lunes, 17 de marzo de 2014

ACTUALIDAD

LA ESPADA DE DOBLE FILO DE LA YIHAD

fUENTE: The Middle East Quarterly- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Raymond Ibrahim
13/3/14

Las naciones islamicas estan aprendiendo nuevamente que la yihad es un instrumento de guerra volatil que puede ser facilmente contraproducente para los que la predican; que la
"guerra santa" esta dificilmente limitada a combatir y subyugar a los "infieles"—sea el Occidente en general, Israel en particular, o las millones de minorias no musulmanas bajo el Islam—sino que puede tambien ser utilizada para combatir a los "apostatas", o sea, musulmanes acusados de no ser lo suficientemente islamicos.
En una medida sin precedentes y siguiendo el ejemplo de Egipto, Arabia Saudita, los Emiratos Arabes Unidos y Bahrein hace poco retiraron a sus embajadores de Qatar, en gran medida debido a su red de propaganda Al Jazeera, la cual desde la expulsion de la Hermandad Musulmana, ha estado incitando al caos en la region.
Segun un informe de Reuters del 7 de marzo, "Arabia Saudita ha designado formalmente a la Hermandad Musulmana como una organizacion terrorista, en una medida que podria aumentar la presion sobre Qatar cuyo respaldo para el grupo ha provocado una riña con las monarquias colegas del Golfo... Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos estan echando humo por el apoyo de Qatar para la Hermandad Musulmana, y resienten la forma en que Doha ha dado refugio al influyente clerigo Yusuf Qaradawi, un critico de las autoridades sauditas, y le dieron un tiempo de aire regular en su canal satelital pan-arabe Al Jazeera."
Qaradawi, por supuesto, ha sido un pilar de Al Jazeera durante muchos años, predicando normalmente la yihad contra Israel y otros "infieles"—diciendo a los millones de espectadores musulmanes que "obedezcan al profeta, aun si el les dice que maten."
Por entonces, Qaradawi no era un problema para los estados del Golfo.
Sin embargo, desde la Revolucion Egipcia del 30 de junio que vio el derrocamiento y posterior proscripcion de la Hermandad Musulmana, y desde entonces los partidarios de la Hermandad —principalmente entre ellos Qaradawi, a traves de su programa en Al Jazeera—han estado incitando a la violencia en la region, especialmente en Egipto y Siria, la yihad esta girando fuera de control; y las monarquias del Golfo saben eso, si no es contenida y dirigida, puede alcanzarlos facilmente a ellos.
Porque si los yihadistas estan combatiendo a los correligionarios musulmanes en Egipto y Siria—bajo la acusacion que no son "verdaderos" musulmanes—que va a evitarles atacar a las monarquias del Golfo en el mismo contexto?
Asi, aunque los sauditas originalmente promovieron la Yihad contra el gobierno sirio—enviando y apoyando a militantes, tanto sauditas como otros—en una reversion completa, el reino arabe ha designado recien a muchas de estas organizaciones yihadistas, incluido el Frente Nusra y el Estado Islamico en Irak y el Levante, como organizaciones "terroristas."
Esta medida, segun Reuters, "puso de relieve la preocupacion por los jovenes sauditas endurecidos por la batalla contra Assad volviendo a casa para atacar a la familia real gobernante Al Saud—como sucedio despues de las guerras en Afganistan e Irak."
Y asi la historia se repite. Alla en la decada de 1980, los sauditas fueron sostenes principales de la yihad contra los sovieticos en Afganistan y ayudaron a crear al-Qaeda. Pero una vez que el infiel "distante" fue sometido, al-Qaeda y su lider saudita de nacimiento, Osama bin Laden, volvieron a casa a dormir, haciendo lo inevitable: apuntando el dedo acusador a la monarquia saudita por no ser lo suficientemente islamica, incluso por su dependencia del gran infiel americano durante la Primera Guerra del Golfo.
Este es el problema al que se arriesgan todas las naciones y gobernantes musulmanes: nadie—ni siquiera los lideres islamistas defensores de la Sharia—es inmune a la punta de la espada acusadora de todo de la Yihad. Si los no musulmanes son, como "infieles", enemigos de facto del Islam, cualquier musulman puede ser acusado de "apostasia" cada vez que viola este o aquel mandamiento de la Sharia, y asi tambien se vuelven enemigos de Allah y su profeta.
Un refran atribuido al profeta musulman Mahoma incluso valida esto: "Esta umma (nacion) mia se dividira en setenta y tres sectas; una estara en el paraiso y setenta y dos estaran en el infierno." Cuando se le pregunto que secta era la verdadera, el profeta contesto, "al-jama'a," o sea, el grupo que sigue mas literalmente el ejemplo o "sunna" de Mahoma, algo no tan simple de hacer.
Ademas, las primeras yihads a gran escala fueron contra los apostatas—las Guerras de Ridda ["apostasia"]. Despues que murio Mahoma en el año 632, muchas tribus arabes estaban todavia dispuestas a seguir siendo musulmanas, pero tenian dudas acerca de pagar dinero zakat al primer califa, Abu Bakr. Eso fue suficiente para declarar la Yihad contra ellas como apostatas; decenas de miles de arabes fueron quemados, decapitados, desmembrados o crucificados, segun la historia islamica.
De hecho, el propio Qaradawi, mientras discutia la importancia de matar a cualquier musulman que reniega del Islam en un programa en vivo de Al Jazeera, declaro correctamente que "Si la sancion por la apostasia era ignorada,. no habria un Islam hoy; el Islam hubiera terminado a la muerte del profeta."
Todo esto explica mas por que las naciones como Arabia Saudita financian y apoyan las yihads externas—para mantener a los fanaticos lejos de ellos, ocupados luchando contra infieles distantes (una mentalidad de "mejor ellos que yo").
Pero ahora que el ejercito egipcio expulso a la Hermandad Musulmana y a Al Jazeera, Qaradawi, y muchos otros estan incitando a millones de espectadores musulmanes para librar una yihad cada vez mas amplia si no temeraria en la region—Qaradawi hace poco fue tan lejos como a pedir a Estados Unidos que combata contra los musulmanes en el nombre de Allah—los estados del Golfo saben que mejor actuan ahora antes de ser engullidos en el caos.
En consecuencia, el 7 de marzo, y en el contexto de llamar a sus embajadores desde Qatar, el
Ministerio del Interior saudita emitio una declaracion diciendo que "los que insultan a otros paises y a sus lideres" o quienes "asistieron a conferencias o reuniones dentro y fuera (del pais) que tienen por objetivo atacar la seguridad y estabilidad y difundir la sedicion en la sociedad", serian castigados—una clara referencia a esas muchas voces pidiendo una gran yihad en la region.
Esta es la gran ironia del Islam—uno de los muchos actos de equilibrio conque deben vivir las naciones y lideres musulmanes. Como musulmanes, deben aceptar por supuesto el deber islamico de la yihad contra los enemigos, reales o imaginarios, y ayudar a promoverla. En este sentido, la yihad puede ser un arma poderosa y util. Arabia Saudita, por ejemplo, no es solo un diseminador principal y partidario de la ideologia salafista muy asociada con la yihad, sino que fue forjada en gran medida pronunciando y pidiendo la guerra santa en los siglos XIX y XX, incluso contra los turcos y tribus compañeras arabes (ambos musulmanes).
El argumento saudita fue, ironicamente, el mismo que el actual argumento hecho por las fuerzas yihadistas a las que los sauditas estan ahora tratando de neutralizar—que los turcos y tribus arabes no eran lo suficientemente "islamicos."
Pero ahora son la Hermandad Musulmana y sus muchos aliados quienes estan acusando a los sauditas de no ser lo suficientemente islamica.
Tal es la espada de doble filo de la yihad. Todos los gobiernos, regimenes y reinos islamicos deben siempre tratar de dirigir este potente instrumento de guerra contra enemigos u objetivos neutrales—preferiblemente unos bastante lejos de sus fronteras (Afganistan, America, etc.) Porque ellos saben que cuanto mas gane en fuerza la yihad y pase sin ser contenida, mas se vuelve como un fuego que todo lo consume en forma indiscriminada abrasando todo en su camino.
Raymond Ibrahim, autor de Crucificados Nuevamente: Exponer la Nueva Guerra del Islam contra los Cristianos (Regnery, Abril, 2013) es un Becario Shillman en el
David Horowitz Freedom Center y un Miembro Asociado en el Middle East Forum.