viernes, 4 de noviembre de 2011

DE LA PRIMAVERA ARABE AL INVIERNO ISLAMISTA

Cuando estallaron los levantamientos de la primavera arabe a principios de este año, muchos expertos en politica exterior estuvieron alarmados que las revueltas tomaron por sorpresa a la Casa Blanca y se preocuparon por la falta de respuesta de la administracion Obama. Washington adopto una politica de manos fuera hacia los amplios cambios politicos, argumentando que el pueblo de la region debe ser libre de formar su propio destino. "No debe haber dudas que Estados Unidos de America da la bienvenida al cambio que hace avanzar la auto-determinacion y oportunidad", dijo en mayo el Presidente Obama. En su forma tipicamente debil, el tambien advirtio que, "nosotros debemos proceder con una sensacion de humildad."
Por consiguiente, la humilde administracion americana revoco cualquier rol de fuerte liderazgo en guiar el cambio que estaba en camino. Los extremistas musulmanes se dieron cuenta que a ellos se les estaba presentando una oportunidad de asumir el poder y comenzar ese proceso. Los alentadores de la administracion Obama observaron despreocupados desde los laterales, manteniendo que no sucederian tomas de poder radicales, no importaria, o seria un resultado positivo. La idea que los islamistas no llegarian al poder esta rapidamente siendo inclinada.
En Tunez, el una vez proscripto Ennahda o Partido Renacimiento, el cual promueve el gobierno basado en la ley de Shariah, gano la pluralidad de la votacion en las elecciones del domingo para la nueva Asamblea Constituyente. En Egipto, la Hermandad Musulmana, la cual anteriormente habia dicho que permaneceria fuera de la politica electoral, es favorecida para dominar las carreras parlamentaria y presidencial agendadas para los proximos meses. En Libia, el lider del Consejo de Transicion Nacional, Mustafa Abdul-Jalil, recompenso el apoyo de la OTAN por su revolucion declarando, “Cualquier ley que viole la Shariah es nula y vacia legalmente,” reintroduciendo la poligamia y prohibiendo pagos de intereses en bancos. El Departamento de Estado tontamente descarto esto como "democracias basadas en lo islamico pulseando con el tema de establecer el imperio de la ley dentro de un contexto cultural apropiado." La apropiada respuesta americana hubiera sido denunciar energicamente estos movimientos y amenazar con retener todos los aproximadamente $30 mil millones de dolares en bienes del gobierno libio congelados en Estados Unidos.
El surgimiento de los islamistas constituye un gran paso hacia atras para la modernizacion y el progreso. Las mujeres arabes estan viendo sus derechos reducidos, revertidos o destruidos. Los empresarios de clase media encontraran mas dificil interactuar con la economia global. Las minorias religiosas, principalmente cristianos, estan siendo sometidas a creciente violencia e intimidacion. Cuando Washington simplemente platica acerca de "contextos culturales", la señal para los extremistas es “adelante a toda maquina.”
No hay un punto alto estrategico en algo de este cambio para Estados Unidos. Los nuevos gobiernos islamistas post-autoritarios no tendran ninguna afinidad particular hacia America o sus valores. Los socios regionales, especialmente Arabia Saudita, estan alarmados que la administracion Obama estuviera tan dispuesta a arrojar bajo el camion a los aliados de larga data como el presidente egipcio Hosni Mubarak. Los israelies estan observando como mas de 30 años de estabilidad construida y mantenida cuidadosa y rigurosamente estan siendo quitados. Mientras tanto, aquellos gobiernos a los que Washington quisiera ver caer, en Siria e Iran, estan persistiendo.
La Primavera Arabe se esta convirtiendo rapidamente en un Invierto Islamista.
Fuente: The Washington Times- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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