domingo, 14 de junio de 2009

El mensaje de Ana Frank contra el horror nazi ya tiene casa en el país


Aunque ayer todavía se trabajaba contra reloj en la casona de Belgrano nada va a impedir que hoy se inaugure el Centro Ana Frank Argentina: este 12 de junio la autora del diario más famoso del mundo habría cumplido 80 años.

Ubicada en Superí 2647, esta es la primera institución miembro de la Casa de Ana Frank -con sede en Amsterdam, Holanda-, en América latina, y la segunda en el mundo, después de la de Berlín. "Nuestro objetivo es promover el mensaje de Ana Frank contra el racismo, la xenofobia y todo tipo de discriminación y conectarlo con la actualidad", explica Jan Dubbelman, director del Departamento Internacional de la casa holandesa. "La historia de Ana -completa Héctor Shalom, director del centro de la Argentina- es el punto de partida para comprender los mecanismos de los totalitarismos, como lo fue la dictadura argentina, y reflexionar sobre la discriminación en nuestros días".

Para cumplir su misión organizarán visitas guiadas para escuelas, talleres para alumnos y actividades de formación para docentes y miembros de las fuerzas de seguridad. "Este es un museo interactivo que queremos que no sea sólo un lugar de visita sino una verdadera experiencia educativa, aunque nuestro objetivo principal son los jóvenes. Podríamos definirlo como un centro para una pedagogía de la memoria ", dice Shalom.

Los recursos son diversos. Como una muestra que con fotos y textos recorre en paralelo la historia del nazismo y la de la familia Frank -Otto y Edith, los padres y Margot y Ana, sus hijas- hasta que por su condición de judíos fueron obligados a esconderse. Hay fotografías tomadas por Otto de la vida familiar en Alemania, como una tarde de compras en Francfort en marzo de 1933, dos días antes de que los nazis ganaran las elecciones municipales. O el recomienzo de la vida en Holanda, todavía con las sonrisas a pleno disfrutando de la playa. Y la última, de Ana y Margot ya en el escondite: en mayo de 1940 el ejército alemán ocupa Holanda y en 1942 los Frank deciden esconderse. Ana lleva con ella un diario que sus padres le habían regalado unas semanas antes, al cumplir 13 años.

El refugio abarcaba las dos plantas superiores y el desván de la "casa de atrás" donde Otto tenía su empresa. El acceso estaba disimulado con una biblioteca. Esta entrada, la cocina, el estar, el baño y la habitación de Ana están recreados escenográficamente en la casa de Belgrano. Ambientes y objetos que rodearon durante dos años la vida de ocho personas: los Frank, los Van Pels y Fritz Pfeffer. Entre ellos, el diario de Ana, donde escribió sus pensamientos más personales y profundos. En agosto de 1944 todos son detenidos y llevados a Auschwitz. Ana muere a causa del tifus en marzo de 1945.

Hay más en el Centro, como una sala para proyecciones y debate, y un espacio donde a partir de paneles se cuenta la historia local de la dictadura a la democracia. Esta iniciativa está incluida en el programa "Puertas del Bicentenario" de la Ciudad y fue financiada por la Casa de Holanda y empresas diversas. "La casa fue donada por una familia que prefiere el anonimato -cuenta Shalom-. Y no es un casa cualquiera: siempre fue un lugar solidario para quienes necesitaron refugio". Fuente Clarin

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