martes, 19 de abril de 2011

Luego de 16 años, reabre el viejo teatro de Hebraica


Desde sus butacas, los porteños pudieron disfrutar en los 70 lo mejor del cine y del teatro, aquello que en cualquier otra sala estaba vedado. Por su escenario, pasaron las películas de Truffaut y Godard y las compañías de Sergio Renán, David Estivel y Augusto Fernandes. En plena dictadura militar el auditorio de la Sociedad Hebraica Argentina –o tan sólo “la Hebraica”– supo como esquivar la censura, pero no pudo contra la lógica implacable del mercado y en 1995 cerró sus puertas.
Ayer, después de 16 años, la Hebraica volvió a abrir . “Estamos transitando una época brillante de la Sociedad, saneando el presupuesto, las finanzas y la economía y cumpliendo con la misión que nos da pie para la cultura, la educación y el deporte, una herramienta hermosa para aglutinar a la comunidad”, se entusiasmó Oscar Olender, presidente de la SHA.
A las 20.30 el auditorio volvió a mostrarse y hubo fiesta en la comunidad judía. Pero hoy será el día en que el escenario vuelva a vibrar cuando toquen allí Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale.
La remodelación costó unos 300 mil dólares y además de volver a poner la sala en condiciones se amplió a 907 la cantidad de butacas.
Fue en 1968 cuando se inauguró el auditorio de la SHA en Sarmiento 2255, pleno barrio de Once. Hubo un concierto sinfónico dirigido por Teodoro Fuchs. La programación había comenzado con la obra “El campo”, de Griselda Gambaro y dirigida por Fernandes, con las actuaciones de Inda Ledesma, Lautaro Murúa y Ulises Dumont.
Con los años, por el teatro pasaron desde los ex primer ministro israelíes Ben Gurion y Shimon Peres, hasta Pedro Almodóvar y Ernesto Sabato.
Pero la Hebraica no pudo con la era del videocassette y la televisión por cable, y en 1995, como tantas otras salas, tuvo que cerrar.
Desde ayer, con la sala remodelada, la Hebraica volvió a tener una programación de lujo: además del recital de Baglietto y Vitale, mañana tocará –con localidades agotadas– Luis Alberto Spinetta. En tanto que el viernes 29 será el turno de la murga uruguaya Falta y Resto, y al día siguiente se presentará Elena Roger.
La Sociedad Hebraica fue fundada el 16 de abril de 1926. Ayer, Olender recordó las razones que impulsaron su creación: “promover la cultura judía universal, promover y formar una biblioteca con estudios judíos una casa de puertas abiertas”.

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