lunes, 14 de noviembre de 2011

Israel, Sudán y yo

Un notable discurso ante la reciente Conferencia Durban en NY
Simon Deng
Estas son las palabras de Simon Deng, alguna vez esclavo sudanés.
Se dirige a la Conferencia Durban en Nueva York.
Quiero agradecer a los organizadores de esta conferencia, “Los Peligros de la Intolerancia Global”.
Es un gran honor para mí y es realmente un privilegio estar entre los distinguidos oradores de hoy.
Llego aquí como un amigo del Estado de Israel y del pueblo judío.
Llego para protestar contra esta conferencia Durban, sustentadas en un conjunto de mentiras. Está organizada por naciones que, ellas mismas, son culpables de los peores tipos de opresión. No van a ayudar a las víctimas del racismo. Sólo aislarán y tendrá como objetivo al Estado judío.
Es una herramienta de los enemigos de Israel.
La misma ONU se convirtió en una herramienta contra Israel. Durante más de 50 años, el 82 por ciento de las reuniones de emergencia de la Asamblea General de la ONU fueron para condenar a un estado: Israel. No se lo podría haber hecho más feliz a Hitler.
La Conferencia de Durban es una atrocidad. Todas las personas decentes lo sabrán.
Pero amigos, vengo hoy aquí con una idea radical.
Vengo a decirles que hay pueblos que sufren el anti - israelismo de la ONU, incluso más que los israelíes;
Por favor, escúchenme lo que tengo que decir.
Al exagerar el sufrimiento palestino, y al culpar, por ello, a los judíos , la ONU ahogó los gritos de aquellos que sufren en mayor medida.
Durante más de cincuenta años, la población indígena negra de Sudán - tanto cristianos como musulmanes – fueron víctimas de los brutales y racistas regímenes árabes musulmanes de Khartoum. En el sur de Sudán, mi patria, alrededor de 4 millones de inocentes hombres, mujeres y niños fueron masacrados desde 1955 hasta 2005. Siete millones fueron limpiados étnicamente y se convirtieron en el grupo de refugiados más grande desde la Segunda Guerra Mundial.
La ONU está preocupada por los, así llamados, refugiados palestinos. Dedicaron una agencia separada para ellos y son tratados con un privilegio especial.
Mientras tanto, mi pueblo, limpiado étnicamente, asesinado y esclavizado, es ignorado. La ONU se niega a decirle al mundo la verdad sobre las verdaderas causas de los conflictos de Sudán. ¿Quién sabe , de verdad, que está ocurriendo en Darfur? No es un "conflicto tribal". Es un conflicto arraigado en el bien conocido colonialismo árabe en el norte de África. En Darfur, región del udán occidental, todo el mundo es musulmán. Todo el mundo es musulmán porque los árabes invadieron el norte de África y convirtieron a los indígenas al islam.
A los ojos de los islamistas de Khartoum, los habitantes de Darfur no son suficientemente musulmanes.
Y los habitantes de Darfur no quieren ser arabizados. Aman sus propias lenguas, vestimenta y costumbres africanas.
¡La respuesta árabe es un genocidio!
Pero nadie, en la ONU, dice la verdad sobre Darfur.
En las montañas Nuba, otra región de Sudán, el genocidio está teniendo lugar mientras hablo. El régimen islamista de Khartoum tiene como objetivo a los africanos negros - musulmanes y cristianos. Nadie en la ONU dijo la verdad sobre las montañas Nuba.
¿Oyen a la ONU condenar el racismo árabe contra los negros?
Lo que encontrarán, en las páginas del New York Times, o en el registro de las condenas de la ONU, son los "crímenes de Israel" y el sufrimiento palestino. Mi pueblo fue expulsado de las primeras páginas debido a las exageraciones sobre el sufrimiento palestino.
Lo que hace Israel es presentado como un pecado occidental. Pero, la verdad, es que el verdadero pecado ocurre cuando Occidente nos abandona: las víctimas del apartheid árabe/islámico.
La esclavitud fue practicada en Sudán durante siglos. Fue restablecida, como arma de guerra, a comienzos de los ´90.
Khartoum declaró la jihad contra mi pueblo y eso legitimó tomar esclavos como botín de guerra.
Milicias árabes fueron enviadas a destruir pueblos del sur y animadas a tomar mujeres y niños africanos como esclavos.
Creemos que más de 200.000 fueron secuestrados, llevados al norte y vendidos como esclavos.
Yo soy una prueba viviente de este crimen contra la humanidad.
No me gusta hablar de mi experiencia como esclavo pero, lo hago, porque es importante para el mundo saber que la esclavitud existe, hoy en día.
Yo sólo tenía nueve años cuando un vecino árabe, llamado Abdullahi, me engañó para que lo siguiera a un barco. El barco terminó en el norte de Sudán, donde me entregó como regalo a su familia. Durante tres años y medio fui su esclavo, pasando por algo por lo que ningún niño nunca debería pasar: brutales golpizas y humillaciones; trabajando día y noche; durmiendo en el suelo con los animales; comiendo las sobras de la familia. Durante esos tres años no pude decir "no". Lo único que podía decir era: "sí", "sí", "sí".
Las Naciones Unidas sabían de la esclavitud de los sudaneses del sur por parte de los árabes. Su propio personal lo informaba a UNICEF, bajo la presión del Grupo Estadounidense Contra la Esclavitud, liderado por judíos, le llevó dieciséis años reconocer lo que sucedia. Quiero dar las gracias, públicamente, a mi amigo, el Dr. Charles Jacobs, por liderar la lucha contra la esclavitud. Pero el gobierno sudanés y la Liga Árabe presionaron a UNICEF y, UNICEF, dio marcha atrás, y comenzó a criticar a aquellos que trabajaron para liberar a los esclavos sudaneses. En 1998, el Dr. Gaspar Biro, el valiente Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos en Sudán, que informó sobre la esclavitud, renunció en protesta por las acciones de la ONU.
Amigos míos,
Hoy en día, decenas de miles de sudaneses negros del sur sirven a sus amos en el norte y la ONU no dice nada. Sería ofender a la OCI y a la Liga Árabe.
Como ex - esclavo y víctima de la peor forma de racismo, permítanme explicar por qué creo que llamar a Israel estado racista es absurdo e inmoral.
Estuve en Israel cinco veces visitando a los refugiados sudaneses. Permítanme contarles cómo llegaron allí. Esos son sudaneses que huyeron del racismo árabe, con la esperanza de encontrar refugio en Egipto.
Estaban equivocados.
Cuando las fuerzas de seguridad egipcias masacraron a veintiséis refugiados negros en El Cairo, que protestaban contra el racismo egipcio, los sudaneses se dieron cuenta que, el racismo árabe, es el mismo en Khartoum y El Cairo.
Necesitaban refugio y lo encontraron en Israel. Esquivando las balas de las patrullas fronterizas egipcias y caminando distancias muy largas, su única esperanza era llegar al lado israelí de la valla, donde sabían que estarían a salvo. Los musulmanes negros de Darfur escogieron a Israel por encima de todos los otros estados árabes musulmanes de la zona. ¿¿¡¡¡Saben lo que eso significa!!!?? ¿¿¡¡¡Y los árabes dicen que Israel es racista!!!?
En Israel, los negros de Sudán, cristianos y musulmanes, fueron bienvenidos y tratados como seres humanos. Sólo vayan y pregunten como yo lo hice. Me dijeron que, en comparación con la situación en Egipto, Israel es el "cielo".
¿Israel es un estado racista? Para mi pueblo, el pueblo que conoce el racismo, la respuesta es un rotundo no.
Israel es un estado de personas con los colores del arco iris.
Los propios judíos vienen en todos los colores, incluso el negro.
Me reuní con judíos etíopes en Israel. Hermosos judíos negros.
Así que, sí... Hoy llego aquí para decirles que el pueblo que más sufre de la política de la ONU contra Israel no es el israelí, sino todos esos pueblos que la ONU ignora, con el objeto de contar su gran mentira en contra de Israel: Nosotros, las víctimas del abuso árabe/musulmán: mujeres, minorías étnicas, minorías religiosas, homosexuales, en el mundo árabe/musulmán. Esas son las principales víctimas del odio de la ONU hacia Israel.
Obseven la situación de los coptos en Egipto, los cristianos en Irak, Nigeria e Irán, los hindúes y bahais que sufren la opresión islámica. Los sikhs. Nosotros, una coalición arco iris de víctimas y objetivos de los jihadistas. Todos sufrimos. Somos ignorados, estamos abandonados. Así que la gran mentira en contra de los judíos puede seguir adelante.
En 2005, visité uno de los campos de refugiados en el sur de Sudán. Conocí a una niña, de 12 años, que me habló de su sueño. En un sueño, quería ir a la escuela para convertirse en médica. Y, después, querría visitar Israel. Quedé impactado. ¿Cómo podría, una chica refugiada que pasó la mayor parte de su vida en el norte, saber sobre Israel? Cuando le pregunté por qué quería visitar Israel, dijo: "Ese es nuestro pueblo”. Nunca fui capaz de encontrar una respuesta a mi pregunta.
El 9 de enero de 2011, Sudán del Sur se convirtió en estado independiente. Para los sudaneses del sur, eso significa el fin de la opresión, la brutalización, la demonización, la islamización, la arabización y la esclavitud. De manera similar, los árabes continúan negando a los judíos su derecho a la soberanía en su patria y la conferencia Durban III continúa negando la legitimidad de Israel.
Como amigo de Israel, les traigo la noticia que mi Presidente, el Presidente de la República de Sudán del Sur, Salva Kiir – declaró, en publico, que la embajada de Sudán del Sur en Israel se construirá - no en Tel Aviv, sino en Jerusalén, capital eterna del pueblo judío.
También quiero asegurarles que mi propia nueva nación, y todos sus pueblos, se opondrán a los foros racistas como Durban III.
Nos opondremos diciendo la verdad, nuestra verdad.
Mis amigos judíos me enseñaron algo que ahora quiero decirles a ustedes: ¡AM YISRAEL JAI! ¡El pueblo de Israel vive!
Gracias

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