La Yapa De La Vida**
Recuerdo las manos de mi abuelo, y hoy en el correr de los
años, comparo las
mías y, asombrado, veo que son iguales. ¿ Será que a cierta
edad las manos del
hombre, están programadas, para transformarse en manos de
abuelos ?
Mis manos son delgados, con muchas arrugas, como surcos en
la tierra a sembrar,
cada surco puede ser una historia o un año, que como en los
nudos de los árboles
nos dice la edad, que no pueden negar.
Mis manos están preparadas a arrullar, a mimar, a consentir.
Están preparadas para
que una mano tierna me tome de un dedo, buscando el
cariño y la seguridad, que la
mano de un abuelo puede dar.
Un nieto, un hijo de un hijo, nos marca el aviso que pronto,
el mundo deberemos dejar,
a los nietos que vienen y ocuparán nuestro lugar .Esa es la
vida y así funciona. Las
manos son el primer aviso de nuestro final; y como final
debemos poner en nuestras
manos, nuestro corazón, y apretar, fuertemente, las manos
del niño, para que éste
lleve el calor, y el amor, que las manos de su abuelo le
dejó.
! Yo no tengo nietos ! ! La vida me los negó !
! Los nietos son la yapa de la vida ! Y en mi, aún, hay
esperanza de recibir la propina
que mis manos están anhelando y esperando a la vez.-
Mario Beer-Sheva
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