SUSPENDER LOS FONDOS DE LA UNRWA

By ASAF ROMIROWSKY AND ALEXANDER H. JOFFE

A principios de marzo, los palestinos tomaron las calles de Líbano, para protestar por la trágica muerte de un niño discapacitado de 11 años de edad a quien se le negó atención en un hospital libanés. El niño fue rechazado después que funcionarios libaneses le dijeron a su familia que la Agencia de Naciones Unidas para Obras Públicas y Ayuda para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) tenía que pagar por su cuidado. La organización sólo cubría la atención del niño durante 10 días, y el murió en la entrada del hospital cuando sus padres no pudieron pagar el tratamiento.
Después de su muerte, un pariente de duelo le dijo a la agencia de noticias AhlulBayt que "Ya no queremos a la UNRWA. Queremos una compañía de seguros para asegurar a nuestros niños, familias y mujeres." En resumen, quieren la oportunidad de una vida normal.
Pero en Líbano, como en todos los estados árabes a excepción de Jordania, las restricciones legales impiden a los palestinos llevar una vida tal, obligandolos en cambio a permanecer, como lo han hecho durante más de 60 años, dependientes de la UNRWA. Las leyes libanesas prohiben a los palestinos de diversas profesiones, tales como la ingeniería y la medicina, les impiden ser dueños de la propiedad y les prohiben que accedan a servicios tales como seguros de salud privados.
Esta última tragedia pone de relieve los obstáculos prácticos en contra del desarrollo de la sociedad civil palestina. Pero la organización destinada a ayudarlos es también un obstáculo importante para su bienestar y la paz con Israel. Las instalaciones de la UNRWA son focos de adoctrinamiento anti-israelí y anti-occidental y anti-semita, y de acuerdo a la Agencia de Noticias Palestina, Hamas ha guardado las armas en los túneles cavados debajo de las escuelas del UNRWA. La organización aún se niega a controlar a sus empleados con las listas de conocidos miembros de Hamas, Hezbollah y otros grupos terroristas (aunque sí dice que controla y excluye a Al Qaeda y miembros del Talibán como exige una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas). Mientras tanto, su personal intimida a cualquier persona de tomar una posición en favor de la coexistencia pacífica con Israel.


Todo esto ayuda a explicar por qué el gobierno de Canadá anunció el año pasado que iba a desfinanciar a la UNRWA y desviar dinero de los contribuyentes a proyectos específicos para ayudar a los palestinos. Esta decisión, por supuesto se encontró con aullidos de rabia, ya que desafía a la vaca sagrada en que la UNRWA se ha convertido.
El equipo envía en forma intermitente a sus directivos más presentables y gestión a todo el Occidente, en gran medida a dar charlas en eventos de corteses charlas judíos. Pero la prueba de su trabajo esta en Gaza y Cisjordania. Un centro para jóvenes en el campamento de la UNRWA de refugiados de Al-Amari, cerca de Ramallah recientemente dedicó un torneo de fútbol a Wafa Idris, la primera terrorista suicida palestina que mató a un israelí e hirió a más de 100 en 2002. El año pasado el Movimiento Juvenil de Estudiantes de Fatah en el Centro de Entrenamiento para Mujeres de la UNRWA y la Facultad de Ciencias Educativas en Ramallah nombraron a su torneo de futbol como el famoso terrorista Abu Jihad.
EEUU es el mayor inversor occidental en la UNRWA, habiendo dado casi u$s 228 millones en 2010, con otros u$s 600 millones prometidos para apoyar a la Autoridad Palestina en Cisjordania y u$s 300 millones para Gaza. EEUU proporciona alrededor de un tercio del presupuesto total del UNRWA. La Unión Europea no se queda atrás, habiendo comprometido €66 millones hacia el fondo general de la UNRWA en marzo pasado, y otros €20 millones en noviembre. Y en octubre, el Reino Unido anunció que iba a añadir £3 millones de "bono de desempeño" a su anterior compromiso de £8 millones. Estadounidenses y europeos harían bien en seguir el ejemplo de Canadá y usar el dinero de impuestos para promover organizaciones palestinas independientes y el crecimiento del sector privado en su lugar.
Por el momento, sin embargo, este objetivo parece distante. Un proyecto de ley en el Congreso de EEUU para exigir transparencia y rendición de cuentas del UNRWA murió el año pasado en la comisión. Fiorello Provero, vice-presidente de la Comisión de Asuntos Extranjeros del Parlamento Europeo, también ha presionado para obtener más claridad sobre cómo son gastados los impuestos europeos por el UNRWA y la Autoridad Palestina, aunque sin mucho éxito hasta ahora.
Es una lástima, porque tanto en la práctica como en el diseño, la UNRWA es exactamente lo contrario de otras operaciones de ayuda a los refugiados, que en general buscan reasentar a los refugiados, no agitar quejas y perpetuar estados de dependencia indefinidos. A pesar de su supuesto objetivo, es difícil afirmar que la UNRWA haya creado instituciones palestinas que fomenten una sociedad verdaderamente civil.
Lo ideal sería que la UNRWA se disolviera y a los palestinos les sea dada la libertad y la responsabilidad para construir su propia sociedad. O, si se encuentra que la organización lleva a cabo cualquier actividad necesaria que los palestinos no podrían proveer mejor
por sí mismos, estos servicios pueden ser transferidos a los organismos de Naciones Unidas que realmente traten con éxito a los refugiados. La peor opción sería invertir más dinero en el agujero negro que no rinde cuentas de la Autoridad Palestina. En última instancia el dinero de nuestros impuestos sería mejor gastado promoviendo organizaciones independientes civiles y el crecimiento del sector privado. Tal vez entonces, injusticias como la muerte en Líbano podrían evitarse.

Los Sres. Romirowsky y Joffe son autores de "Historia de dos Horcas: Notas sobre la Historia Antigua de la UNRWA y la historiografía sionista", publicado en septiembre de 2010 en la revista Estudios de Medio Oriente.

Fuente: The Wall Street Journal- Este artículo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba