domingo, 19 de agosto de 2012

Soldaditos de plomo


Soldaditos de plomo

Los movimientos de los enemigos los planificábamos nosotros
Los movimientos de los enemigos los planificábamos nosotros
El pasado fin de semana, el sensacionalista YediotHajaronot, el diario de mayor tirada en Israel, tituló con grandes letras la noticia que el próximo otoño Israel atacará Irán para evitar que el fundamentalista país pueda seguir adelante con el desarrollo de su programa nuclear. Lamentablemente no precisó el día y la hora para poder agendar el acontecimiento.
Cuando esperaba encontrar resultados favorables de las Olimpiadas que brillantemente se venían realizando en Londres, esa noticia ya fue suficiente para amargar lo que debería ser un plácido fin de semana.
La prensa amarilla es la que prima en nuestro medio. Los diarios de mayor difusión se disputan el placer de brindar la noticia mas sangrienta. Pero esto ya pasa lo imaginable.
En primer término parecía que sólo sería uno de esos anuncios catastróficos que nos tienen acostumbrado, pero entrando más en detalle, llamaba la atención que prestigiosos columnistas avalaran la tesis. El largamente premiado, NahumBarnea, sostiene que tanto el Primer Ministro, como su ministro de Defensa entienden que debe realizarse el ataque a más tardar en esas fechas pues en caso contrario ya sería demasiado tarde. Manifiesta que los altos mandos militares no están en total acuerdo con la medida y que la misma tampoco es aprobada por el Presidente Peres.
Hablar de una guerra, que costará miles de vidas, en estos términos y bajo tales características, parece por lo menos, desatinado.
Pocos, muy pocos, han sido los aciertos de BeniaminNethaniau y su gobierno. Como ya hemos señalado con anterioridad básicamente dos han sido estos. En primer término que se ha logrado que la economía del país haya podido sobrepasar, por lo menos hasta el momento, la crisis que envuelve a la mayoría de los países desarrollados. La segunda, la internacionalización del problema Irán. Ya nadie duda en este momento que el fundamentalista gobierno del antiguo reino de Persia es un peligro para la humanidad toda y no sólo para Israel. Por tal motivo, el tema debe ser atendido a nivel global y no como una solución que debe resolver Israel por si solo.
Irán es una nación que cuenta con más de 1.600.000 km2 y una población que se estima en 80.000.000 millones de personas. Cuenta con un poderoso ejército, un muy buen equipamiento militar y probablemente desarrollo nuclear. Y, como decían los vendedores ambulantes de los subterráneos de Bs.As, cuando no estaban en huelga, " ycomo si esto fuera poco" poderosos aliados lindando con nuestras fronteras.
Supongamos, y tan solo por un momento, que se ataca a Irán y en un éxito sin precedentes se destruyen todas sus bases donde se esconden, en refugios subterráneos, su poder nuclear. ¿Se puede tan solo suponer que el régimen de los ayatolas permanecerá pasivo? ¿Se puede imaginar que Nasrala y sus hombres en el sur del Líbano se mantendrán como simples espectadores? ¿Y si nos atacan desde el norte Hesboala, los vecinos del sur, Hamas y aledaños, serán neutrales?
La respuesta es sólo una. A un ataque a Irán, aunque este país quede supuestamente totalmente destruido, Israel sufrirá inmediatamente una lluvia de proyectiles y cohetes en el norte y en el sur del país que sin duda causará muchas víctimas y no hablar de los daños materiales. Las pérdidas en vidas humanas son imposibles de cuantificar, pero seguro que no serán solo unos cientos.
Para ser sinceros, Israel no se encuentra preparado ni material ni psicológicamente para soportar un fuerte enfrentamiento armado dentro de su territorio.
No se cuenta con recursos suficientes, con refugios subterráneos adecuados y preparados para las necesidades de guerra inminente. Y lo que es más crítico. Mentalmente la población de Israel no está en estos momentos prevenida y estructurada para una guerra.
Debemos ser sinceros. Nos hemos aburguesado. La vida del consumismo fácil se abrió a nuestros pies. La población piensa en sus próximas vacaciones de sky en Suiza, en sus viajes a tierras desconocidas y no en defenderse en una guerra. Nuestra juventud se preocupa mas en tener la última tableta fabricada o el modelo mas sofisticado de móvil que en tener en sus manos un arma. Nuestros muchachos cuando van a enrolarse al ejército ya no buscan las unidades mas riesgosas o "Kravi". Tratan quelos incorporen en computación, programación u oficinas que luego puedan tener salida laboral. Es lamentable, pero es así. Antes la sensación era distinta. Se sentía que bombardeaban los kibutzim en el norte, o los atentados en los autobuses en las ciudades y estos acontecimientos nos hermanaba. Hoy caen bombas en Sderot, en Beer Sheva y en Askelón, y los lugares de esparcimiento de Tel Aviv y RamatGan se llenan igual ese mismo día.
Hablar de guerra no es como jugar con los soldaditos de plomo de nuestra niñez. Esas guerras las ganábamos siempre. A los soldaditos los trasladábamos como nosotros queríamos. Nuestros enemigos no tenían vida propia. Nosotros los movíamos a placer. Así era muy fácil.
La guerra con Irán se debe librar en Washington y en Nueva York no en Teherán. El Gobierno de EE.UU debe coincidir con nuestros deseos, y las Naciones Unidas deben entender que Irán es el eje del mal mundial. Otro camino, sería muy difícil de transitar y podría convertirnos en parias del mundo.
El 6 de noviembre el pueblo americano deberá elegir el Presidente para sus próximos cuatro años. No se puede ser tan necio de plantear una guerra en otoño mientras en USA se disputan el liderazgo Obama y Rommey. Se deberá esperar y luego convencer al ganador de la necesidad de su participación..
La guerra contra Irán deberá esperar. Esta tendrá que ser "globalizada". Y tal vez a Israel le toque, como cuando fueron las guerras contra Irak, permanecer en estado vegetativo. Aguantar bombardeos sin replicar y esperar que EE.UU. haga el trabajo sucio. Planteadas las cosas como están, otra solución sería mortalmente equívoca.
Pero mientras se aguarda el desarrollo de los acontecimientos, mucha es la tarea a realizar. Hay que cuidar la casa adentro. Mejorar los sistemas de prevención. Controlar y verificar el estado de los refugios anti aéreos, y sobre todo no descuidar las fronteras. La situación en Egipto tiende a ponerse difícil. Mohamed Morsi hace sus primeros pasos para descabezar el ejército, que bien sabemos es un freno para el avance de los fundamentalistas. Hamás se fortifica y si Egipto no libera su frontera buscará salidas alternativas. Nasrala se arma cada día mas y en Siria la situación es inestable al máximo. El gobierno de los alahuistas, tarde o temprano caerá y no sabemos que ocurrirá, pero seguro nada bueno para Israel. Debemos tener en claro que a los países árabes solo los une el odio hacia Israel. La desaparición del Estado Judío es su común denominador. Ese es el principal enemigo. Se debe luchar contra eso y sobre todo en concientizar a la población que el pueblo judío debe permanecer unido y siempre listo a defenderse de ataques foráneos. No es menuda tarea. El gobierno deberá trabajar en ese sentido, creando un frente común de concientización. Y eso se logra creando una mejor justicia social. Ahí se verán los verdaderos líderes. La diferencia entre la mediocridad actual y el estadista.
Cont. Víctor Vaisman
Editor Responsable