domingo, 12 de septiembre de 2010

La gran colonia Lucienville en Basavilbaso


Itongadol.- Basavilbaso es una ciudad de la provin cia de Entre Ríos, en la región mesopotá mica de la Argentina, y uno de los más importantes asentamientos ocupados por los inmigrantes judíos a comienzos del siglo XX.




Se encuentra ubicada a 300 km de Buenos Aires.
La ciudad nació alrededor de la Estación Gobernador Basavilbaso del antiguo Ferrocarril Central Entre-Riano. El primer tren pasó el 30 de junio de 1887, recordándose esa fecha como el día de origen dei pueblo. Con el tiempo la estación y sus talleres se transformaron en un importante "nudo ferroviario". A principios del siglo XX, desde Europa central llegaron los colonos judíos que fueron conformando la 'Gran Colonia Lucienville' mereciendo el apelativo de 'gauchos judíos'.
Un grupo de estos inmigrantes fundo hace ya un siglo, la primera Cooperativa Agrícola de Sudamérica, llamada también 'Lucienville', por lo que la localidad ha sido declarada "cuna del cooperativismo agrario argentino".
Posteriormente se asentaron familias de otros orígenes: italianos, rusos y alemanes del Volga, convirtiéndonos en una verdadera "tierra de inmigrantes".

COLONIZACION Uno de los eje que ayudó a la formación de Basavilbaso fue la colonización, contemplada en la Constitución Nacional de 1853 y ratificada con el establecimiento de los colonos valesanos en San José, allá por 1857, favorecida por el general Justo José de Urquiza.
Pero la historia de la colonización comenzó en Europa, más precisamente en Londres, un 24 de Agosto de 1891, cuando el Barón Mauricio de Hirsch (1831-1896) funda la Jewish Colonization Association (JCA) con el objeto de facilitar la emigración de los judíos, que vivían oprimidos en países de Europa Central y Asia.
Gracias a la JCA comenzaron a arribar, desde 1892, miles de personas originarias de Rusia y fundaron las colonias de Clara (1892), San Antonio (1892), etc.
Los motivos que traían a estas personas eran muchos: el régimen zarista, la desintegracion dei Imperio Austro-Húngaro, el hambre, la desocupación, la miseria, las segregaciones políticas, raciales y religiosas y ocasionaron un verdadero éxodo, en busca de un futuro mejor en esta tierra de Paz y Promisión.
Para millones de seres humanos la luz de la esperanza tenía un nombre: América; pa ra muchos de ellos, un punto remoto del continente: la Argentina; y para un puñado, un recóndito paraje dentro de ese país inmenso, Basavilbaso, Entre Ríos.
Se asentaron los primeros colonos provenientes de la región de Jersonskaia de la Rusia del Sur, nucleados bajo el nombre de'Novibuq' que llega ron en viejos vapores como 'Pampa', 'Portugal', 'Tijuaca', 'Wesser', 'Petrópolis' y muchos otros.
Un puñado de ellos llegó al país en uno de los tantos viajes del vapor Wesser, en 1889; concretando una de las últimas actividades fundacionales del Barón Hirsch.
Los inmigrantes formaron entonces colonias como Novi buq (Nuevo Grupo) o Novibuco I y II, Akerman I y II, conocidas hoy como Colonia NO 1, 2, 3 y 4 respectivamente. Estas cuatro colonias contenían una extensión de 43.120 hectáreas denominadas globalmente como'Lucienville', en homenaje al hijo y único heredero del Barón Hirsch y la Baronesa Clara de Bischffshein: Lucien, fallecido en 1887, casualmente el mismo año del paso del primer tren por Basavilbaso.


En el año 1900 la JCA confió 1.300 hectáreas cerca de Novibuq II, donde se radicaron 17 familias, y la colonia tomó el nombre de las '1.300'.
En el 1902 adquirió grandes extensiones del gobernador Basavilbaso, situadas al norte y noroeste de la Colonia NO I y 10.000 hectáreas al doctor Rafael Escriña. Dos años después vinieron más colonos judíos de Jerson que ocuparon las líneas 24, 25 y 26 al Oeste. Por el año 1914, 'Lucienville' quedaba encerrando las estaciones de Basavilbaso, Gilbert, Rocamora, Escriña y Villa Mantero.
Los recién llegados construían sencillas casas de material, que aún pueden verse, rodeadas de jardines, gallineros y árboles de paraíso. Cuatro casas alrededor de un potrero central formaban la 'aldea'. Cultivaban girasol, alfalfa y sorgo granífero.
Estos colonos, como tantos otros llegados a la Argentina, realizaron una verdadera epopeya pues superaron barreras que parecían infranqueables: idioma, religión, costumbres, falta de recursos de todo tipo, ausencia de experiencia en las tareas rurales, ya que en sus países de origen al prohibírseles poseer tierras, se dedicaban al comercio o eran artesanos en carpintería o zapatería. Pero muy pronto adoptaron las costumbres locales y se vio convivir a los criollos junto a los Rubinstein, los Yankelevich, los Rabinovich, los Finkeistein, los Garfunkel, los Efron, etc.
Se empezó a hablar de los 'gauchos judíos', como tituló a su obra Alberto Gerchunoff (1884-1950) en el año 1910.
El mismo autor dice en su libro póstumo 'Entre Ríos, mi país' (1950): "En aquella naturaleza incomparable, bajo aquel cielo único, en el vasto sosiego de la campiña surcada de ríos, mi experiencia se ungió de fervor, que borró mis orígenes y me hizo Argentino". Evocando la efectiva adaptación lograda a corto plazo y cumpliendo las palabras de la Constitución Argentina... "y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino".
La historia de Basavilbaso estuvo, desde un principio, unida al Ferrocarril y a la Comunidad Judía. Creció mientras lo hacía el Ferrocarril Central y se afianzaban los colonos. Un hecho que demuestra que la vida de la ciudad se encontraba atada a los trenes y sus trabajadores fue cuando se cerraron los ramales estatales y aunque posteriormente fueron privatizados, el ritmo que tenía la ciudad aún no ha podido recuperarse

Los gauchos judíos es el nombre que se les dio a los inmigrantes judíos que se instalaron en regiones fértiles de la Argentina, fundando 'colonias agrícolas' similares a los kibutz existentes en Israel.
El término fue inventado por el escritor Alberto Gerchunoff en su libro 'Los gauchos ju díos' (1910).

HISTORIA Las primeras ocho familias judías llegaron en la Argentina en octubre de 1888.
En agosto de 1889, comenzó la inmigración judía a la Argentina a través de la Jewish Colonization Association del Barón Mauricio de Hirsch que compró tierras donde miles de judíos provenientes de Rusia, Rumania y otros lugares de Europa oriental comenzaron paulatinamente a vivir, trabajar y desarrollarse. La mayoría de estos inmigrantes eran de Podolia y de Besarabia, en Rusia imperial escapando del 'Pogrom de Weser'.
A comienzos del siglo XX la provincia de Entre Ríos llegó a tener cerca de 170 colonias judías; la actividad productiva se centraba en productos de granja, la industria quesera y lechera, la cría de ganado y los cultivos agrícolas.
Una de las primeras colonias judías fue Moiseville (hoy la Ciudad de Moisés Ville) en la provincia de Santa Fe. Otra de las colonias es Colonia Lapin situada en la provincia de Buenos Aires.
En el país comenzaron a desarrollarse las cooperativas agrícolas, que dieron gran impulso a las colonias judías, que adelantaban dinero a los colonos, les proporcionaban semillas, herramientas y artículos a precios convenientes. Estos vendían en común los productos de la tierra. Con el producto de sus ganancias mantenían hospitales, bibliotecas, cementerios y centros culturales tanto para su comunidad así como para toda la población.
También se instalaron colonias en Santiago del Estero y La Pampa.
El dramaturgo Peretz Hirshbein participó en este movimiento.

LITERATURA El novelista, periodista y profesor universitario Alberto Gerchunoff describe en su novela 'Los gauchos judíos', la visión de la utopía agraria de los colonos judíos en los campos argentinos. Esta singular experiencia agrícola se desarrolla en esa tierra utópica, ese otro lugar donde era posible empezar una vida nueva. Para ellos, las pampas argentinas eran ese otro lugar, era como la Tierra Prometida.
De niño Gerchunoff había escuchado de boca de su padce, un judío de tradición rabínica antes de inmigrar, acerca de esa nueva tierra de promesas, cuando éste le an ticipa que iban a ser agricultores y trabajarían la tierra "como los antiguos judíos de la Biblia".
Entre las muchas novelas y ensayos que escribió sobre la vida de los judíos en Latinoamérica se destaca 'Los gauchos judíos' (1910), compuesta en homenaje al centenario de la Revolución de Mayo, donde recoge estampas y relatos de la inmigración judía en la Argentina inspirados en sus recuerdos de niñez y adolescencia v,


La Prensa

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