jueves, 23 de septiembre de 2010

POR QUE A LOS ISRAELIES LES IMPORTA LA PAZ

By Michael B. Oren

Imaginen que son un padre que envia a su hija al colegio en la mañana preocupado de si su autobus se convertira en el objetivo de un atacante suicida. Imaginen que, en vez de ir a la universidad, sus hijos se vuelven soldados a los 18 años, sirven por tres años y continuan en reserva activa hacia sus 40 y tantos años. Imaginen que ustedes han combatido en muchas guerras, como lo han hecho sus padres e incluso sus abuelos, que ustedes han visto cohetes lloviendo en su vecindario y han perdido familia y amigos cercanos por ataques terroristas. Imaginen todo eso y ustedes comenzaran a entender lo que es ser un israeli. Y ustedes sabran por que los israelies quieren desesperadamente la paz.
Recientes informes mediaticos, en la revista Time y otras partes, han alegado que a los israelies — quienes estan experimentando actualmente el crecimiento economico y una tregua relativa en terrorismo — puede no importarles la paz. De acuerdo a una encuesta citada, los israelies estan mas preocupados acerca de la educacion, el crimen y la pobreza — temas que resuenan con los americanos — que acerca del proceso de paz con los palestinos. Pero tales conclusiones no indican en forma alguna una indiferencia hacia la paz, sino mas bien la determinacion de los israelies a construir vidas normales y fructiferas frente a la increible adversidad.
Si, muchos israelies estan escepticos respecto a la paz, y quien no lo estaria? Nosotros retiramos nuestras tropas de Libano y la Franja de Gaza a fin de generar paz, y a cambio recibimos miles de misiles chocando dentro de nuestras casas. Nosotros negociamos con los palestinos por 17 años y les ofrecimos dos veces un estado independiente, solo para tener rechazadas aquellas ofertas. En la ultima decada, nosotros vimos mas de 1000 israelies — proporcionalmente el equivalente de unos 43000 americanos — asesinados por atacantes suicidas, y decenas de miles mutilados. Nosotros observamos a madres dolientes en la television israeli urgiendo a nuestros lideres a persistir en sus campañas de paz, mientras las madres palestinas elogiaban a sus martirizados hijos y deseaban sacrificar a los otros por la Jihad.
Dada nuestra experiencia de desilusion y trauma, es asombroso que los israelies aun apoyemos el proceso de paz. Pero nosotros lo hacemos, y a traves de una desbordante mayoria. De acuerdo al prestigioso Indice de la Paz llevado a cabo por el Centro de Investigacion para la Paz Tamal Steinmetz en la Universidad de Tel Aviv y dado a conocer en julio, mas del 70% de los israelies respaldan las negociaciones con los palestinos, y aproximadamente esa cantidad apoya la solucion de dos estados. Estos porcentajes existen aun cuando multiples encuestas palestinas muestran mucho menos entusiasmo por vivir lado a lado en paz con Israel, o que la mayoria de los israelies creen que la critica internacional al estado judio continuara aun si la paz es lograda.
De hecho, los israelies siempre se han aferrado a las oportunidades para la paz. Cuando lideres arabes tales como el presidente egipcio Anwar Sadat o el Rey Hussein de Jordania ofrecieron la paz genuina a Israel, nuestro pueblo respondio apasionadamente e incluso hizo dolorosas concesiones. Que la mayoria de los israelies aun esten dispuestos a asumir incalculables riesgos por la paz — el estado palestino propuesto seria fronterizo de sus mas grandes ciudades — y esten aun dispuestos a compartir su patria ancestral con un pueblo que ha intentado repetidamente destruirlos no esta nada lejos de ser milagroso.
Es cierto que Israel es una historia de exito. El pais tiene seis universidades de clase mundial, mas documentos cientificos y premios Nobel per capita que cualquier otra nacion y el mas avanzado sector de alta tecnologia fuera de Silicon Valley. La economia esta floreciendo, el turismo esta siempre en alza y nuestro ejercito ciudadano protege altruistamente nuestras fronteras. Frente a implacables presiones, nosotros hemos preservado un sistema democratico en el cual tanto judios como arabes pueden servir en nuestro parlamento y sentarse en nuestra Corte Suprema. Nosotros hemos logrado esto sin conocer ni un nanosegundo de paz.
Nosotros no debemos tener que disculparnos por nuestras consecuciones. Ni los observadores extranjeros deben concluir que las grandes mejoras en nuestra sociedad aminoran en forma alguna nuestro profundo deseo de paz. Ese anhelo fue expresado por el Primer Ministro Benjamin Netanyahu en la reciente ceremonia en la Casa Blanca para el comienzo de las negociaciones directas con los palestinos. Dirigiendose al presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas como "mi socio en la paz," Netanyahu pidio por "una paz que dure por generaciones — nuestra generacion, la generacion de nuestros hijos y la siguiente."
Para los israelies, que no tienen que imaginar como es vivir en una zona de guerra perpetua, esa vision de paz es nuestra cuerda salvavidas.

Michael B. Oren es el Embajador de Israel en los EEUU.
Fuente: The Los Angeles Times.

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