Por Bret Stephens
5/4/11
El estado judío tiene 250 mil millones de barriles de petróleo de esquisto
Jerusalem
"Este es un producto hermoso."
Harold Vinegar está sosteniendo un pequeño frasco de petróleo, de color marrón claro, con una mirada de orgullo paternal. "Es mucho más ligero que el crudo típico", dice, describiendolo como "el equivalente al extra-ligero saudita".
Tal vez en otro lugar esto no sería gran cosa. Pero esto es Israel - un país que ha estado perforando pozos secos por seis décadas en una famosa búsqueda infructuosa por petróleo. Y el líquido que el Sr. Vinegar está sosteniendo ha sido extraído de un depósito cercano de petróleo de esquisto, el cual Israel tiene en abundancia.
Qué clase de abundancia? El Consejo Mundial de Energía estima que los depósitos de esquisto de Israel, situados a unos 30 kilómetros al suroeste de Jerusalem, podrían finalmente producir tantos como 250 mil millones de barriles de petróleo. Para fines comparativos, Arabia Saudita tiene reservas probadas de 260 mil millones de barriles. Estados Unidos consume alrededor de siete mil millones de barriles al año.
El Sr. Vinegar trabaja en una pequeña oficina de Jerusalem de un emprendimiento llamado Iniciativas de Energia de Israel (IEI). Hasta hace poco era un científico en jefe de la Shell en Houston, con unas notables 266 patentes a su nombre. Muchas de esas patentes están conectadas con su búsqueda para desarrollar fuentes de energía "no convencionales" tales como el esquisto (una roca sedimentaria gris) que es abundante en Norteamérica, pero representan importantes obstáculos tecnológicos y no son rentables para extraer cuando los precios del petróleo son bajos.
El esquisto está mucho en las noticias en EEUU gracias a los descubrimientos de enormes recursos de gas natural - se estima en 2.500 billones de pies cúbicos- en nuestra propia roca de esquisto que se puede extraer por una versión bastante nueva de un método llamado fracturamiento hidráulico. Y el gas natural está mucho en las noticias en Israel, gracias al descubrimiento del año pasado de un gran yacimiento en alta mar estimado en alrededor de 16 billones de pies cúbicos.
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Sin embargo, el esquisto no sólo contiene gas natural. Se cree que EEUU tiene 1,5 billones de barriles de petróleo de esquisto, mientras que China tiene cerca de 355 mil millones de barriles. Israel ocupa el tercer lugar, justo por delante de Rusia. La mayoría de los depósitos de EEUU están en Colorado, donde el señor Vinegar pasó gran parte de su carrera en el perfeccionamiento de diversas técnicas que involucran hundir calentadores eléctricos en el suelo, el calentamiento del esquisto de hasta tres años, y luego extraer el petróleo que se libera, más o menos como sería de un pozo comun.
Pero hay un problema con el recurso de Colorado: "En Colorado, el acuífero corre a través del petróleo de esquisto", dice el Sr. Vinegar. Una de las ventajas del esquisto de Israel, explica, es que el acuífero corre a varios cientos de metros debajo de él. Una segunda ventaja es la riqueza de los yacimientos, que el cree rinden entre 23 y 25 galones de petróleo por tonelada de esquisto. Una tercera es el estimado del Sr. Vinegar del costo de producción comercial en $ 34 - $ 40 por barril - casi comparable al costo de la perforación en aguas profundas en la actualidad.
El Sr. Vinegar pensaba que habría una ventaja más de trabajar en la extracción de esquisto en Israel: Menos burocracia, más poder hacer. Pero el no quererlo cerca de casa, el papeleo de permisos, y el poderoso lobby ambiental son hechos de la vida en Israel tambien, y el gobierno de Benjamin Netanyahu no ha ayudado a los asuntos levantando impuestos sobre las empresas de energía ahora que han descubierto recursos considerables.
Por ahora, todo esto está muy lejos de IEI, que sigue a la espera de un permiso para su primer proyecto piloto. Más allá de que tenemos años de tiempo de espera y miles de millones en inversiones para llevar el proyecto a escala comercial. La historia de la prospección de petróleo, aún cuando la tecnología es correcta y los recursos probados, está llena de fracasos. Este bien podría ser uno de ellos (un punto que yo me apresuro a subrayar ya que Rupert Murdoch, presidente de este periódico, tiene una participación de 0,5% en Genie Energy, compañía matriz de IEI con sede en EEUU.)
Pero, independientemente de si IEI está destinado a harapos o riquezas, sus esfuerzos plantean cuestiones importantes tanto acerca de Israel como del futuro energético mundial.
Israel importa actualmente casi la totalidad de su petróleo por medio de cisternas, principalmente de Rusia y las ex repúblicas soviéticas. Esas importaciones se redujeron abruptamente durante la guerra de 2006 con Hezbolah, lo que llevó al país peligrosamente cerca de quedarse sin combustible. Más recientemente, se ha hablado en Egipto de elevar el precio de los suministros de gas natural a Israel y tal vez cortarlo por completo. La independencia energética puede ser una quimera para los EEUU. Para Israel, un cierto grado de independencia es un imperativo estratégico.
En cuanto al resto del mundo, está en constante reducción de sus reservas de petróleo convencional aun cuando la demanda se sigue disparando. Los Biodiésel y otras modas ambientales no van a compensar el déficit. Pero los no convencionales podrían, siempre que superemos nuestra hipocondría sobre su explotación y nuestras ilusiones acerca de las desventajas de los recursos de energía gratis. Por lo menos no hay duda acerca de dónde se encuentran los depósitos de esquisto.
Sería muy sorprendente - y algo de justicia - si Israel fuera algun día a convertirse en el más reciente gigante de la energía del Medio Oriente. Por otra parte, quién habría predicho hace una década que Irak sería la primera democracia del mundo árabe? El Medio Oriente siempre conserva su capacidad de sorprender e incluso a veces regocijar.
Fuente: The Wall Street Journal- Este articulo fue traducido por Esther Sheine especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
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