martes, 21 de septiembre de 2010

Rabino Pynchas Brenner, Venezuela-¿Estuvo usted en la reunión con el Presidente?-No. -¿Por qué? -No fui invitado

"Hay una frase que no puedo olvidar: "Israel, maldito seas"

"Todos sabemos que cuando el Presidente dice algo, de inmediato tiene eco en ciertos sectores"

ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL

domingo 19 de septiembre de 2010 12:00 AM

http://www.eluniversal.com/2010/09/19/pol_art_hay-una-frase-que-n_2042446.shtml?sms_ss=email



Pynchas Brenner es un desafío para quien tenga de los rabinos la visión estereotipada de unos viejos de luengas barbas, encerrados en habitáculos polvorientos, descifrando, año tras año, el sentido de las sagradas escrituras. Nada que ver, el rabino mayor de la Unión Israelita de Caracas es un hombre moderno y a sus 79 años exuda la vitalidad y el conocimiento universal de un personaje cuya cultura va más allá de los límites de la religión. Heterodoxo y liberal por definición, advierte que no se deben obedecer todos los dogmas de los libros sagrados porque la visión actual de Dios no puede ser la misma de la Edad Media. Polaco con estancia en Perú y estudios en EEUU, es venezolano desde hace muchos años y desde esa múltiple condición conversó con El Universal.

-¿Estuvo usted en la reunión con el Presidente?

-No.

-¿Por qué?

-No fui invitado.

-¿Cómo interpreta la omisión, considerando que usted es una autoridad de la comunidad judía en el país?

-No puedo penetrar las mentes ajenas, pero la realidad es que no fui invitado a la reunión.

-¿Qué beneficios puede sacar la comunidad judía de esa reunión?

-Toda reunión entre grupos es saludable. En lugar de balas son buenas las palabras y aquí se trata de escuchar, de parte de las autoridades, las preocupaciones de la comunidad judía. Se podría pensar que algunas son conocidas de antemano, pero es bueno verbalizarlas.

-¿Cuáles son esas preocupaciones?

-La comunidad judía está muy preocupada por el rompimientos de relaciones entre Venezuela e Israel y considera que deberían reanudarse lo más pronto posible. Siempre en la misma dimensión que han tenido desde el establecimiento del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948. La ruptura es algo extraño porque ocurre por causas bélicas o por agravios de un país contra otro y en el caso de Venezuela con Israel las relaciones han sido muy cordiales.

-Pero el Presidente ha sido muy crítico al acusar a Israel y señalar las causas.

-No entiendo por qué Venezuela rompe relaciones con el Estado de Israel, que nunca le hizo daño. Al contrario ha habido intercambio comercial importante y apoyo tecnológico.

-Porque, según Chávez, Israel, "un pueblo tonto, homicida y cobarde", agrede a los palestinos y viola sus derechos humanos.

-Si es verdad que Israel viola los derechos humanos, se podría aceptar esa ruptura en caso de que el Gobierno denunciante rompa relaciones con todos los países que, a su juicio, cometen las mismas violaciones. Pero no creo que ese sea el caso, y hacer una excepción de Israel puede representar una posición antijudía.

-¿A qué atribuye esa posición antijudía por parte del presidente Chávez?

-Hay que preguntárselo a él.

-¿No ha buscado usted razones ante algo tan serio para los judíos venezolanos?

-No sé lo que él hace, pero las aciones son contrarias a los intereses de la comunidad judía. Eso se percibe en muchos canales de TV y emisoras de radio. Mi nombre es manoseado a cada rato aunque hace años que no hago ningún pronunciamiento público para evitar confrontaciones verbales que no benefician a nadie y carecen de sentido. Pero no lo entiendo. Hay que preguntarle a quienes asumen esa actitud negativa, especialmente en Venezuela, donde nunca hubo enfrentamientos entre Gobierno y comunidad judía o entre esta última y la sociedad. Hay una gran población árabe, de descendencia libanesa, siria y otras, con las que nunca se presentaron problemas. Esto parece algo artificial. Por razones que desconozco, quizás de origen político, sea conveniente hacerlo desde cierta perspectiva; pero para nosotros es algo muy negativo.

-En el comunicado divulgado luego de la reunión con el Presidente señalaban ustedes que le solicitaron detener las expresiones antijudías. ¿Cuando se le solicita que detenga ese tipo de manifestaciones, en algunos casos hechos de violencia, es porque se considera que él, de alguna forma, es responsable de lo ocurrido?

-Todos sabemos que cuando el Presidente dice algo, inmediatamente tiene eco en ciertos sectores. ¿Por qué se sabe que tiene eco? Porque repiten las mismas palabras, el mismo concepto. Puede ser, en realidad no tengo la menor idea, que algunos interpreten lo que creen es la voluntad del Gobierno y cometan atrocidades, verbales, en particular. Y uno debe tener en cuenta que el atropello verbal puede ser más hiriente que el físico, pero, sin duda, deja huella. También puede ocurrir que hacen más de lo que el Presidente o los ministros esperan. Pero sí es cierto que muchas personas se hacen eco.

-¿Eco de qué?

-Hay una frase, dicha en televisión, que no puedo olvidar: "Estado de Israel, maldito seas". Esa es una expresión de la Edad Media. Yo no recuerdo, luego de casi ocho décadas de existencia, haber escuchado maldiciones. Creo que no se corresponde con la época en que vivimos. Decir eso demuestra que en las entrañas hay un sentimiento sumamente negativo en contra de Israel

-¿Quién dijo eso, Ahmadinejad o Chávez?

--Yo se lo escuché al presidente Chávez.

-Pero, ¿se comprometió Chávez a evitar que hechos como la profanación de la sinagoga no se van a repetir?

-Tengo entendido que se comprometió a estudiar las peticiones. No creo que uno debe hacer una petición para que cesen las agresiones. La agresión es responsabilidad del agresor. En una sociedad democrática como en la que vivimos los entes gubernamentales deben garantizar mi vida. Yo no tengo que protestar por eso. Es obligación del Gobierno proveer la policía.

-¿No fueron policías quienes profanaron la sinagoga?

-Así se dice. No tengo la menor idea. Es raro. Ha pasado tiempo y debe haber resultados surgidos de la investigación.

-Usted dice desconocer las causas del antijudaísmo del Presidente, pero sus vínculos con gobiernos como el de Irán y Siria son públicos.

-Eso es muy preocupante. El presidente de Irán, (aunque el de Siria no es un ángel) ha dicho que se debe borrar a Israel del mapa, además de advertir que el Holocausto, la peor tragedia de la humanidad, no ocurrió. Se pretende sacar de la memoria el hecho de que se mataba por tu condición, por lo que eras y porque "contaminabas la especie humana". ¿Cómo pueden borrar de la historia semejante tragedia, arrebatar el luto, el duelo y robarle sus muertos a los demás? Eso es inhumano. Mientras tanto el Gobierno iraní se manifiesta como altamente moral y pretende lapidar a una mujer por presunto adulterio. Diga lo que diga cualquier libro sagrado,vivimos en el Siglo XXI y hay leyes que no podemos aceptar.

-¿Tiene que ver la reunión en Miraflores con las expresiones de comprensión hacia los judíos expresadas por Castro horas antes de ser convocada por Chávez?

-Puede ser porque el Presidente admira muchísimo a Fidel Castro. Dicho sea de paso, yo tuve varias reuniones con Castro en Cuba. Y nunca percibí en él animosidad contra el pueblo judío. Al contrario, escuché manifestaciones de cierta admiración. El hecho de que Cuba no tenga relaciones con Isarel, desde la guerra de 1967 es porque (y así me lo dijo) "no me conviene políticamente".

-La declaración de Castro a un periodista norteamericano y judío, de la cual Chávez se hizo eco, así como la suspensión de los vuelos Caracas-Teherán, ¿no indican un viraje en el enfoque del Gobierno hacia la situación en el Medio Oriente?

-Los años me han enseñado a esperar. Aunque la palabra es importante también hay acciones. El cese de los vuelos es una buena seña; a veces escuchamos a políticos decir una cosa un día y negarla a continuación. Fidel dijo lo que dijo, luego se desmintió y cada afirmación tenía sentido porque uno no puede borrar lo afirmado.

-¿Lo hicieron rectificar desde Caracas?

-Puede ser, o Raúl le sugirió hacerlo. Pero la expresión inicial es un síntoma de que lo sentía, aunque luego lo amortiguó porque está claro que el comunismo no funciona.

-¿Cree que la reunión de Miraflores la convocó Chávez por razones electorales?

-Quizás, pero quiero juzgar la reunión por sí misma, y en ese sentido es positiva. Los efectos benéficos de las conversaciones deben dejarse sentir. Si hay otra intenciones, de parte y parte, sólo Dios lo sabe.

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