viernes, 1 de abril de 2011

HACIA UN 'ISLAM DE FRANCE'



29/3/11

By NIDRA POLLER

Oraciones musulmanas en las calles de París? Filas y filas de fieles bajo la mirada de policías uniformados franceses? Cientos de hombres gritando "Allahu Akbar" en mezquitas al aire libre? Una serie de videos publicados en línea en los últimos dos años, que representa todo lo anterior, por parte de un periodista con el seudónimo de "Maxime Lépante" han provocado una mezcla de conmoción e incredulidad. Por al menos 15 años, los funcionarios locales han estado colaborando con el departamento de policía para autorizar tácitamente la obstrucción de unas pocas calles estrechas en el 18º distrito de París -calles Myrha, León, Polonceau, Poissoniers- para dar cabida a multitudes desbordante para las oraciones del mediodía del viernes. Similar "tolerancia" es exhibida por varias otras ciudades y pueblos franceses.
Las oraciones callejeras ilegales se convirtieron en una cuestión política nacional en diciembre pasado cuando Marine Le Pen, quien en enero reemplazó a su padre, Jean-Marie, como presidente del partido Frente Nacional, las denunció como una "ocupación sin tanques o soldados." Desde entonces, la cuestión se ha ampliado a un examen crítico del papel del Islam en la sociedad francesa, convirtiéndose en un problema importante entrando en la campaña presidencial de 2012. El ascenso en los numeros de encuestas de la Sra. Le Pen la pusieron cabeza a cabeza con el presidente Nicolas Sarkozy, y la probable candidata socialista Dominique Strauss-Kahn, y el débil desempeño del partido de UMP de Sarkozy en las elecciones locales este fin de semana hayan puesto aún más terreno para una reorganización en las elecciones del próximo año.
Es por eso que el señor Sarkozy, ha trabajado intensamente para no permitir que el Frente Nacional monopolice el tema. Anunció en diciembre pasado que el UMP celebrará un debate para aclarar los derechos y responsabilidades del Islam en una república basada en el principio de la laïcité o laicismo, a culminar en una convención prevista para la próxima semana. Deliberadamente rechazando la noción prevaleciente de "Islam en Francia"- del Islam como un cuerpo extraño dentro del estado- el presidente llamó en cambio por un "Islam de Francia", un Islam afrancesado, respetuoso de los valores y las costumbres francesas.
La oposición socialista ha reaccionado con sus propias declaraciones en defensa del laicismo, mientras que, no obstante rechaza el debate como una medida divisiva que estigmatiza a los musulmanes. El portavoz del Partido Socialista Benoît Hamon ha llamado a la obstrucción de calles inaceptable, al igual que Daniel Vaillant, el alcalde socialista del distrito 18, el mismo hombre que había facilitado tales oraciones callejeras durante 15 años. Elaborando sobre las dificultades sufridas por sus ciudadanos musulmanes, el alcalde ha prometido que el problema pronto sería resuelto mediante la construcción de una mezquita espaciosa. Hurgando una laguna más en la ley de 1905 que prohíbe la financiación pública de edificios religiosos, el ayuntamiento ya ha aprobado la financiación de un multimillonario centro cultural islámico en el distrito 18.




Benoît Apparu, subsecretario para vivienda del gobierno de Sarkozy, da un paso más, sugieriendo que la ley de 1905 podría ser modificada para facilitar un ambicioso programa de construcción de la mezquita que resolvería el problema de las oraciones callejeras.
Queda por ver si la propuesta del Sr. Apparu será vista favorablemente o rechazada como una transgresión del principio de laicismo en el centro mismo del debate.
La tolerancia de las oraciones callejeras ilegales no es más que un ejemplo de un fracaso general por aclarar la relación entre la mezquita y el Estado en Francia. El debate del UMP ha dado lugar a una reevaluación a nivel nacional de este problema crucial, que se ha parapetado detrás de una pared de tabúes. Anteriormente, todo intento de reafirmar y aclarar los valores nacionales había sido rechazado como un ataque contra los musulmanes. Pero desde diciembre, el discurso público sobre estas cuestiones ha sido reanimado. El Secretario General del UMP Jean-François Copé promete una discusión franca en la convención de la próxima semana, con medidas concretas a ser promulgadas para evitar que el Islam político entre en contravención con las leyes de la República.
Los críticos, por su parte, han cortado con todas las líneas partidarias en su oposición incluso a plantear cuestiones sobre la relación entre el Islam y la République. A principios de este mes Abderrahmane Dahmane, asesor especial sobre Diversidad del presidente, instó a los miembros musulmanes del UMP a no renovar su afiliación al partido si el debate sigue adelante como estaba previsto. En una señal de la determinación del gobierno de Sarkozy de adoptar una posición firme sobre la cuestión, el Sr. Dahmane fue despedido sumariamente. La jefe del Partido Socialista Martine Aubry habría sido una firmante de una petición contra el debate hasta la semana pasada, cuando ella retiró su nombre después que se supo que Tariq Ramadan, el controvertido erudito suizo, también lo había firmado. La ex periodista Anne Sinclair, cuyos comentarios son vigilados de cerca por lo que podrían sugerir acerca de las opiniones de su marido, el Sr. Strauss-Kahn, ha acusado al UMP y Frente Nacional de utilizar el tema para fomentar el miedo y la desconfianza antes de las elecciones del próximo año. En un comentario en su blog el mes pasado, ella arremetió contra los que "juegan con fuego" al pedir un debate sobre el papel del Islam en una sociedad laica en un momento en que el mundo árabe está al fin en posición directa de echar a los gobiernos autocráticos.
Esta objeción, en particular, parece perder el punto. Qué hay que temer de la aclaración de los principios fundadores de la République? Si las revueltas árabes son una disputa por la democracia y el autogobierno, entonces un debate abierto sobre la manera en la que la población desea gobernarse a sí misma sólo honraría a los manifestantes. La alternativa sería una gran vergüenza para los ciudadanos de Francia.

La Sra. Poller es una escritora estadounidense que vive en París.
Fuente: The Wall Street Journal- Este artículo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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