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El Presidente de Egipto, Mohammed Mursi, obligó al Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad a esperarlo largo rato hasta que llegó al Palacio Real en la ciudad de la Meca, donde se reunieron los líderes de los países islámicos para una “Cumbre solidaria”.
Pero, a Ahmadinejad, le convenía hacerlo: cuando ya estaba ante él, Mursi le ofreció al líder iraní un cálido abrazo. Intercambiaron besos de cortesía y saludos con motivo del Ramadán.
La primera entrevista entre los presidentes de Irán y Egipto, si bien comenzó con el pie derecho, el discurso que dirigiera Mursi a continuación, en apariencia conformó mucho menos a su par: “Llegó el momento que el régimen de Assad se retire”, dijo el presidente egipcio ante Ahmadinejad. “Me sorprendo de aquellos que permanecen indiferentes a la sangre derramada allí”. #interes#
Fuente: Departamento de información
