By ROBERT S. WISTRICH
03/16/2011
El virus del odio al judio en el centro de la civilizacion occidental esta arraigado en actitudes profundamente arraigadas, muchas de ellas a ser encontradas en la teologia cristiana, interpretacion de las escrituras, arte y literatura. Ese legado, que llego a un climax en el Holocausto, ha sido el tema de reflexion cada vez mas seria por parte del Vaticano y la Iglesia Catolica durante los ultimos 50 años. El Papa Juan XXIII inicio los primers pasos que culminaron en el documento Nostra Aestate en 1965 del Concilio Vaticano II, el cual declaro que “lo que sucedio en la pasion de Cristo no puede ser culpado sobre todos los judios entonces vivos sin distincion o sobre los judios de hoy dia.”
Veinte años mas tarde, otro importante documento catolico sobre como presentar a los judios y al Judaismo en las enseñanzas de la Iglesia, destaco que "los pecadores cristianos deben ser culpados mas por la muerte de Cristo que los pocos judios que lo llevaron a eso." El Papa Juan Pablo II dio un paso mas en condenar firmemente el antisemitismo como un pecado y visitando Jerusalem en el año 2000 como parte de su acto de arrepentimiento historico hacia el pueblo judio.
Asi, a primera vista la publicidad mediatica rodeando al segundo volumen del Papa Benedicto XVI sobre la vida de Cristo (“Jesus de Nazareth, Semana Santa: Desde la Entrada a Jerusalem a la Resurreccion”) publicado la semana pasada, puede parecer sorprendente. Que hay exactamente de nuevo aqui a la luz de anteriores pronunciamientos de la Iglesia? El Papa actual realmente ofrece una exoneracion sin precedentes o radical del pueblo judio por la muerte de Jesus? Es su libro una importante contribucion a la lucha contra el antisemitismo?
Yo creo que la respuesta debe ser un si calificado. Aunque el Papa Benedicto no provee una absolucion radical de toda la "culpa" judia por la Pasion. El liderazgo judio de la epoca de Jesus y los partidarios del insurreccionario, Barabas, aun cargan alguna responsabilidad por la crucifixion pero es relativa y bastante atenuada. Lo mas importante, el grito de la multitud de Jerusalem como es presentado en el Evangelio de Mateo (27:25) – “Su sangre esta sobre nosotros y nuestros hijos” (una auto-acusacion judia en cierta forma imposible por la muerte de Jesus con tragicas consecuencias historicas) es efectivamente contextualizado por el Papa. Asi, tambien, hay algunos pasajes en el Evangelio de Juan que retratan a "los judios" como hijos del Demonio y enemigos juramentados de Cristo. Benedicto XVI de hecho busca neutralizar el antisemitismo potencialmente toxico en estas y otras declaraciones que resultaron durante siglos en la salvaje persecucion a los judios. Ya que seguramente su libro indudablemente llegara a un amplio publico (probablemente mucho mayor que aquel de los documentos vaticanos oficiales como Nostra Aetate), eso ciertamente sera bienvenido.
Por demasiado tiempo ha habido una seria discrepancia entre lo que la mayoria de los estudiosos cristianos escribirian hoy sobre el Nuevo Testamento y lo que muchos catolicos laycos e incluso algo del clero - aun influenciados por el anti-Judaismo de larga data de la Iglesia - continuan creyendo. La mas importante contribucion del Papa Benedicto XVI puede bien haber comenzado el proceso de enfrentar (en una forma estudiosa) esta considerable brecha y refutar algunos de los libelos anti-judios que han sido construidos alrededor del Evangelio por casi dos mil años. No todos estos estereotipos es probable que desaparezcan en el futuro inmediato pero el Papa al menos reafirmo a los catolicos en el mundo no solo que Jesus y sus discipulos eran judios sino que no debe haber espacio en la Cristiandad para cualquier denigracion del pueblo de Israel.
Nadie puede dudar seriamente del compromiso de Benedicto XVI para mejorar las relaciones cristiano-judias a pesar de una cantidad de decisiones y errores lamentables de juicio que el cometio anteriormente en su papado. Hay, sin embargo, bastante por hacer. Partes del Nuevo Testamento, especialmente relacionadas con la narrativa de la Pasion, a pesar del nuevo libro del Papa, indudablemente continuaran siendo una fuente para el antisemitismo.
Lo mas importante, el odio por Israel se ha difundido mucho y ampliamente en nuestro propio dia, bastante mas alla de los confines de la Iglesia. El mundo islamico, en particular, se ha vuelto profundamente infectado por estereotipos y mitos anti-judios como el libelo de sangre, cuyas fuentes residen en la Edad Media cristiana. Algunas partes de la Izquierda laica, tambien, han sido contaminadas por un odio crudo a los judios enmascarado como "antisionismo."
Quizas ha llegado el momento para que este Papa hable con la plena autoridad de su cargo y su conciencia moral, para denunciar la casi diaria incitacion y difamaciones dirigidos al pueblo de Israel desde tantas fuentes fuera de la Iglesia. Esto seguramente estaria en consonancia con la mision universal y preocupaciones de la Santa Sede, tanto como con su deseo de reaproximarse a la nacion judia. De hecho seria una oportuna sacudida para la causa de la paz de Medio Oriente y mundial tanto como promoveria la comprension mas profunda entre pueblos de diferentes credos.
Robert S. Wistrich es profesor de historia europea en la Universidad Hebrea de Jerusalem y autor de Una Obsesion Letal: Antisemitismo desde la Antigüedad a la Jihad Global (Random House, 2010).
Fuente: The Jerusalem Post- Este articulo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
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