lunes, 13 de febrero de 2012

Para Irán, cometer genocidio y borrar a Israel del mapa, está “legal y moralmente justificado”

Para Irán, cometer genocidio y borrar a Israel del mapa, está “legal y moralmente justificado”.

Si Israel mantiene alguna duda sobre la imperiosa necesidad de atacar cuanto antes las instalaciones nucleares de la República Islámica de Irán, la publicación de un artículo escrito por el especialista persa en análisis y estrategia Alireza Forghani, en el website Alef, vinculado al ayatolá y Guía Supremo Alí Jamenei -donde exhorta a destruir a Israel y a masacrar a todo el pueblo judío destruyendo, además, sus bienes en todo el mundo- debería disiparla por completo.
El documento -que apareció reproducido oficialmente por el gobierno iraní y en numerosos sitios militares- un auténtico paradigma de la vesania islámica, afirma que no se puede “desperdiciar la oportunidad de eliminar una materia tan corrompida y que hay justificación en la jurisprudencia de la Sharia para matar a todos los judíos y aniquilar a Israel; para hacerlo tomará el mando el Gobierno islámico de Irán”. Sin disimular su indubitable propósito genocida de reminiscencia nazi, la nota de Forghani un asesor cercano del Ayatolá Jamenei, dice que en nueve minutos se destruirá a Israel. Un primer ataque arrasará a Tel Aviv, Jerusalén, Haifa, centrales energéticas, nucleares, centros de telecomunicaciones, instalaciones de depuración, aeropuertos, infraestructuras de transportes, con misiles tipo Sijil. La segunda etapa, los misiles Shahab 3 y Ghader se lanzarán sobre los lugares más poblados de Israel. Una aniquilación total durará, de este modo, unos nueve minutos.
“El primer paso debe ser la destrucción absoluta de Israel. Para ello, Irán podría hacer uso de misiles de largo alcance. La distancia entre nosotros es sólo 2.600 km. Se puede hacer en cuestión de minutos.” Pecando de ingenuidad o por una subestimación del poderío militar israelí, el artículo de Alef parece no reparar en que el camino que separa a Teherán con Tel Aviv es de ida y vuelta. El vil escrito justifica la destrucción de Israel y su población civil por medio de una “Jihad defensiva”, debido a que Israel ha “derramado” sangre musulmana y “oprime” a sus vecinos musulmanes. “Con respecto al estado falso de Israel en Palestina, que se incluye en la primera Quibla (dirección que apunta hacia La Meca en el rezo) de los musulmanes, tenemos que defender la sangre sagrada de los musulmanes en Palestina islámica utilizando cualquier medio necesario”. “Si el enemigo debe invadir las tierras musulmanas y derramar sangre musulmana, es obligatorio para las masas musulmanas utilizar todos los medios posibles para defender las vidas y propiedades de sus hermanos. No se requiere permiso de un juez.” Pero a pesar de la agresión israelí contra Palestina y los musulmanes, está claro que los jefes de este régimen falso tratan de dominar a otros países islámicos en sus fronteras para desarrollar la hegemonía sobre la región”.
Ya he señalado que el Estado usurpador de Israel constituye una grave amenaza a los países del Islam y los estados musulmanes no deben perder esta oportunidad para eliminar la corrupción de en medio. Todos nuestros problemas son a causa de Israel.
Atribuir al Estado judío todos los males que aquejan a los países islámicos es un dislate que se ha puesto de moda. Un parlamentario egipcio endilgó a Israel la responsabilidad de lo ocurrido en el partido de fútbol en Port Said en el que un enfrentamiento entre hordas de fanáticos salvajes musulmanes provocó la muerte de más de 70 personas y centenares de heridos.
El documento que pareciera estar inspirado en la Endlösung der Judenfrage, “La solución final al problema judío”- el plan de la Alemania nazi para ejecutar el genocidio sistemático de la población judía europea durante la Segunda Guerra Mundial- cita las estadísticas que dicen que en Israel de una población total de 7.500.000 personas, 5.700.000 son judías, como una justificación para el exterminio. Un estudio demográfico demuestra que Tel Aviv, Jerusalén y Haifa, contienen más del 60 por ciento de la población judía, que los iraníes especulan podría ser alcanzada por misiles balísticos Shahab 3 y “matar fácilmente a todo el mundo.”
Un documental didáctico emitido en la televisión de Irán, revela el peligroso fanatismo del régimen teocrático de la República Islámica. En él, se hace referencia reiteradas veces a la figura del Mahdi o Mahdí “el bien dirigido”, el Mesías aguardado por los musulmanes chiítas para imponer el Islam, la justicia y la fraternidad junto con la dominación o el aniquilamiento de los infieles. Quien continuamente hace alusión a él, cada vez que tiene posibilidad de dar un discurso es el siniestro presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, que no solamente lo menciona sino que, como lo hiciera en su última alocución en Naciones Unidas, oró públicamente por su “pronto retorno”. El advenimiento del Mahdi, el imán “sobrenatural” 12 u oculto, miembro de la familia de Alí, se produciría en el Fin de los Tiempos, lo que lleva a inferir que con su ambición de obtener armas nucleares, Irán, al igual que otros grupos terroristas religiosos islámicos, busca generar el Apocalipsis.
Refiriéndose a Israel, la única democracia en la región, como un “tumor canceroso” en Medio Oriente, el Líder Supremo iraní ayatolá Ali Jamenei, aprobó el lunes pasado una nueva doctrina, basada en que Israel va a atacar las instalaciones nucleares de Irán, razón por la cual está justificado lanzar un ataque preventivo y que explica por qué sería “legal y moralmente justificado” cometer genocidio y borrar a Israel del mapa. Al respecto, cabe recordar que este último enunciado, muy anterior a los eventuales aprestos militares de Israel para asegurar su supervivencia, viene siendo reiteradamente repetido por Ahmadinejad, ante la ominosa pasividad e indiferencia de la ONU y gran parte de la comunidad internacional.
Rubén Kaplan
http://www.rkpress.com.ar/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.