Perasha Vaietsé‏

Horario (Bs As) Encendido Velas de Shabat 2/Dic/11 19:37 Hs. - Motzaei Shabat 3/Dic/11 20:37 Hs.

Parasha Vaietsé

BS"D

GRACIAS A QUE RAJEL UNA VEZ GUARDÓ SILENCIO
AHORA HASHEM ESCUCHA RUEGOS

El Midrash Ejá nos relata en detalle lo que sucedía en las alturas, en el momento en que el Beit Hamikdash era presa de las llamas. Todas las almas de los patriarcas se dirigieron a HaShem con el fin de apelar a Su Misericordia, para que, algún día, reconstruya Su Santuario. A cada uno de los grandes personajes de nuestra historia los desoyó. HaShem rechazaba, por algún u otro motivo, sus respectivos meritos personales, y no los consideraba suficientemente sólidos como para que en el futuro redima al Am Israel gracias a ellos. Se acerca entonces Rajel, y expone el siguiente alegato:
“¡Ribono Shel Olam! Tu bien sabes que Iaakov me amaba profundamente. Trabajó durante siete años para casarse conmigo. Iaakov me entregó unas señales, para que no me cambien por otra, pero cuando llegó el día de la boda, mi padre me reemplazó por mi hermana Lea. ¿Qué hice? Le entregué las señales a mi hermana para que Iaakov la crea Rajel, y que ella no se avergüence. No solo no tuve celos de mi hermana, sino que me preocupé para que no sufriera ningún desprecio.
“y si esto lo hice yo, un ser de carne y hueso, ¿cómo es posible que Tú, el Rey del Reino de los Reyes; Eterno y piadoso, puedas tener celos de los ídolos que el Am Israel adoró, y como castigo pasaste a millones de ellos por la espada, enviándolos a tan humillante exilio, permitiendo que sus enemigos hagan con ellos lo que quisieron?”
Después de estas palabras, HaShem se conmovió y declaró: “Por ti, Rajel, he de hacer retornar al pueblo de Israel a su tierra”. Y eso es lo que está escrito en el libro del profeta Iermeiá: “Una voz, en lo alto, se escucha. Es un llanto amargo. Es Rajel, que llora por sus hijos. Se niega a consolarse, porque no están”. Esto es lo que dice HaShem a Rajel: “Que cese tu voz de llorar, y tus ojos, que sequen sus lagrimas. Porque ya hay un pago por tu labor; Lo afirma HaShem. Y regresaran los hijos (de Israel), de la tierra del enemigo. ¡Hay esperanza que todo termine bien; lo afirma HaShem! ¡Y retornarán los hijos a sus propios límites!”
Podemos apreciar de aquí el gran valor de mantenerse en silencio, para no avergonzar al prójimo. Por el merito de esta cualidad, Rajel logró lo9 que no pudo lograr ni Abraham ni Moshe. Los argumentos de estos no fueron aceptados por el Eterno, y sí fue aceptado el de Rajel, hasta el punto de que HaShem exculpara a los hijos de Israel gracias a ella.
Y si nos detenemos en el análisis de la vida misma de Rajel, descubriremos un detalle que nos llevará al asombro: El Pasuk dice que “Recordó HaShem a Rajel y abrió su matriz” (para que pueda tener hijos) (Bereshit XXX 22). Rash”i, citando el Midrash, asegura que este Favor Divino lo obtuvo Rajel gracias a que entregó las señales a su hermana, como fue relatado anteriormente. Reflexionemos: Cuando Rajel contribuyó a que Lea ocupara su lugar, se expuso a perder el privilegio de constituirse en la esposa de Iaakov y, por consiguiente, a integrar la lista de Matriarcas de Nuestro Pueblo, para lo cual había hecho sobrados méritos (Hay que tener en cuenta que ella ni se imaginaba que la vida, después, daría un vuelco total y se casaría también con Iaakov). No obstante ello, apeló a su inmensa fortaleza espiritual que anidaba en su interior, y prefirió resignar a su futuro, con tal de preservar el honor de su hermana. Cuando la Torá puntualiza que “HaShem recordó a Rajel”, nos quiere enseñar que el Todopoderoso jamás le priva su pago a quien lo merece. Y todo aquel que se conduce de una manera íntegra y correcta, nunca se verá perjudicado. Es más: de lo anterior se desprende que Rajel era estéril por naturaleza, y si no hubiera permitido que Lea se case Iaakov y solo ella hubiese sido su esposa, no habría gozado el privilegio de engendrar hijos, ni mucho menos ser la madre de alguno de los Shebatim. Recién después del acto de arrojo que realizó, del Cielo la recompensaron con ser madre, y Matriarca del Am Israel.

(Ialkut Lékaj Tob – Vaietzé)

EL GRAN EJEMPLO DE UN GIGANTE

Hace noventa años, falleció Ribi Jizkiahu Medini z”l, una de las más grandes autoridades rabínicas de los últimos tiempos. Legó al mundo la monumental obra ”Sedé Jémed”, considerada unánimemente como una de las más completas enciclopedias de la Torá y de la Halajá. Rabi Jizkiahu Medini, según su propia confesión, no fue desde el principio un alumno especialmente aventajado. Recién después de un suceso, que le aconteció cuando ya había sobrepasado su edad madura, HaShem le abrió su mente y se desarrolló de la manera que le conocemos.
El siguiente es el referido suceso, relatado por su protagonista.
Cuando aún era un joven estudiante del Kolel, no me contaba yo entre los más destacados. Pero mi ignorancia y falta de capacidad, le oponía una férrea voluntad para estudiar y una reconocida responsabilidad y constancia. Jamás llegué a saber cuál fue la razón, pero uno de los habitúes del Kolel hizo correr un falso rumor acerca de mi persona. Sobornó a una sirvienta árabe que venía en las mañanas a hacer trabajos de limpieza, para que le diga a todo el mundo que yo le había hecho proposiciones indecorosas. Un día la mujer llegó a gritar, con toda la intención de que la escuchen, acusándome de haberme querido propasar con ella. En ese instante se acercaron todos los Jajamim y me avergonzaron públicamente, suscitándose un grave Jilul HaShem (profanación del Nombre Sagrado). No pude aguantar más semejante desprecio, por lo que me dispuse a huir del Kolel cuanto antes. El Rosh Kolel (Director del instituto), sin embrago, creyó en mi palabra, y no solo me mantuvo como estudiante, sino que despidió a la sirvienta.
Pasaron los años, y se presenta frente a mí… la sirvienta. Me confesó toda la verdad y me pidió que la perdone. Luego me dijo que su situación económica era muy difícil y necesitaba imperiosamente trabajar. Se ofreció a revelar a las autoridades del Kolel, y a toda la gente, que todo lo que me habían hecho fue producto de una elaborada calumnia, y que estaba dispuesta a probarlo, haciendo público el nombre del culpable con todos los detalles del caso.

Yo me encontraba frente a un dilema: Por un lado, sentí una profunda satisfacción porque ya se iba a saber la verdad, y estaba a punto de limpiar mi reputación, tan injustamente mancillada. A partir de ahí sin duda iba a adquirir renombre y respeto, y era mi oportunidad para reivindicarme. Pero por otro lado, me estremecí pensando que ya se produjo un Jilul HaShem, y después que se sepa cómo pasó todo, el Jilul HaShem será aún mayor. La duda me atormentaba y no sabía qué hacer. Hasta que al final tomé la decisión de abogar para que contraten nuevamente a la sirvienta, pero no sin antes prohibirle que rebele a alguien, detalle alguno de lo acontecido.

A partir de ese momento en que puse en peligro todo mi futuro en el ámbito del estudio de la Torá, comencé a notar cómo se abrían frente a mí las Puertas del Entendimiento y la sabiduría. En lugar del perjuicio que por lógica tenía que haber recibido, sentí patentemente que del Cielo me ayudaron de una manera sobrenatural, a superarme, hasta que llegué a la situación actual. No tengo dudas que toda esta obra literaria que alcancé a escribir, fue merced a haber guardado silencio oportunamente…

(Idem Anterior)



LA VIRTUD DE GUARDAR SILENCIO

El silencio es el más bello de los sonidos.
Rabi Menajem Mendel MoKotzk

Por cada momento que la persona guarda silencio,
recibirá una recompensa que ni los ángeles pueden imaginar.
Hagaón MiVilna

Cuidar la lengua y la boca, es no hablar cuando se tiene algo que decir.
Rabi Zeeb MiStrikob

Aprende a callarte, para que sepas hablar.
Rabi Menajem Mendel MiVorka

En la niñez se aprende a hablar, y en la vejez se aprende a callar. Y esa es la desventaja del ser humano: Aprende a hablar antes de saber callar.
Rabi Menajem Mendel MoKotzk

Cuanto menos hables, menos te equivocarás.
Hameriri



(“HAMAOR”; Tomo 2; Kolel MAOR ABRAHAM-KÉTER TORÁ; Ediciones HAMAOR-MÉXICO;