteras anteriores a 1967.
NINGUN EXPERTO MILITAR considero a las fronteras anteriores a 1967 de Israel capaces de ser defendidas. La llanura costera de Israel, en la que más del 80% de su capacidad industrial y el 70% de su población se encuentran, no tiene más que 24 kilómetros de ancho y se reduce a tan sólo 14 km. No menos importante es la vulnerabilidad topográfica de Israel. Gran parte de la cordillera central que atraviesa Judea y Samaria está a más de 900 metros sobre el nivel del mar, y tiene vistas a las ciudades a lo largo de la planicie costera. No sólo está la llanura costera toda expuesta, sino que lo está el aeropuerto Ben-Gurion y gran parte de la ruta Tel Aviv-Jerusalem.
La famosa descripción de Abba Eban de las fronteras de facto anteriores a 1967, como las "fronteras de Auschwitz" de Israel, expresó el consenso nacional. El llamado Plan Allon desarrollado por el entonces ministro de Relaciones Exteriores Yigal Allon, a raíz de la Guerra de los Seis Días, reflejó ese consenso. Allon imaginó a Israel reteniendo todo el Valle del Jordán - la superficie del lecho del río Jordán hasta la cresta de la vertiente oriental de la cadena de montañas de Judea y Samaria frente al Reino Hachemita de Jordania.
El juicio de expertos militares israelíes fue compartido por los de los Estados Unidos.
Después de la Guerra de los Seis Días, el secretario de defensa norteamericano, Robert McNamara, pidió al General Earl Wheeler, presidente del estado mayor conjunto, una evaluación de qué territorio mínimo estaría justificado que Israel retuviera. Wheeler dijo que Israel tendría que retener el territorio capturado para alcanzar fronteras defendibles militarmente, y un documento preparado por el Estado Mayor Conjunto recomendó "una frontera a lo largo del terreno de mando con vistas al río Jordán."
El Presidente Lyndon B. Johnson se hizo eco de la opinión de la Junta de Jefes del Estado Mayor cuando afirmó que un retorno de Israel a su posición de 4 de junio de 1967, no sería una "receta para la paz, sino para la reanudación de las hostilidades."
Por consiguiente, la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyos principales delineadores fueron el embajador norteamericano ante la ONU Arthur Goldberg y el embajador británico Lord Carradon, rechazó deliberadamente pedir a Israel retirarse de todo el territorio capturado como exigían los soviéticos, y se refirió al derecho de todo estado en el área a vivir en "fronteras seguras y reconocidas." La amenaza principal en las mentes de los pensadores militares en la época era que los ejércitos árabes combinados una vez mas atacaran como lo habían hecho en 1948 y 1967. La falta de profundidad estratégica de Israel, junto con ejércitos mucho más grandes y permanentes de países árabes, significaba que las fuerzas de tierra israelíes podrían ser invadidas antes que las unidades de reserva pudieran ser movilizadas. Ese miedo le dio tanta importancia a que Israel mantenga los puntos altos del Valle del Jordan, a través de los cuales cualquier ataque desde el oriente sería mucho más difícil y consumiría más tiempo, aún contra una fuerza de defensa numéricamente más chica.
AL MIEDO ANTERIOR A 1967 DE UN ataque terrestre convencional, ahora se ha agregado el de un fallido estado palestino convirtiéndose en un refugio seguro para grupos terroristas. Incluso hoy en día, las figuras de seguridad de Israel creen que es sólo la presencia del ejército israelí lo que impide una toma de posesión de Judea y Samaria por parte de Hamas.
De acuerdo con el Mayor General (Res.) Aharon Zeevi Farkash, ex jefe de inteligencia de Tzahal, sólo la presencia de Tzahal ha impedido que los palestinos de Cisjordania fabriquen cohetes de corto alcance, como en la Franja de Gaza.
La amarga experiencia del territorio abandonado por Israel transformado en enclaves terroristas para representantes de Irán en el sur del Líbano y la Franja de Gaza ha aumentado en gran medida el temor que Cisjordania se convierta en un refugio de terroristas. El peligro que mantiene despiertos en la noche a los estrategas israelíes es lo que el ex asesor de seguridad nacional el General de División (Res.) Giora Eiland llama el "tres cambiadores de juego" -- misiles anti-tanque, miisiles anti- aviones y cohetes de corto alcance - inuncando Cisjordania.
Cuando el Primer Ministro Netanyahu habla de un "estado palestino desmilitarizado", eso significa mucho más que la definición convencional del término - es decir, sin tanques, ni aviones, ni alianzas militares, ni estacionamiento de tropas extranjeras, y sin industrias de defensa o industrias con capacidad de doble uso. El quiere decir, dice Farkash, ninguna amenaza a la seguridad, ya sea simétrica o asimétrica, militar o terrorista - que pueda perturbar la vida cotidiana en Israel.
Como mínimo, eso exigiría a Israel mantener el control de las áreas que otean al aeropuerto Ben-Gurion, para evitar que las aeronaves comerciales sean vulnerables a misiles anti-aéreos disparados desde el hombro. Y requeriría la retención del Valle del Jordan para evitar el contrabando de "cambiadores de juego" a Cisjordania, como ha ocurrido en Gaza a través del Corredor de Filadelfia.
Además de las restricciones dramáticas sobre qué territorio se podría dar a los palestinos, incluso si no hay asentamientos, tendría que haber restricciones dramáticas a la soberanía palestina, lo que es poco probable que cualquier gobierno palestino acepte nunca. Por ejemplo, Israel tendría que mantener el control completo del espacio aéreo palestino. Un avión de combate puede atravesar los 64 km.
entre el Rio Jordan y el Mediterráneo en cuatro minutos, y el espacio entre el Río Jordan y Jerusalem en dos minutos. Por lo tanto Israel necesita mantener la capacidad para hacer frente a un avión enemigo en cuanto este cruce el río Jordán.
La posibilidad de un escenario 11/S significa que ningún aeropuerto palestino podría estar situado cerca de Jerusalem, y que Israel tendría que mantener el control del tráfico aéreo civil.
El terreno alto palestino permitiría avanzados radares y sistemas de vigilancia, y también facilitaría la interferencia de comunicaciones de redes de Israel.
Estas amenazas también tendrían que tenerse en consideración y que Israel tendría que mantener el control de un espectro electro-magnético unificado.
LA FORMA TRADICIONAL DE RESOLVER la aparente contradicción entre las preocupaciones de seguridad de Israel y la demanda de los palestinos de soberanía plena y territorio máximo es fingir que las tropas multinacionales protegerán a Israel del terrorismo y evitarán el contrabando a través del río Jordán. Ese, sin dudas, fue el enfoque del primer asesor nacional de seguridad de Obama, General James Jones, y probablemente del propio presidente, ya que el ha dicho muy poco acerca de las necesidades de seguridad de Israel.
Israel nunca aceptará eso - y con razón. En una conferencia de junio pasado sobre las necesidades mínimas de seguridad de Israel, Elliot Abrams, quien se desempeñó en el Consejo de Seguridad Nacional bajo el presidente George W. Bush, señaló que a los ojos del ministro Ariel Sharon, la más importante cláusula en la carta de Bush del 14 de abril de 2004 para él, era que comprometía a Estados Unidos a fortalecer "la capacidad de Israel para disuadir y defenderse a sí misma, por sí misma, contra cualquier amenaza o posible combinación de amenazas."
De acuerdo con Abrams, esa frase fue aún más importante para Sharon que el reconocimiento de Bush que Israel retendría los grandes bloques de asentamientos en cualquier acuerdo de paz. (El compromiso de este último, que fue ratificado por las resoluciones de ambas cámaras del Congreso, ya ha sido incumplido por la Administración Obama.) La experiencia de Israel con las fuerzas de paz internacionales ha sido uniformemente pobre desde que el secretario general de la ONU U Thant quitó las fuerzas de paz de la ONU del Sinaí antes de la Guerra de los Seis Días, lo que provocó a Abba Eban comparar las fuerzas de paz de las Naciones Unidas con un paraguas que se pliega cada vez que llueve.
Como lo dice el nuevo Asesor de Seguridad Nacional Yaakov Amidror, "los mantenedores de la paz van a arriesgar sus vidas buscando
armas en el casbah de Nablus para proteger a los israelíes.”
La experiencia ha confirmado más de esa conclusión. Las tropas de la UNIFIL en el sur de Líbano nunca han estado dispuestas a arriesgarse a irritar a Hezbolá. La UNIFIL filmó el secuestro por parte de Hezbolá de tres soldados israelíes en territorio israelí, por ejemplo, y no intervino ni informó a Israel. Incluso bajo un mandato firme en virtud de la Resolución 1701 del Consejo terminando la Segunda Guerra del Líbano, las fuerzas de paz de la UNIFIL no han impedido que Hezbolá acumule 50000 cohetes desde el final de los combates.
No sólo las fuerzas de paz no protegen a Israel, probablemente resultarían un obstáculo, siempre que Israel tenga que entrar en el territorio palestino en respuesta a ataques palestinos. La peor pesadilla para Israel sería la participación de las fuerzas de paz norteamericanas. Si un soldado estadounidense muriera alguna vez en el curso de una acción de represalia de Tzahal contra los terroristas, las consecuencias para la opinión pública en contra de Israel serían devastadoras.
LINEA FINAL: Aún si no hubiera ni un asentamiento, las necesidades de seguridad de Israel no pueden ser reconciliadas con las actuales exigencias territoriales y búsqueda de soberanía plena por parte de los palestinos. Y es por eso que los asentamientos son finalmente irrelevantes para la paz.

El autor es el director de Jewish Media Resources, ha escrito una columna regular en el Jerusalem Post Magazine desde 1997 y es autor de ocho biografías de los modernos líderes judíos.
Fuente: The Jerusalem Post- Este artículo fue traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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