viernes, 11 de marzo de 2011

Mensaje XLVI - Rab Isaac Ruben Yacar‏

Perashá Pekudé - Shekalim.

“Jazak Jazak Venitjazec”:

Con esta Perashá Pekudé, finaliza el Sefer Shemot, relatando el impresionante momento en el que la nube Divina reposo sobre el tabernáculo de manera que ni el mismo Moshé Rabenu podía entrar sin previa autorización.

La semana próxima comenzaremos con el libro de Vaikrá, que explica las ofrendas realizadas en el Bet Hamikdash por los Cohanim.

Nuestros sabios dijeron: “Vendrán puros y estudiaran temas concernientes a la pureza”. Estos son nuestros niños pequeños, quienes no probaron el gusto del pecado.

Este hecho coincide con el comienzo del ciclo lectivo en la República Argentina. Deseamos desde estas líneas, que todos los educadores tengan éxito en transmitir los valores de nuestra autentica Torá a nuestras próximas generaciones.

------------------------------------------------------

Hishtadlut (procurar):

Hishtadlut significa esfuerzo. Es un principio de la Torá. Debemos esforzarnos en realizar todo lo que está en nuestras manos, a pesar, de que Hashem controla todo, desde el principio hasta los resultados.
Debemos encontrar nuestra fuente de ingreso para mantener a nuestras familias, acudir a los médicos cuando uno padece una enfermedad, etc...
Hishtadlut es la responsabilidad y la oportunidad que Hashem nos otorga para que formemos parte del desarrollo del mundo. No contradice las leyes de causa y efecto que fueron creadas y se mantiene únicamente porque Hashem decide mantenerlas.
Dado que Hashem es el verdadero controlador detrás de todos los acontecimientos, Hishtadlut, esfuerzo, toma distintas formas. Quizás significa poner una cantidad enorme de esfuerzo o tal vez se necesita el esfuerzo mínimo. A los ojos de Hashem los actos pequeños pueden ser grandísimos, y los grandes diminutos.



La escalera del esfuerzo:

En un maratón, había que subir 500 pisos por escalera. Los participantes se entrenaron para tal hecho. De los 100 participantes su mayoría fue abandonando de a poco a medida que iban subiendo los pisos. Cuando llegaron al piso 300 quedaron solo cuatro participantes. Dos de ellos abandonaron en el piso 320. Dos siguieron hasta el 350. Uno se miraba al otro. En la planta 358, uno de ellos no podía continuar. Quedó un sólo participante y quedaban muchos pisos por subir. Al llegar al 360, el corredor encuentra un ascensor que lo lleva directamente al piso 500. Esto es una de las definiciones de Hishtadlut. La persona tiene que hacer lo máximo que puede, y luego viene la ayuda Divina. Lo mismo ocurre en todos los aspectos de la vida, incluido el estudio de Torá.



Establecimiento del tabernáculo:

“Resulta que el primer día del primer mes (Nisán), al comienzo del segundo año de la salida de Egipto (2449), (salida de Egipto 2448), fue establecido (levantado) el tabernáculo” (Shemot 40:17).

En hebreo la palabra “Hukám” (Y se levanto) merece su comprensión, ya que tendría que haber dicho que lo levantaron y no que se levanto.

El Midrash dice: “Como Moshé no había hecho ningún trabajo en el tabernáculo, Hashem le reservó el privilegio de hacerlo. Nadie podía levantarlo debido al peso tan grande, y ninguna persona tenia la fuerza de endorsarlo, y es Moshé quien lo hace. Él había dicho a Hashem “¿Cómo puede la mano del hombre levantar el tabernáculo?” Hashem le respondió: “Hazlo con tus propias manos, y parecerá como que lo estas levantando”. En realidad el tabernáculo se irguió y esto es lo que significa el texto “Hukám HaMishkán”. De aquí aprendemos lo que se requiere a lo que se concierne con cosas del Kodesh (Santas).

El Zohar dice que es necesario el despertar desde el mundo inferior. Es decir, desde nosotros mismos, para de ahí en más venga la ayuda divina.

Nuestros hechos y vida, son un ejemplo del Mishkán, mostramos que hacemos algo, pero el que verdaderamente hace es Hashem.

¿En qué camino queremos ir?

La Guemará en Masejet Makot 10/2 dice: “En el camino que la persona quiere ir, ese será el camino por el cual será conducido.” Sólo se requiere la voluntad, el resto lo termina Hashem. En esta Guemará, las palabras son exactas. No dice en el “camino que va”, sino en el camino “que quiere ir”. Es necesario sentir que Hashem supervisa y realiza todo. Cuando alguien nos daña es solamente un mero enviado de Hashem para hacerlo. Tehilím 23:4 “E incluso si anduviese por valles tenebrosos (en épocas de desdichas) no temeré mal alguno, pues Tú estás conmigo; Tu vara y Tu bastón, ellos me consolarán (Tu vara de castigo, y Tu bastón para apuntalarme en los momentos de mi angustia, ellos serán mi consuelo, pues con ellos me demuestras que no estoy librado al azar.)” Quiere decir, si sabemos que Hashem está con nosotros, no hay que temerle a nada, ya que él es socio de todo lo que sucede.



Un hecho que ocurrió realmente:

Hace un tiempo atrás, recibí una llamada de un rabino de la comunidad. Me explicó que acababa de recibir la llamada de un joven que estaba estudiando Torá en Jerusalén. Era martes, el joven, como me explicó el rabino, tenía una hermana que estaba a punto de casarse con un gentil el domingo siguiente. También le explicó al rabino que había intentado todo para evitarlo; le escribió, le habló, intentó todo y nada había funcionado. El rabino quería pasarme la responsabilidad. Le pregunté qué esperaba de mí; faltaban sólo unos días para la boda; muchos habían tratado de disuadir a la joven pero ella se mantenía firme.
Era mediodía y yo tenía una cita esa misma noche. Sin embargo, apunté el número de teléfono de la familia, ya que si esta llamada me había llegado era por algo. Supuse que, por lo menos, debía hacer un mínimo esfuerzo en ese problema; después de todo, yo no lo había buscado, él me había buscado a mí.
Tomé el teléfono y, nervioso, marqué el número que me habían dado. Por suerte, contestó la mamá. Le dije que sabía que su hija estaba por casarse el domingo siguiente y que su hijo había contactado a alguien que, a su vez, me había pedido que tratara de evitar el matrimonio.
"Rabino", me dijo con voz exasperada, "hice lo que pude.” Me rindo. Si quiere hablar con mi hija, adelante, pero yo ya no me meto en su vida". Si quiere, mi hija va a llegar a las siete de la noche. No puedo garantizarle que acepte hablar con usted, pero si usted llama, yo le paso la llamada."
Colgué el teléfono algo confundido. Estaba cansado y no sabía qué esperaba exactamente Dios de mí. Sin embargo, sabía que, si la llamada había llegado a mí, algo podía hacer. Esa tarde regresé a casa temprano y le pedí a mi esposa que me preparara algo especial de comer, ya que iba a necesitar un poco de energía extra. Después de todo, quién sabe cuánto duraría la conversación con esa joven. Tomé una siesta de más o menos una hora para estar descansado, cené y me preparé para lo que parecía una larga y difícil noche.
Exactamente a las siete de la noche tomé el teléfono y marqué el número. La madre me contestó y me dijo: "¡Oh, rabino!, sus rezos han sido escuchados por Dios. Mi hija va rumbo al aeropuerto para tomar el próximo avión hacia Israel. La boda se canceló".
Mientras tanto pensé: "¿Mis rezos fueron respondidos? Lo único que hice fue comer y dormir".
Le pregunté por qué su hija había cambiado de opinión. La madre me dijo que el cartero había traído una carta del hermano de la muchacha esa tarde, que la había hecho tomar la decisión de viajar a Israel.
Por cierto, más o menos diez días después de la llamada fui a Israel y encontré a este muchacho acompañando a una chica en la calle. Le pregunté si ella era su hermana y me contesto que sí. Entonces dije a ella: "Gracias por mi comida y mi siesta".



Este Dibré Torá es para Refua Shelemá Le:

- ROSA BAT SARA

-ITZJAK BEN BOLISA

-RENA BAT ADEL

-BEILE FEIGUE BAT ESTHER

-HARAB DAVID ITZJAK BEN MIRIAM

-IAFA JULIA BAT ESTHER

-BLUME BAT REISEL

Rab Isaac Ruben Yacar.

Nota: Por motivos técnicos, el correo no pudo ser enviado en el momento que corresponde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.