El Príncipe aboga por la fórmula de los dos estados para la paz en Oriente Medio

Don Felipe ha señalado la "necesidad de que Israel conviva con todos los estados árabes vecinos, incluido el palestino, en condiciones de armonía y plena seguridad"

Política | 11/04/2011 - 21:33h


El Príncipe ha abogado por la fórmula de los dos estados, un Israel judío y una Palestina árabe, como única vía para lograr la convivencia en paz en Oriente Medio. No ha sido el único, también Simon Peres, el presidente israelí ha apostado por la misma solución en el discurso que ha pronunciado esta noche en la cena que ha ofrecido a los Príncipes de Asturias en el histórico hotel King David de Jerusalén.
Don Felipe en un calculado ejercicio de ecuanimidad diplomática, ha llevado hasta el hasta el mismo corazón de Jerusalén un mensaje en el que al señalar la “necesidad de que Israel conviva con todos los estados árabes vecinos, incluido el palestino, en condiciones de armonía y plena seguridad”, daba la consideración de estado a los Territorios Palestinos. Pero al pedir también el “reconocimiento a la legalidad del otro”, don Felipe se ah dirigido a los países árabes que aún no han aceptado la existencia del estado de Israel. Las palabras que don Felipe ha pronunciado esta noche ante el presidente Peres contienen una paradoja ya que, hasta el momento España no ha reconocido al estado palestino. Como ha señalado esta tarde la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que acompaña a los Príncipes, España no tomará una postura unilateral sino que lo hará dentro del marco de la Unión Europea. Mañana, don Felipe y doña Letizia, viajaran a Ramala, en donde mantendrán un encuentro con Muhamud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, en un gesto que implica la voluntad de España de mantener una posición ecuánime entre las partes en conflicto.
La visita de los Príncipes a Israel y los Territorios Palestinos se produce en un momento en el que se ha reavivado el conflicto después de que el pasado jueves, las milicias de Hamas lanzaran desde Gaza un cohete que impactó en un autobús escolar que causó varios heridos. Como contestación Israel ha bombardeado la franja de Gaza causando varios muertos y heridos. Esta noche, el presidente Peres ha pedido a la comunidad internacional que condene los atentados cometidos por Hamas, afirmando que Israel se ve obligado a responder para defender la seguridad de sus ciudadanos.
Las palabras del heredero español y el presidente israelí han cerrado la primera jornada de la visita oficial de los Príncipes a Israel, en un clima de extrema cordialidad ya que han señalado ambos no se trata solo de un encuentro entre dos países, sino entre dos pueblos, el español y el judío, que separaron sus destinos en el siglo XV y que, sin embargo, han seguido mantenido unos lazos en la herencia hebrea en España, evidentes en la red de juderías, y la presencia de los hijos de Sefarad en Israel.
La historia ha unido en muchas ocasiones a los dos pueblos y el Príncipe quiso recordar también que junto a los seis millones de judíos víctimas del holocausto, también miles de españoles compartieron su trágica suerte en los “diabólicos campos de exterminio nazis”. Don Felipe y doña Letizia han iniciado la jornada con la simbólica visita al museo de Yad Vashem, creado en 1953, para honrar y, sobre todo guardar, la memoria de los seis millones de judíos víctimas del holocausto y paso obligado para todas las visitas oficiales a Israel. Aunque en los últimos años el museo se ha remodelado, tanto en continente como en contenido, para aliviar el impacto de las imágenes y pertenencias de las víctimas del holocausto, apostando por un mensaje más conceptual, los Príncipes, como el resto de los visitantes, han quedado “profundamente impresionados”, tal como escribió don Felipe en el libro de honor del museo, en el que también subrayó “no hay palabras para subrayar el escalofrío de horror pero sí para proclamar el compromiso de España con el recuerdo d las víctimas”. En la cripta del recuerdo, don Felipe avivó la llama de memoria ubicada sobre una lápida bajo la que están depositados restos de las cenizas de los judíos gaseados en los campos de exterminio nazis.

Fuente: La Vanguardia- España