lunes, 17 de noviembre de 2014

**La Vida**

El amanecer con nubes, no dejaba ver los rayos del sol, un amanecer nublado,
triste y amenazante por llover. Un amanecer que hacia juego con mi estado de
ánimo, me sentía perdido, anulado,  por el dolor, triste en mi soledad, y con muchas
ansias de llorar...

¿ Acaso mi amargura podía transformarla en lágrimas, y echarlas fuera de mi ?
! No, no era posible ! Hay veces que el dolor es propio, personal, imposible
de compartir. Así, en ese momento, era mi pena, mi aflicción. Era mía, sólo mía,
los rayos del sol, se negaban a alumbrar la tortura que vivía  mi corazón...

! Lo que es la vida ! La conocí un día de sol, y el sol alumbró mi alma solitaria,
y hoy, un día nublado la perdí.  Y mi alma nuevamente quedó en la oscuridad, y
en la soledad del desconsuelo por falta de luz de amor...

! Oh pobre de mi, que poco tiempo me duró la alegría, la risa fácil y el buen humor.
He conocido la mayor de las tristezas, que es la soledad y el desamor.
No tener un lugar donde descargar una pena y compartir un mal día. Venimos de
una pareja y así debemos vivir. La soledad es nuestra enemiga y no sabe aconsejar…
                                                 
El viento está empujando las nubes hacia el mar, y como fue siempre, los rayos del
sol se están haciendo presente, transformando un día destemplado, en un día que
invita a caminar y a disfrutar de las flores, las plantas, y el nuevo sol…

Es sabido que el mundo no termina por un desengaño de amor, que hay muchos
amores, a la vera del camino, del vivir, esperando ser descubierto para felicidad
de los dos...

Viene una chica, hermosa como el sol, se detiene y me dice:* ! Lázaro, eres tu !
¿ No me recuerdas ? ! Ven, caminemos, y al caminar te haré recordar quien soy !*

! Oh vida, gran compañera, sospecho,  que nuevamente disfrutaré de ti !
Mario Beer-Sheva

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