miércoles, 5 de septiembre de 2012

Posibles desenlaces del conflicto interno que atraviesa Siria

21/08/2012 Posibles desenlaces del conflicto interno que atraviesa Siria por: Daniel Alaluf (Desde Jerusalem) El actual conflicto en Siria, y fundamentalmente los objetivos perseguidos por los grupos que desafían al presidente Bashar Al-Assad, tienen mucho en común con la profunda insatisfacción existente en las otras autocracias árabes. Entre los factores principales se encuentran el alto nivel de desempleo, gran índice de inflación, casi nula capacidad de movilidad social ascendente (ascenso social), falta de libertades políticas y represión militar. Estos factores han levantado a la oposición siria contra el gobierno autoritario que ha estado en manos del partido político Baath (Renacimiento) desde 1963 y bajo el control de la familia Al Assad desde 1970. El actual conflicto en Siria, y fundamentalmente los objetivos perseguidos por los grupos que desafían al presidente Bashar Al-Assad, tienen mucho en común con la profunda insatisfacción existente en las otras autocracias árabes. Entre los factores principales se encuentran el alto nivel de desempleo, gran índice de inflación, casi nula capacidad de movilidad social ascendente (ascenso social), falta de libertades políticas y represión militar. Estos factores han levantado a la oposición siria contra el gobierno autoritario que ha estado en manos del partido político Baath (Renacimiento) desde 1963 y bajo el control de la familia Al Assad desde 1970. Comienzo del conflicto La familia Assad son miembros de la minoría Alawita (aproximadamente un 12% de la población siria) cuyas raíces se encuentran ligadas profundamente con el Islam Shiita. Esta familia y el partido Baath fortalecieron a los Alawitas y así obtuvieron su apoyo, en manos de este grupo se encuentran las fuerzas de seguridad del país. Entre los incidentes más sangrientos de las últimas décadas se encuentra la brutal represión que realizó el gobierno contra el levantamiento armado llevado a cabo a principio de los años 1980´s por la Hermandad Musulmana, matando el gobierno para controlarla a miles de personas miembros de la comunidad Sunita. Con el comienzo de las revueltas en otros países árabes a principios del 2011, Assad y muchos observadores erróneamente creían que los cuerpos de seguridad del gobierno y el temor de la población a un conflicto étnico evitarían revueltas en el país. Intentos esporádicos de oposición y algunos pedidos de reformas en febrero del 2011 no tuvieron mayor trascendencia, pero, un episodio en la ciudad de Dara en el cual fuerzas oficiales torturaron niños en el mes de marzo generaron el comienzo de la actual contienda. La mayoría Sunita se encuentra al frente de la oposición armada contra el régimen Alawita, mientras que los cristianos y otras minorías están divididos. La dinámica de las diferentes clases económicas también influyen en la posición de los sirios frente a las protestas: las poblaciones rurales, con mayores problemas sociales y económicos se oponen al régimen oficial mientras que las poblaciones urbanas, de mayor poder adquisitivo parecen tener myor favoritismo por el presidente Assad. Desde marzo de 2011 hasta hoy en día, los ciclos de tensión y violencia se han intensificado y en lugar de reformas el gobierno incrementó la represión armada contra los grupos opositores. La violencia, que comenzara en la periferia del país, afecta hoy en día a todo el país incluyendo a su capital: Damasco. El número de víctimas fatales llega, según estimaciones varias, a unas 20.000 personas. El conflicto y sus consecuencias Teniendo en cuenta que el conflicto se encuentra actualmente en su apogeo, es de suponer que el régimen de Assad continuará utilizando su poderío militar para reprimir a los Sunitas hasta que obtenga la victoria o hasta que no tenga capacidad política o militar para seguir luchando. Para la minoría Alawita, esta lucha es considerada existencial, un desafío a las cuatro décadas de poder indiscutido. Gran parte de esta minoría étnica ve su futuro íntimamente ligado a la familia Assad. Por su parte, el presidente no ha mostrado indicios de aceptar una solución política negociada que ponga fin al conflicto, solución que podría suponer la abdicación del poder. Posibles escenarios futuros Los cambios políticos históricos que están aconteciendo en el mundo árabe desde principios del 2011 han confundido a la mayoría de los expertos y analistas y hoy en día no hay consenso sobre cómo será resuelto el conflicto en Siria. Si tenemos en cuenta que ambas partes del mismo ven el enfrentamiento como un "juego de suma cero", una solución pacífica parece ser prácticamente inalcanzable. Pero, otros posibles resultados pueden ser más probables: · Conflicto a largo plazo y el colapso del estado. Ambas partes parecen estar dispuestas a luchar por años, lo que llevaría a cientos de miles de muertos antes de que intenten llegar a una solución negociada. Si el conflicto continúa indefinidamente, es posible que el Estado Sirio que hoy conocemos se separe en regiones étnicas dominadas por los Alawitas, Sunitas y Kurdos. O, el gobierno de un país devastado por años de lucha puede simplemente perder la capacidad de mantener su centralidad. Esto generaría que el poder se encuentre en manos de poderes locales, comunidades auto organizadas políticamente, económicamente e incluso militarmente (similar a lo que se puede observar en Somalia). El colapso total del Estado sirio presenta un desafío y riesgos importantes para la comunidad internacional debido al arsenal de armas químicas que posee el país y al vacío de poder que esto generaría, ofreciendo inigualables oportunidades a los grupos terroristas, particularmente a la Jihad Sunita que se encuentra en el Irak vecino. · Golpe militar. Si bien hasta el momento el apoyo Alawita al régimen de Assad parece ser sólido, un golpe militar es aún una remota posibilidad existente. Algunos comandantes militares que se han enfrentado personalmente con importantes bajas en el campo de batalla y consideran la posibilidad de ser derrotados pueden observar un golpe contra la familia Assad como una posibilidad para protegerse y negociar su salvación en un proceso de transferencia del poder. Pero, la unión dentro de las elites Alawitas es sumamente fuerte y el régimen es conocido por su efectivo sistema para controlar a sus comandantes militares y al aparato de inteligencia. Más aún, gran parte de los militares son parte de la familia Assad, dificultando aun más este escenario. · Una solución negociada. Como se ha sido mencionado anteriormente, mientras ambas partes persigan la victoria total en el campo de batalla y un futuro gobierno sirio liderado por sus respectivos grupos étnicos, una solución política negociada es prácticamente inalcanzable. El 30 de junio pasado, el Grupo de Acción sobre Siria presentó un acuerdo "basado en un consentimiento mutuo" a fin de crear un gobierno de unidad nacional, pero el rol que cumpliría el partido gobernante Baath en la transición es incierto. · Una guerra regional. Teniendo en cuenta que los estados del Golfo, Turquía e Irán pueden llegar a apoyar a grupos opositores dentro de Siria o al gobierno central, la asistencia militar e intervención directa de estos países puede desencadenar eventos impredecibles. En Turquía, el derribamiento de un avión de combate generó una fuerte condena contra el, hasta hace poco, régimen aliado de Assad pero sin generar ninguna intervención directa. Incidentes similares en el futuro pueden desatar reacciones diferentes. Teniendo en cuenta la falta de interés internacional en tomar cartas militares en la crisis, y dado a que una solución política parece ser de momento casi imposible, la lucha armada puede durar largo tiempo. Por ejemplo, podemos considerar el antecedente de la guerra civil libanesa, siendo el Líbano un país mucho más pequeño y con solo 5 millones de habitantes, ésta duro 15 años. La situación en Siria puede ser mucha más complicada. Casi sin duda alguna esta situación afectará a toda la región de alguna forma.