La violencia palestina no es sujeto de análisis en los medios

7/4/11
Una noticia del Jerusalem Post y The Telegraph

El actor árabe judío Juliano Mer-Khamis fue asesinado de cinco disparos en la ciudad cisjordana de Yenin. Aunque ningún grupo ha clamado la autoría del asesinato, la policía sospecha de que podrían haber sido miembros de grupos radicales, publica The Telegraph de Londres. Mientras que algunos medios relacionan el asesinato a integrantes del partido Al Fatah.
Mer Khamis había sufrido ataques en el pasado por parte de ciudadanos de Yenin que rechazaban el trabajo del actor, quien había abierto un teatro amateur para jóvenes, con el objetivo de incentivar la creatividad de la sociedad palestina de Yenin, según el diario británico.
Sin embargo, el propio teatro fue atacado porque representaba una amenaza para los valores de los radicales en Cisjordania, informa The Telegraph.
Por su parte, según una encuesta publicada por el Jerusalem Post, un tercio de los palestinos apoyan el ataque de marzo en Itamar, en el que fueron asesinados cinco integrantes de una familia israelí.
La encuesta fue dirigida por el profesor Jacobo Shamir del Centro de Investigación Harry Truman para la Paz y del Departamento de Comunicación y Periodismo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y por el profesor Khalil Shikaki, director del Centro Palestino para la Investigación Política y Encuestas.
Shamir y Shikaki también descubrieron que el 67% de los gazatíes busca organizar manifestaciones contra el Gobierno de Hamás, como las ocurridas en Túnez y Egipto.
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Comentario de ReVista de Medio Oriente
Si bien el asesinato a quemarropa de Juliano Mer-Khamis ha ocupado a varios medios hispanos (incluidos algunos marcadamente anti-israelíes), llama la atención que más allá de la información no se haya realizado un análisis en profundidad acerca de su significado.
Mer-Khamis, hijo de judía israelí y de cristiano árabe, fomentaba la creación artística entre los jóvenes de Cisjordania, con el objetivo de ayudarlos a expresarse creativamente y mejorar sus vidas gracias a la cultura. El corresponsal de El Mundo destacaba en su columna que “el hombre que solía decir “mi Intifada cultural tiene más éxito que la violenta”, ha acabado rendido a la ceguera del fuego”. Fuentes de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina relacionan su asesinato con las amenazas de los islamistas más extremistas”, mientras que portavoces de Hamás afirman que el asesino es miembro del partido gobernante de Cisjordania, Al Fatah –ANP-.
En resumen, ningún grupo ha tomado responsabilidad por su asesinato. Pero lo cierto es que ya había recibido múltiples amenazas por parte de extremistas palestinos opuestos a su proyecto teatral, que consideraban que alejaba a los jóvenes de la lucha armada contra Israel.
La agencia EFE destacó que “El Teatro sobrevivió a dos intentos de incendio y en 2009 aparecieron panfletos en el campo de refugiados de la ciudad en los que se calificaba a Mer Jamis de "sionista" y "quintacolumnista" y defendían que "si las palabras no ayudan, nos veremos obligados a hablar el lenguaje de las balas".
En cualquier caso, la violencia palestina ponía fin a la vida del actor, mientras que el Jerusalem Post brindaba a sus lectores una nueva encuesta que dibujaba el panorama acerca del odio en dicha sociedad contra Israel y que, salvo poquísimas excepciones, tan sólo el periódico comunitario judío Iton Gadol pasaba inadvertida para la prensa hispana latinoamericana y española. El hecho de que un tercio de los palestinos apoyara el asesinato de la familia Fogel en Itamar, ofrece material para la reflexión.
Recordemos que los terroristas sorprendieron a la familia mientras dormía. Cinco integrantes: los padres, dos niños y un bebé, fueron apuñalados hasta la muerte. El gobierno de Israel condenó duramente los ataques y, contra todas las previsiones, difundió algunas fotografías de la escena del crimen que conmocionaron a muchos. Incluso la Autoridad Nacional Palestina manifestó su repulsa ante los hechos.
Los medios sí se hicieron eco de este suceso, pero muchos se centraron en hablar de “asesinato de colonos”, como si los niños y los bebés fueran colonos en lugar de niños y bebés, o como si el hecho de ser colono fuera merecedor de ser asesinado. Esos mismos medios no consideran relevante mencionar que uno de cada tres palestinos ve con buenos ojos ese crimen y que en Gaza, incluso se festejó.
Los medios de comunicación hispanohablantes se hacen sistemáticamente eco de noticias relacionadas con Israel y nos ofrecen su lectura. Por ejemplo, Público incide últimamente en la “presión” que, según ese medio, ha llevado al juez Goldstone a refutar su propio informe sobre la guerra contra Hamás en 2008-2009.
Sin embargo, ignoran o no le ofrecen su espacio de reflexión a otras noticias como la del asesinato del actor Juliano Mer Khamis, o la de la reciente encuesta de los profesores Khalil Shikaki y Jacobo Shamir. Parecería que para ellos la realidad debe ser lo más parecido a un cuento maniqueo, donde los buenos son unos palestinos sin tacha y los malos, unos ogros israelíes sedientos de sangre. Y cuando la realidad llama a su puerta, simplemente no abren, o la hacen pasar por la puerta de atrás. No vaya a ser que su castillo de falsedades, construido a base de largos años de mentiras y omisiones, se desmorone, dejando en evidencia su absoluta falta de profesionalidad.

E.S.K. y M.G.
Fuente: Revista de Medio Oriente