lunes, 5 de noviembre de 2012

http://www.israelenlinea.com/magazine-de-semana/articulos/desde-israel/5400-un-shomer-argentino.html

Pesaj Zaskin, que nació en Buenos Aires y creció en Corrientes, al nordeste de Argentina, fue un ajedrecista destacado y estudió Ingeniería Química en la Universidad de Santa Fe, ciudad en la que se sintió atraído por la idea sionista y el movimiento Hashomer Hatzair. En 1953 hizo aliá y fue uno de los fundadores del kibutz Metzer, todos ellos miembros de Hashomer Hatzair en Argentina. A raíz de la muerte de su padre en 1958 regresó a Argentina y su permanencia allí se prolongó en una misión del movimiento que incluyó el trabajo en la Hajshará y el periódico Nueva Sion. En 1961 Zaskin volvió a Metzer y trabajó en el tambo, y en 1969 viajó en una misión del movimiento a Chile, en donde creó el Frente de Izquierda Sionista y abogó fervientemente por la paz, en palabras de Iair Rubin, su compañero de trabajo en esa época. En 1977-1979 llegó a Argentina en su misión siguiente, particularmente agitada porque sus educandos, atraídos por la izquierda, eran perseguidos por el gobierno militar asesino. Su amigo Ezra Rabin señala que en ambos países Pesaj dejó «un núcleo compacto de simpatizantes de la familia de Hashomer Hatzair». En 1992 Zaskin publicó «La tortuga cartera», un libro que despliega el intercambio epistolar con sus sobrinos en Argentina. Ilana Helman, también miembro del kibutz Metzer, dice que como no creó una familia propia en Israel (consideraba a sus educandos y amigos del movimiento como su familia amplia), la relación con su familia en Argentina era muy cercana. El libro, que permite una visión del kibutz en particular y de Israel en general durante cuatro décadas, es apasionante, conmovedor y entretenido. En los últimos tiempos sintió una gran satisfacción por la realización de «Nuestra historia», una película entre cuyos promotores se contó y que narra la historia de los fundadores de Metzer. La misma será proyectada en el Festival de Cine Judío de Buenos Aires, el próximo mes de noviembre. A diferencia de ello y en opinión de su amigo Ioel Shaní, se sentía frustrado - como solo un argentino orgulloso puede sentirse - porque Hashomer Hatzair en Chile publicó su propio libro mientras que el libro sobre el movimiento en Argentina, con el que soñaba, no se concretó.