domingo, 16 de noviembre de 2014

La Yapa De La Vida**

Recuerdo las manos de mi abuelo, y hoy en el correr de los años, comparo las
mías y, asombrado, veo que son iguales. ¿ Será que a cierta edad las manos del
hombre, están programadas, para transformarse en manos de abuelos ?

Mis manos son delgados, con muchas arrugas, como surcos en la tierra a sembrar,
cada surco puede ser una historia o un año, que como en los nudos de los árboles
nos dice la edad, que no pueden negar.
Mis manos están preparadas a arrullar, a mimar, a consentir. Están preparadas para
que una mano tierna me tome de un dedo, buscando el cariño y la seguridad, que la
mano de un abuelo puede dar.

Un nieto, un hijo de un hijo, nos marca el aviso que pronto, el mundo deberemos dejar,
a los nietos que vienen y ocuparán nuestro lugar .Esa es la vida y así funciona. Las
manos son el primer aviso de nuestro final; y como final debemos poner en nuestras
manos, nuestro corazón, y apretar, fuertemente, las manos del niño, para que éste
lleve el calor, y el amor, que las manos de su abuelo le dejó.

! Yo no tengo nietos ! ! La vida me los negó !

! Los nietos son la yapa de la vida ! Y en mi, aún, hay esperanza de recibir la propina
que mis manos están anhelando y esperando a la vez.-
Mario Beer-Sheva

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