lunes, 6 de septiembre de 2010

EL ERROR DE CALCULO DE AHMADINEJAD



Mahmud Ahmadineyad, pretende saber: Israel, reiteró por enésima vez la semana pasada, es "demasiado débil" para atacar militarmente a Irán, y "no tiene la valentía" de intervenir de manera decisiva para frustrar el progreso constante de Teherán hacia la bomba nuclear.
El presidente iraní está equivocado. Ni débil ni falta de coraje, Israel es más bien templada, humana y pragmática. Es también, por sobre todo, resoluta en la cuestión de su supervivencia.
En 1981 ataco a regañadientes, el reactor de Osirak en Irak, ya que determinó que Saddam Hussein, si se le permitia conseguir los medios, era capaz de levantarse de la cama una mañana y decidir, en desafío a cualquier análisis racional de costos y beneficios lanzar un ataque nuclear contra Israel. En 2007, ataco un reactor naciente de Siria, de nuevo sin arrogancia, adelantandose clínicamente a una grave amenaza de un enemigo despiadado.
Israel hasta ahora ha optado por no desafiar militarmente la marcha de los mulás hacia la bomba - optado, es decir, no seguir su doctrina comprobada para evitar que los enemigos consigan los medios para lograr su desaparición - porque, sencillamente, no ha sentido el imperativo de hacerlo.
Dirigentes y público por igual aqui han sido horrorizados por los años de aparente indiferencia internacional ante la amenaza creciente que supone para el mundo libre el programa iraní.
Irán, después de todo, no ha ocultado su voluntad de rehacer el orden mundial en su imagen fundamentalista, religiosamente sesgada, brutal, misógina. Una capacidad de armas nucleares ayudaría muy bien. Ahmadinejad mismo pronto sera puesto en su escandaloso viaje anual a la Asamblea General de la ONU, para asesorar a las grandes potencias, lideradas por Estados Unidos, que se arrepientan o seran condenadas.
En los últimos tiempos, los EE.UU. y Europa han liderado una campaña un poco más robusta de sanción económica, e Israel, con un ojo en el reloj nuclear iraní, calladamente ha hervido en la pérdida de tiempo, mientras aplaude publicamente los esfuerzos de presión que teme pueden ser demasiado pocos, demasiado tardios, pero, hasta la fecha, Israel no ha sentido que el momento de la verdad ha llegado.
LOS ÚLTIMOS días, sin embargo, han visto una serie de informes sugiriendo que Israel ahora ha tomado una decisión que tendrá que atacar a Irán, o que está a punto de llegar a tal decisión. Jeffrey Goldberg, escribiendo en The Atlantic recientemente y basándose en lo que dijo eran alrededor de 40 entrevistas con actuales y anteriores responsables políticos israelíes, afirmó que "hay mas del 50% de posibilidades que Israel lance un ataque para el próximo mes de julio."
Goldberg fue tan lejos como para afirmar que el Pentágono ya ha ordenado a los comandantes de EE.UU. en esta región, no derribar un avión israelí con destino a Irán que puedan encontrar en su espacio aéreo.
La selección de Yoav Galant para suceder a Gabi Ashkenazi como jefe del Estado Mayor también ha sido ampliamente atribuido, al menos en parte, a la relevancia de la personalidad aparentemente audaz y confiada de Galant en el contexto iraní. "Teniendo en cuenta que el próximo año se espera que sea un año de decisiones", escribió nuestro corresponsal militar Yaakov Katz el martes , "el ministro de defensa Ehud Barak considero que necesitaba a alguien que fuera capaz de tomar la decisión de utilizar el ejército israelí si el el gobierno se decidiera a dar luz verde para la acción. "
Irán no es de lectura fácil para los analistas de inteligencia. Atacaria a Israel si tiene la bomba? Buscaria evitar una respuesta israelí, proporcionando la capacidad a un actor no estatal, que ataque en su lugar? O "simplemente" utilizaria una capacidad nuclear para rehacer el equilibrio de poder regional en detrimento drástico de Israel? No hay respuestas simples a estas preguntas. Y al mismo tiempo, las consecuencias de la intervención militar israelí en Irán están cerca de lo impensable. Para empezar, a diferencia de Sadam, Irán podría tanto reconstruir como tomar represalias.
No obstante, Ahmadinejad está mostrando un potencial agudamente peligroso para el error de cálculo. Y puesto que la cobertura de este diario (que mostro la rampante conferencia de prensa del jeque Hassan Nasrallah en Beirut a principios de este mes) indudablemente atrajo su atención, vamos a dejar esto en claro: Si Israel fuese a determinar que las sanciones han fracasado, que Irán esta a punto de adquirir la capacidad para llevar a cabo su objetivo declarado de la desaparición de Israel, y que sólo la intervención militar israelí podría prevenir un segundo Holocausto, nuestros líderes no tendran otra opción, aunque a regañadientes, mas que actuar.
No hemos reunido a la mayoria de la nacion judia aqui, en una entidad soberana que fue revivida tragicamente demasiado tarde para salvar a nuestros millones de manos de los nazis, para sentarnos impotentemente con un nuevo enemigo genocida cercano a nuestra destrucción.
Fuente: The Jerusalem Post

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.