viernes, 17 de agosto de 2012

¿Dónde se Encuentra Jerusalem?


Ree(Deuteronomio 11:26-16:17)

¿Dónde se Encuentra Jerusalem?

Hay un versículo de la parashá Ree (Deuteronomio 12:5) que nos dice que debemos servir a Dios “en el lugar que Dios elige”. Ese “lugar” se refiere al Monte Moriá, en Jerusalem, donde se encontraba el Templo Sagrado. Es en este mismo sitio donde ocurrieron los mayores eventos espirituales de la historia: Noaj ofrendó animales al salir del arca, Abraham condujo al altar a su hijo Itzjak, y Iaakov soñó con la escalera por la cual subían y bajaban ángeles. Todo esto ocurrió en el lugar que Dios eligió.
Pero, ¿por qué nosotros no podemos elegir nuestro propio sitio para servir a Dios? ¿Qué pasó con la individualidad?
Analicemos más profundamente. El versículo (Deuteronomio 12:5) nos ordena construir el Templo en el lugar que Dios elige – pero nosotros debemos “buscarlo”, ¿qué significa esto? Si bien nuestros antepasados establecieron una notable conexión con Dios y determinaron muchas de las reglas del juego, nosotros aún debemos “descubrirlas” con nuestros propios medios. Tomamos el marco tradicional, y con dedicación y esfuerzo, lo convertimos en nuestro.
Najmánides explica que ese es justamente el motivo por el cual en la época del Templo no existían carteles que indicaban el camino hacia Jerusalem. Una persona debe buscar por sí misma el concepto de Jerusalem. Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Dónde está Jerusalem?
De hecho, el Talmud nos dice que, cuando el Rey David planeaba la construcción del Templo, ¡no sabía dónde debía situarlo! Incluso habiendo tanta historia judía relacionada con el Monte Moriá, el Rey David necesitaba profundizar en los versículos de los profetas para descubrir la locación exacta.
Entonces, sí, efectivamente el judaísmo cuenta con tradiciones específicas: cuidar cashrut, observar Shabat, rezar, etc. Pero eso es sólo el marco, la estructura. La esencia es lo que invertimos de nosotros mismos. La espiritualidad judía se encuentra en el lugar que Dios elige, pero tú eres quien debe buscarla.