lunes, 13 de septiembre de 2010

TEORIA PAULA ABDUL DE POLITICA EXTERIOR


AUGUST 31, 2010

Es mejor ser un imbecil?
Consideren tres ejemplos donde la sabiduria tradicional nos dice, en efecto, que lo es. Mañana, se reanudaran las negociaciones en Washington entre israelies y palestinos. Un juego del tonto? Para nada, dice el enviado americano George Mitchell, a quien le gusta decir que, negociando la paz en Irlanda del Norte, el tuvo "700 dias de fracaso y un dia de exito."
Luego esta Iran. A la administracion Obama le gusta explicar que el alcance del año pasado a la Republica Islamica fue una proposicion no perdida, ya que significo que o la diplomacia tendria exito en torcer los intentos nucleares del regimen, o su fracaso expondria la duplicidad y obstruccionismo del regimen, por lo tanto facilitando medidas mas duras.
Y luego esta la mezquita del Ground Zero: Entre sus virtudes, dicen los partidarios, esta que propagandeara la tolerancia americana y fortalecera la mano de los musulmanes moderados en America y el exterior.
Para todo esto, uno podria decir que la definicion de insania esta haciendo la misma cosa una y otra vez y esperando diferentes resultados; que no hay tal cosa como un almuerzo gratis; y que el camino al infierno esta asfaltado con buenas intenciones.
Pero pongamos los lugares comunes a un lado: La idea politica mas profunda en funcionamiento aqui es que los aportes morales son ingredientes esenciales para- y finalmente mas importantes que- los rendimientos pragmaticos. Hablando caritativamente esto significa liderar por medio de la persuasion y el ejemplo, siempre yendo hasta la ultima milla por paz, dando a otros (o "al otro") el beneficio de la duda y sigue. Los beneficios del mundo real se suponen que fluyen naturalmente desde alli, pero si ellos no lo hacen, entonces que? Hacer lo correcto es su propia recompensa.
Hablando no caritativamente, esto es lo que podria ser llamado la teoria Paula Abdul de politica exterior, por la famosamente perdonadora ex juez de American Idol. No importa que ustedes no puedan cantar, o que ustedes se esten dejando ser engañados por un imbecil: Lo que importa es que ustedes se sientan bien con ustedes mismos, presuntamente debido a que estan haciendo algo bueno. Otro nombre para este tipo de pensamiento es narcisismo moral.
No importa que haya algo ligeramente frenetico acerca de todos los testimonios- mas a menudo afirmados que demostrados- de la "moderacion" de Feisal Abdul Rauf, el posible iman de la mezquita del Ground Zero. De hecho, el registro de pronunciamientos politicos y teologicos del iman es mezclado, a menudo resbaloso y a veces inquietante, como cuando el urgio el año pasado que el Presidente Obama apoye los fundamentos teocraticos del gobierno de Iran.
Pero nada de eso realmente importa mucho a los partidarios del Sr. Rauf, no debido a que ellos son sus compañeros de viaje politicamente, sino debido a que apoyar la mezquita es una oportunidad para lucir su virtud a traves del simple medio de hacer una declaracion politica. Pregunta para los partidarios de la mezquita: Su cheque a la Iniciativa Cordoba del Sr. Rauf ya ha sido enviado? O But none of that really matters much to Mr. Rauf's supporters, not because they are his fellow travellers politically, but because supporting the mosque is an opportunity to flaunt their virtue by the simple means of making a political declaration. Question to mosque supporters: Has your check to Mr. Rauf's Cordoba Initiative been mailed already? O ustedes dejarian mas bien que el gobierno saudita pague la cuenta?
El acercamiento de la administracion Obama con Iran es otro ejemplo de narcisismo moral en accion. Hizo falta un engreimiento politico peculiar para imaginar que la Republica Islamica era una criatura no entendida, ofendida por la arrogancia de la administracion Bush, que cederia ante la ofensiva de seduccion del Presidente Obama.
Entonces nuevamente, el acercamiento del Presidente Obama no fue dictado por un largo tren de ejemplos de la Republica Islamica rechazando cada apertura diplomatica hecha a ellos, o por una sobria evaluacion acerca del cambio de su politica en los ultimos años. Ni el presidente parecio muy preocupado por las consecuencias de Iran haciendo quedar a EEUU como un tonto mientras nuevamente ganaba tiempo para su programa nuclear.
Pero, nuevamente, nada de esto importa, porque el punto real del acercamiento diplomatico no fue pragmatico; se trato acerca de la administracion y sus partidarios demostrando que ellos fueron los buenos muchachos frente a Iran. Yo dudo incluso que Glenn Beck necesitara pruebas de esto.
Finalmente, las conversaciones israelies-palestinas, cuyas posibilidades de exito pueden ser seguramente predecidas como nulas. Ayer, yo hable con Aaron David Miller, el ex negociador americano para Medio Oriente ahora en el Woodrow Wilson Center, para preguntarle lo que estaba equivocado con el punto de vista que es mejor intentar y fracasar que no intentarlo para nada.
"Eso es lo que Bill Clinton nos decia," contesto. "Yo me senti inspirado; es tipicamente americano. Pero no es un sustituto para una politica exterior seria por parte de la potencia mas consecuente del mundo." El riesgo, el agrego, "es que cuando la pequeña potencia dice no a la gran potencia sin costos ni consecuencias, sea que es Iran, Irak, Afganistan, los arabes o los israelies, nosotros perdemos credibilidad callejera. Ahora mismo, nosotros no somos ni temidos ni respetados ni admirados en la medida que necesitamos ser consistentes con nuestros intereses en la region."
El Sr. Miller es un liberal, pero el tambien es lo que Irving Kristol hubiese llamado un liberal que ha sido asaltado por la realidad. Parte de esa realidad es que la politica exterior es deporte de caza no concurso de belleza, y que aquellos que suponen lo ultimo estaran indefensos cuando descubran que en realidad es lo anterior. Lo cual es decir, es una mierda ser un imbecil.
Fuente: The Wall Street Journal

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