lunes, 17 de marzo de 2014

Trescientos mil ultra ortodoxos judíos protestaron contra el enrolamiento


Los regiliosos jaridim colapsaron JerusalénLos regiliosos jaridim colapsaron Jerusalén
Trescientos mil ultra ortodoxos, participaron en una protesta en Jerusalén contra una nueva ley de alistamiento que el Gobierno Biniamín Netanayhu trata de sacar adelante y que por primera vez les obligará a servir en el Ejército de Defensa de Israel.
Bajo una convocatoria que lleva por lema “Congregación de oración y protesta”, los principales rabinos ultraortodoxos del país han conseguido reunir a miles de estudiantes de seminario que se oponen a la cuota de alistamiento en su comunidad, ligeramente superior a los cinco mil soldados.
“Netanyahu es como Asuero, un rey tonto”, dijo el diputado Israel Eichler, del partido Judaísmo Unido de la Torá (Yahadut Hatorá) y uno de los promotores de una concentración avalada por todas las corrientes de esta comunidad, sefardíes y askenazíes por igual.
Según el Libro de Ester, Asuero fue un monarca persa que reinó en el siglo V a.C. y que se dejó convencer por su primer ministro, Hamán, de la necesidad de acabar con los judíos.
En este paralelismo, los ortodoxos se quejan de que Netanyahu se ha dejado llevar por las presiones de otros partidos en su coalición para decidir que los estudiantes de seminario deban ser alistados como el resto de la población, poniendo fin a unas exenciones históricas que fueron revocadas en 2012 por la Corte Suprema de Justicia.
La masiva concentración a la entrada de Jerusalén paralizó casi por completo la ciudad, donde la circulación estaba restringida y se desplegaron 3.500 efectivos policiales.
También estuvo cerrada la estación central de autobuses y la autopista que la conecta con Tel Aviv.
Los jóvenes ortodoxos están exentos de servicio militar desde 1948, discriminación que con el tiempo ha generado la indignación del resto de la ciudadanía que presta un servicio de entre 2 años (las mujeres) y 3 (los hombres).
El alistamiento de estos jóvenes dedicados al estudio de la Torá fue clave en las pasadas elecciones generales, que apartó a los partidos ultraortodoxos del gobierno.
Hoy, los organizadores han querido hacer una demostración de fuerza a Netanyahu para decirle que no se doblegarán.
“¿Qué van a hacer, entrar a los seminarios? Se lo impediremos”, aseguró Moshé Ben Israel, un estudiante de seminario que podría verse afectado.
La propuesta, sacada a adelante a duras penas durante el último año y que debe ser votada este mes, establece también la suspensión de ayudas públicas a todo seminario que no aporte su cuota de reclutas.
Del servicio sólo quedarán exentos unos dos mil estudiantes por razones de salud y otros 1.800 considerados “sabios de la Torá” que seguir en las aulas rabínicas.
“A lo largo de la historia el pueblo judío ha sobrevivido a numerosas desgracias y persecuciones, también esta la superaremos”, agregó Ben Israel elevando sus manos al cielo, encomendándose al Creador.
La manifestación transcurrió en relativa calma, aunque según la policía en al menos dos focos de la protesta se detectó la quema de neumáticos y sus agentes debieron intervenir para apagarlos.