La Noche de los Museos con gran concurrencia a las instituciones judías. Análisis de Eduardo Chernizki
Transcurridas casi 72 horas de la realización de la “Noche de los Museos 2014”, organizada por el ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires llevada a cabo entre las 20 hs. del sábado 15 de noviembre y las 03 hs. del domingo, es posible efectuar un análisis de lo ocurrido, en especial relacionado con las instituciones judías participantes
En totalidad abrieron sus puertas 208 museos y espacios culturales, públicos y privados; 24 más que en la versión del año anterior. Dentro de ese total se encontraban 5 instituciones pertenecientes a la comunidad judía, que fueron 2 menos que en el 2013, ya que en este año no participaron el Espacio de Arte de la AMIA ni la Comunidad Or Jadash.
Las cinco instituciones fueron Museo del Holocausto/Shoá, Museo Judío de Buenos Aires Dr. Salvador Kibrick, Museo Judío de Belgrano, Sociedad Hebraica Argentina y Escuela Profesor Jaim Weitzman - Comunidad Hebrea Dor Jadash. Debido a la temática de la institución, normalmente le sumamos el Centro Ana Frank Argentina - Museo interactivo para una pedagogía de la memoria, con lo que la cantidad llegó a 6 instituciones, es decir el 2,88% del total.
De acuerdo a la información difundida por los medios gráficos nacionales, seguramente surgida del computo llevado a cabo por el ministerio de Cultura, los asistentes este año llegaron a las 880.000 personas, un 10% más que en el 2013. Esta cantidad, 880.000 personas significa que esa fue la cantidad de personas que cruzaron las puertas de los museos e instituciones culturales, no el total que participó de la movida cultural debido a que la gran mayoría, por no arriesgarnos a decir la totalidad, visitó por lo menos dos.
Dentro de ese impresionante caudal de visitantes, de acuerdo a lo que hemos observado, un alto porcentaje eran jóvenes, menores de 30 años, muchos de los cuales evidenciaban no ser habitúes a concurrir a visitar el tipo de instituciones participantes, lo que debe considerarse un gran logro de esta importante actividad cultural.
Centrándonos en las instituciones de la comunidad judía, la cantidad de visitantes en ninguna de ellas puede compararse a la que han tenido los más importantes museos o centros culturales de Buenos Aires, como el Museo Nacional de Bellas Artes o el Centro Cultural Recoleta, por mencionar sólo dos, pero sin lugar a dudas que abrieran sus puertas es muy importante independientemente a cuantas personas cruzaron sus puertas.
Consideramos que lo declarado por la rabina Sarina Vitas, de la Escuela Profesor Jaim Weitzman - Comunidad Hebrea Dor Jadash, refiriéndose específicamente a su institución, se puede interpolar a todas las demás “La Noche de los Museos es una oportunidad magnífica para abrirnos a la población del barrio y mostrar tanto cultura como tradición, idioma, raíces, legado, culto y religiosidad hacia el afuera y convencernos nosotros de la tarea cotidiana de seguir construyendo identidad, continuidad con educación, los principios que hacen al ritual y todo lo que tenga que ver con el judaísmo que está tan empapado y diversificado desde lo culinario hasta lo espiritual”.
Finalmente debemos resaltar lo ocurrido con el Museo del Holocausto/Shoá, donde la cantidad de asistentes supero las 9.800 personas, algo más del uno por ciento del total, el motivo de que esto haya ocurrido posiblemente lo tengamos en las palabras de uno de sus vicepresidentes y del secretario general, Guillermo Yanco y Manuel Kobryniec respectivamente, consultados cuando promediaba el evento.
El primero sostuvo “Considero que se ha superado ampliamente la cantidad de asistentes en relación al año pasado, lo que demuestra que el Museo afortunadamente está llegando a la gente que tiene preocupación por conocer lo que ha sido una triste historia del judaísmo en el mundo y la impresión que la gente, joven y ajena a este tipo de conocimiento en su vida cotidiana, está queriendo saber que ha ocurrido en el mundo en el siglo pasado, con tantos genocidios y la Shoá, y nosotros somos participes de esta historia con el nazismo y el asesinato de seis millones de judíos, esto por un lado y por otro estoy convencido que la tarea que se ha venido desarrollando de instalación del Museo del Holocausto en la sociedad argentina está dando sus frutos”.
Kobryniec por su parte manifestó “Estamos muy contentos porque vemos que la magnitud de gente está superando la de años anteriores y lo que más nos halaga es que muchos son jóvenes, que están escuchando y aplaudiendo los testimonios de los sobrevivientes. Esta respuesta, además de ponernos muy contentos, nos lleva a incrementar todos los esfuerzos para la divulgación de la Shoá”, para agregar luego “La vivencia de los años ’30 en Alemania - un país que era una de las potencias del mundo - de cómo un pequeño grupúsculo, el nazismo, consigue por medios democráticos llegar al poder y ejecutar la tragedia que llevó a cabo, es sobre lo que la gente joven quiere interiorizarse porque no quiere volver, quizás, a escuchar esos cantos de sirena que llevan a dictaduras y tiranías, y al visitar el Museo comprueban lo ocurrido, lo que desmiente a los negacionistas de la Shoá”.
Como conclusión a este análisis podemos decir que es por demás meritorio la labor que realizan los directivos, funcionarios y empleados de las instituciones participantes por difundir su acervo cultural a toda la sociedad nacional.
Licenciado Eduardo Chernizki
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