viernes, 14 de septiembre de 2012

Crecen las protestas musulmanas contra EE.UU.

SANAA.- Como una bola de nieve, las protestas contra misiones diplomáticas de Estados Unidos, a causa de un video que difama el islam, continuaron ayer por tercer día consecutivo en Egipto y se extendieron a varios países de la región, como Yemen, donde los disturbios causaron cuatro muertos, Túnez, Irak e Irán. La ira de los grupos salafistas y afines contra los intereses norteamericanos derivó en una grave crisis de seguridad para Estados Unidos, después de que una turba asaltara el martes su consulado en la ciudad libia de Benghazi y matara al embajador, Christopher Stevens, y a otros tres funcionarios. Un ataque que la Casa Blanca sospecha que fue planificado por milicias extremistas. Ayer, las autoridades libias informaron de la detención de cuatro sospechosos de haber participado en el ataque. La ola de protestas antiamericanas se produce en plena campaña electoral en Estados Unidos. El presidente Barack Obama, que buscará la reelección en noviembre, reiteró ayer que había ordenado a su administración hacer todo lo necesario para proteger a los estadounidenses en el exterior. Desde Golden, Colorado, Obama dijo que había mantenido conversaciones telefónicas con varios líderes árabes "para hacerles saber que tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos norteamericanos" en aquellos países donde se registraron incidentes. En una entrevista con una agencia de prensa internacional, el mandatario señaló que su gobierno prevé más protestas antiestadounidenses en Medio Oriente en los próximos días, pero aseguró que Estados Unidos "no se retirará de la región". A pesar de que Washington trató de calmar los ánimos de los islamistas, al criticar el video anti-Mahoma que se divulgó en Estados Unidos a través de Internet, los grupos más radicales redoblaron las protestas ayer. Para prevenir nuevas agresiones, el Pentágono movilizó anteayer a las costas libias a dos buques de guerra y a un escuadrón de elite de medio centenar de marines. "La película [anti-Mahoma] es repugnante y reprochable", dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que quiso dejar claro que la Casa Blanca "no tiene absolutamente nada que ver con el video". "La película tiene un propósito cínico: denigrar una gran religión y provocar rabia", dijo Clinton desde Marruecos. No obstante, la responsable de la política exterior de Washington insistió en que la violencia que ha desatado la difusión del video "no es aceptable". "Como en Estados Unidos existe la libertad de expresión, para nosotros es imposible reaccionar ante una película de esas características", agregó. En Sanaa, la capital yemení, cuatro personas murieron y varias decenas resultaron heridas en los disturbios registrados ante el edificio de la embajada estadounidense. Los manifestantes lograron acceder al patio de la embajada y reemplazaron la bandera de las barras y estrellas por una blanca en la que podía leerse: "No hay otro dios que Alá y Mahoma es su profeta". Antes de que la policía lograra dispersarlos, los extremistas incendiaron varios automóviles. Según medios locales, el presidente yemení, Abed Rabbo Mansour Hadi, lamentó el brote de violencia y criticó la "irresponsabilidad" de los manifestantes. Los disturbios comenzaron horas después de que el clérigo musulmán Abdul Majid al-Zindani llamara a sus seguidores a emular las protestas en Libia y en Egipto. Al-Zindani, mentor en su día de Obama ben Laden, está considerado por Washington como un "terrorista global". Mientras, cientos de manifestantes volvieron a congregarse en El Cairo frente a la legación diplomática norteamericana por tercer día consecutivo. Las protestas en la capital egipcia desembocaron en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Según fuentes hospitalarias, más de 200 personas resultaron heridas en los disturbios, entre ellos decenas de policías. Desde Bruselas, el presidente egipcio, Mohammed Morsi, condenó tanto los asaltos a las sedes norteamericanas como el contenido del video paródico del islam, y aseguró que trabajará con las autoridades estadounidenses para garantizar la seguridad de su personal diplomático. La ola de furia contra Estados Unidos se extendió ayer también a Irán y a las ciudades iraquíes de Bagdad y Basora. Cientos de seguidores del clérigo chiita Muqtada al-Sadr tomaron las calles de ambas ciudades para exigir al gobierno iraquí el cierre de la embajada de Estados Unidos. Por su parte, medio centenar de personas se congregaron durante unas horas en Teherán frente a la embajada de Suiza, que representa los intereses estadounidenses en Irán.LA NACION