By ISI LEIBLER
04/20/2011
Estimado Primer Ministro Netanyahu,
Tras mi llamamiento la semana pasada al presidente Barack Obama a revisar sus políticas, ahora respetuosamente le insto a usted a neutralizar los efectos potencialmente desastrosos de la iniciativa para reconocer unilateralmente un estado palestino independiente basado en las indefendibles líneas del armisticio de 1949.
Permítame en primer lugar felicitarlo. Usted logró un amplio consenso nacional poco después de su elección dirigiendo su partido hacia la aceptación, en principio, de una solución de dos estados, incorporando las advertencias necesarias para la seguridad a largo plazo.
A pesar de ser enfrentado desde el día que asumió el cargo por un presidente de Estados Unidos determinado a distanciar a Estados Unidos de nosotros con el fin de apaciguar ("comprometer") al mundo islámico, usted resistió demandas que podrían haber afectado negativamente nuestras necesidades de seguridad a largo plazo. Pero, simultáneamente usted evitó una ruptura con nuestro único aliado importante, garantizando que el Congreso y el pueblo estadounidense sigan apoyándonos.
Hoy, estamos enfrentando una nueva combinación de amenazas políticas y militares. Con excepción de Estados Unidos, liderado por un presidente problemático, y unos pocos países como Canadá y Australia, nosotros nunca hemos estado tan aislados. Los europeos nos han abandonado, e incluso los alemanes se están distanciando. Las encuestas de opinión europeas, nos presentan como una amenaza mayor para la paz mundial que estados canallas como Irán, Corea del Norte, y hasta hace poco incluso Libia.
A pesar de la tardía retractación del Juez Richard Goldstone, la campaña global para deslegitimizarnos y difamarnos como criminales de guerra continúa en la ONU y en la mayoría de los medios de comunicación mundiales.
La presión se está intensificando en todo el mundo para negarnos el derecho a defender a nuestros ciudadanos de los terroristas genocidas.
El régimen xenófobo iraní amenaza con eliminarnos acercándose más a convertirse en una potencia nuclear.
La mal llamada "primavera árabe" ha dado un enorme impulso a los grupos radicales islámicos en la región, y es muy posible que podamos volver a estar rodeados por estados rechazadores.
Los palestinos siguen siendo absolutamente intransigentes.
La pérfida Autoridad Palestina (en la actualidad trata de reunificarse con Hamas) se niega a ceder en cualquier asunto, menos que todos en el "derecho de retorno" de los árabes. Su objetivo principal sigue siendo la disolución de la soberanía judía.
Hamas se ha fortalecido con avanzadas armas iraníes vertidas libremente a través de la frontera con Egipto. Envalentonados por el aumento del islamismo, ellos estan probando descaradamente nuestra determinación. Si nuestra disuasión limitada no reduce los misiles que llueven sobre nuestros ciudadanos, pronto podríamos encontrarnos inmersos en otra guerra de Gaza al mismo tiempo que enfrentamos a Hezbolá y un ambiente hostil en Egipto.
En resumen, a pesar que tenemos una gran tranquilidad en la capacidad de Tzahal para defendernos, nos enfrentamos a la más grave amenaza existencial desde 1967.
Es así seguramente obligatorio para usted, primer ministro, renunciar a la política partidaria y unirse a la oposición para promover el interés nacional.
No hay diferencias ideológicas de fondo entre el Likud y Kadima. Los observadores políticos creen que la principal barrera para un gobierno de unidad nacional es la convicción de la líder de Kadima, Tzipi Livni que su gobierno colapsará. Eso puede bien suceder, pero no importa cuántos escaños ella obtenga, a menos que se une a Yisrael Beiteinu de Avigdor Lieberman, ella no puede tener éxito en la formación de una coalición sin el Likud. Y usted, señor Primer Ministro, necesita el apoyo de Kadima para poder continuar con el programa deseado por la inmensa mayoría de la nación.
Por tanto, es imperativo que ustedes dos actuen como líderes responsables en un momento de crisis y se unan para frustrar una campaña global para imponer una solución sobre nosotros. No actuar ahora representaría una traición a la Casa de Israel.
Nosotros estamos obligados a presentar propuestas de fondo acerca de separarnos de los palestinos. Si, como es casi seguro, ellos aún se niegan a conceder algo, usted debe crear un entorno en el que los estadounidenses estén obligados a tratar con ellos.
Siendo realistas, las posibilidades de lograr un acuerdo permanente son cero. Los palestinos creen que el tiempo está de su lado, y ven las concesiones territoriales como medio de avanzar hacia su objetivo de anular la soberanía judía. Están convencidos que en septiembre, la comunidad internacional va a reconocer un estado palestino sobre la base de las líneas de armisticio de 1949 - sin que hayan sido obligados a aceptar alguna cosa.
A menos que nosotros presentemos una alternativa viable, el reconocimiento mundial de las fronteras del '49 sería un desastre diplomático con consecuencias negativas a largo plazo.
Al abordar al Congreso de los EEUU, le corresponde a usted hacer hincapié en que a pesar que los palestinos han rechazado todas las ofertas de compromiso territorial, usted está dispuesto a delimitar nuestras fronteras mínimas, las que incorporarán los principales bloques de asentamientos. Usted estaría de acuerdo en negociar otras áreas, siempre y cuando los palestinos actúen juntos.
Mientras tanto, sometidos a la aceptación plena de nuestras necesidades de seguridad, aprobaríamos al gobierno de la AP y mantendríamos el orden en la región bajo su jurisdicción.
Los palestinos, sin duda, van a rechazar esta oferta, pero al menos los estadounidenses y los demás serán enfrentados con la realidad que es la intransigencia palestina la que representa el mayor obstáculo para el progreso.
También es crucial mostrar un frente unido cuando somos obligados sea a aplicar disuasión más eficaz contra ataques terroristas o a reanudar la guerra contra Hamás con el fin de proteger a nuestros civiles.
La difamación permanente contra nosotros en las Naciones Unidas, sin dudas, continuará, pero al menos estaremos en una mejor posición para exponer la charlatanería que reina en ese organismo despreciable.
Señor Primer Ministro, nadie envidia las decisiones que se verá obligado a tomar en los próximos meses. Sin embargo, seguramente se dan cuenta que si usted se eleva por encima de la lucha política interna y forma un gobierno de unidad, la mayoría de los israelíes se alegrarían, y se uniría a las filas de distinguidos líderes que forjaron el destino de este país.
Sin embargo, si la terquedad de Livni se opone a esto, usted debe proceder de forma independiente con estas iniciativas políticas. Kadima no tendrá más remedio que apoyar - o sufrir ser diezmado en las urnas.
La historia honra a los líderes que impactan el destino de las naciones adoptando medidas valientes para promover el interés nacional. Si usted se moviera en esa dirección, sin dudas ganaría el apoyo de una vasta mayoría de israelíes.
Fuente: The Jerusalem Post- Esta nota fue traducida especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba
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